“Magnífica mezcla de los estereotipos actuales del cine de acción, mezclado con el estilo del teatro de marionetas japonés y más sorpresas”
Basándose en el antiguo estilo teatral Bunraku, tradicional espectáculo de marionetas japonés, y mezclándolo con la estética de videojuegos y el spaghetti western , Guy Moshe, contando con un guión propio, realiza una joya que entremezcla el estilo de clásicos actuales, tipo Kill Bill, Sin city, o Spirit con el nombrado estilo teatral. Contando con una buena producción a cargo de Picturesque Films y Shoot Entertainment y un elenco de lujo repleto de rostros conocidos. Así nos encontramos con Josh Hartnett, visto en 30 días de oscuridad en 2007, la estrella del rock y el cine japonesa Gackt Camui, Woody Harrelson, de Asesinos natos, 1998, o Bienvenidos a zombieland, 2010, Kevin McKidd, recordémosle de Dog soldier, o Hannibal,Ron Perlman, ya mítico Hellboy, o Demi Moore, a la que siempre recordaré de La 7º profecía y Ghost.
Me ha encantado esta historia de un vaquero sin pistola y un samurai sin espada. Cierto es que el guión es casi nulo, pero la estética, el ritmo, la fotografía, la banda sonora, el montaje, el vestuario y todos los rubros técnicos son excepcionales, especialmente para el estilo que quiere mostrar Guy Moshe. De hecho, desde los fabulosos títulos de créditos deja bien claro cuál es la propuesta de este título. Y es que es la mejor cinta de este tipo que veo en años, eso que Sin city o Kill Bill no me convencieron en exceso.
Las coreografías y el estilo son del todo acertadas y están empastadas de forma magistral. Aunque no dejo de entender a los críticos de este título, solo les diría una cosa. Muchas de las cintas de acción que ensalzan tienen un guión simplón, como es el caso de esta Bunraku, la cual copia indiscriminadamente los cánones del spaghetti western y el de samuráis, y lo mezcla con el de las venganzas más comunes. Pero es que todo lo demás que muestra este título la hace destacar de forma más que conseguida.
¿Y qué destacar de esta película? Pues casi todo. Bueno, el flojo perfil y la floja interpretación de Demi Moore es lo peor de toda la cinta, y es casi más culpa del flojo guión que de la propia Moore o de Moshe. Por cierto, la presencia de Jordi Mollà es del todo anecdótica, su personaje aparece durante 4 minutos del comienzo del film y nada más. Ya que el resto de personajes están muy bien perfilados, aunque quizá de forma excesivamente común, no dejaré de reconocerlo. Pero es que todo el elenco protagonista realiza unas interpretaciones geniales, ¿y a quien destacar? Pues es francamente difícil, y, en esta ocasión, sin que sirva de precedente, me quedaré con todos. Lo que no logro comprender son algunas críticas negativas al bueno de Gackt. Realiza una interpretación sobria y muy del estilo de los ronin japoneses más tradicionales. Cierto es que podría haber tenido algo más de fuerza en su interpretación, pero está perfecto para con la película. Vamos, que es el perfil que parece querer Moshe.
Además los decorados acompañan al estilo de cómic que quiere Guy en cada escena, así hasta tenemos escenas sacadas de los clásicos videojuegos de plataformas, en serio. U otras de acción perfectamente coreografiadas sin ser nada originales, pero sin serlo, tampoco es necesario, lucen a las mil maravillas. Aparte todo el elenco de secundarios, especialmente los asesinos y sus séquitos, ayudan igualmente a mantener este ritmo, que tiene un dinamismo rara vez visto en los últimos años, y que recuerda, en el tono cómico, a Dick Tracy.
Y sí, me repito, el guión y los diversos perfiles son más de lo mismo, no aportan absolutamente nada y quien busque una historia novedosa este título no es para él.
No podemos obviar al grupo de asesinos, encabezados por un magnífico Perlman y un soberbio McKidd. Aunque este último parezca sacado de Sin city, sobre todo por sus formas. Con ese grupo de 10 asesinos que para mejorar deben enfrentarse entre ellos, lástima que no se vea ninguna de estas posibles peleas. Lo que sí vemos es un enfrentamiento entre los dos héroes, Hartnett y Gackt, vigilados por un simpático Harrelson, que quizá hace una interpretación demasiado igual a lo que últimamente nos tiene acostumbrados, que es muy simpático, aunque nada original.
Como es la parte final, donde veremos a dos “ejércitos” dispuestos a todo. Con una lucha intensa y bien coreografiada y montada llegamos al clímax final. Clímax poco original pero totalmente efectivo. El cual nos deja totalmente satisfechos de la joya visual que hemos presenciado.
Un regalo para el aficionado. Eso es lo que esta Bunraku. ¿No estáis cansados de películas de acción sin guión que encima no aportan nada? Tipo Sucker punch. Pues bien, aquí está esta cinta que es más de lo mismo pero que nos deja del todo satisfechos de lo visto, y es que el estilo es sorprendente. Y aunque tiene un buen número de detractores, un servidor está encantado en ver cintas así. Ya está bien de remakes, si se pueden hacer cosas iguales pero diferentes. Y esta unión de tantos estilos es muy buena. De hecho, creo que es de lo mejorcito que vi para distribuir por cines en los últimos tiempos. Divertimento sin más, ¿Y qué más queremos?
Óscar Arias
La Mansion del Terror - 9
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Género; Venganza - Samurais - Acción - Fantasía