El director, y técnico de postproducción, madrileño Javier Yáñez Sanz nos manda su segundo cortometraje, Amor sacro, que fue seleccionado este año para el Festival de Sitges y con el cual está acudiendo actualmente a diversos festivales. Anteriormente ya había realizado A través del ocaso en 2009, con el cual obtuvo buenas críticas de crítica y público. Con un presupuesto escaso y un guión de Gustavo Prieto, partiendo de una idea original del propio Yáñez, consiguieron contar con un elenco interesante, encabezado por la conocida Manuela Vellés, recordada por todos los aficionados por su papel en Secuestrados.
Estamos ante un interesante trabajo, el cual podría haber dado para un largometraje fácilmente. Es curioso la buena calidad visual que tiene este trabajo. Se nota que se han trabajado la post producción de forma muy seria. Aparte la dirección de arte es muy interesante, al igual que la fotografía. Y no debemos olvidarnos de la gran banda sonora, la cual ayuda, y de que manera, a llevar el tempo del corto. Lo malo, y esto es un problema, es el sonido. La música está por encima de los diálogos y hay frases del guion que no se entienden o que se oyen con mucho ruido, una pena. Aunque esto es un problema del cine español desde siempre, algo que un servidor jamás entendió.
Javier Yáñez realiza una dirección muy acertada, se nota el trabajo que hubo detrás del rodaje, así la gran mayoría de planos están muy cuidados. Algo similar pasa con los diversos perfiles, todos están trabajados como si de un largo se tratase, algo que agradecer al autor. Lo malo es que se quiere contar mucho en poco tiempo, y eso nos deja algo despistados durante el comienzo del corto, el cual dura cerca de 20 minutos. Así al principio no se sabe que esperar de este trabajo, el cual nos muestra a unas monjas que nada tienen de especial, bueno que buscan el amor y el tono dramático de este trozo se hace algo pesado.
Pero el ritmo general del corto es el adecuado para no caer en el tedio en estos escasos momentos, y así pronto comenzaremos a saber que está pasando. Y aquí es donde Javier Yáñez debería haber tenido algo más de mala leche. Y es que la primera vez que vemos al “Ángel” nos quedamos del todo sorprendidos y queremos más. Buena señal. Lástima que la trama se resuelva de forma tan atropellada, aunque el director sabe donde meter los diversos efectos de ordenador lo cual le da mucho empaque a la producción.
Pero dentro de estos efectos la primera aparición del demonio resulta muy cantosa, se nota en exceso el ordenador. Además en esta escena se hecha en falta algo más, no sabría decir el que. Y es que parece que se nos cuenta mucho en poco tiempo, y, me repito, esta historia daba de sobra para un largo, y claro, esto habitualmente es un problema ya que se quiere contar demasiado en poco tiempo.
Aparte la resolución es sorprendente, aunque no original, y dan ganas de ver una continuación. Algo que dice mucho, y para bien, de esta producción. No puedo resistirme a comentar que no me ha gustado la interpretación de Celia Bermejo, muy bien caracterizada pero demasiado sobreactuada. No así la dupla Manuela Vellés y Aroa Gimeno, las cuales realizan grandes interpretaciones. Mención especial para los créditos finales, dan una profesionalidad al producto del todo acertada.
En definitiva, un buen trabajo de Javier Yáñez Sanz, el cual quizá debería pensar en dar el salto al largometraje ya que esta historia se queda corta para 20 minutos. O sino tratar de empastar todo mejor para que no parezca que faltan elementos. Ya tenemos otro joven director al cual seguir los pasos.
La Mansion del Terror - 7.2
7.2
Género; Religión - Romántica - Demonios