“Otra joya cinematogràfica cogiendo al Divino Marquès como referencia”
Pelìcula que empezò a rodar Roger Corman, que fuè substituido por Gordon Hessler, que a su vez lo fuè por Cy Endfield quièn se encargò de la gran mayorìa del rodaje. Hay muchas especulaciones del porquè de estos cambios en la direcciòn, pero nunca quedaron del todo aclarados, eso sì la AIP contaba con grandes directores en sus filas. El realizador final es Cy Endfield, director con fama de rodar grandes joyas muy novedosas, como la que nos ocupa, con otras cintas menores. El responsable del guiòn es ni màs ni menos que Richard Matheson, conocido por su libro Soy leyenda entre otros tantos. Contando con un elenco sobresaliente donde destacan las figuras de Lilli Palmer y John Huston, que una vez màs estàn magistrales en sus papeles.
Louis Alphonse de Donatien, el Marquès de Sade escapa de Marat, el jefe de la policía francesa que le busca para encarcelarle, en su fuga acabarà en un castillo donde se encuentra un teatro, antiguamente propiedad suya, donde su tío el Abad de Sade le irà mostràndo todo su pasado. Nuestro protagonista vive en un mundo de fantasìa mental y no sabe que es la realidad y va viendo pasar, y vivièndola, su propia vida, dàndose cuenta de sus errores y de todos sus aciertos, ya que la vida es para disfrutarla… hasta llegar a su tràgico final.
Mucho tiene que comentar esta genial cinta. Genial cinematogràficamente hablando ya que si nos centràmos en la burda biografìa y fantasìa desmedida con que se trata la historia del Divino Marquès, seria una cinta mala y engañosa. Por lo que el comentario debe tener dos partes diferenciadas, una la relaciòn con la realidad y otra con lo estrìctamente cinemàtogràfico.
Empezarè por la referente a la adaptaciòn. Puès tenemos un guiòn sobresaliente de Matheson, pero una adaptaciòn excesivamente libre y fantasiosa. En el inicio de la cinta se nos hace una mini introducciòn al personaje de Sade donde se dice que fuè el causante del Sadismo, cosa cierta ya que fuè el mèdico Kraft- Ebing en su libro Psycopathia sexualis quièn acuño ese tèrmino en referencia a esa conducta y a quièn màs la habia promulgado, como dato.
Pero pronto la cinta se vuelve en un batiburrillo de idas y venidas entre la realidad de la vida de Sade y sus novelas, pero mezcladas de forma excesivamente libre, màs que nada porque la cinta se jacta de ser una buena biografìa de la vida de Sade, cosa que no es. Toda esta uniòn es buena para la pelìcula, pero no para aquel que quiera saber de al vida del Divino Marquès. Si bièn sigue las pautas de su vida, màs o menos, no nos muestra los grandes acontecimientos màs que para resaltar su futura prosa, que por otra parte no aparece casi en ningùn momento de la cinta lo cual me resulta un desacierto total.
Solamente presenciamos una representaciòn teatral sobre el Abad de Sade y la infancia del Divino Marquès, hecho real. Ademàs pasamos demasiado frugalmente por los momentos en prisiòn del Marquès, aunque he de reconocer que estàn muy bièn conseguidos cinematogràficamente y subsana esa poca veracidad en la vida de nuestro protagonista. Pero hay un elemento catastròfico y reprochable a Endfield, y es cuando vemos al Marquès en su nicho de muerte y la monja le habla siendo una de las ùltimas, tomas un crucifijo… Aùn me sigo preguntàndo a quièn se le ocurrirìa semejante desfachatez.
Como pelìcula hay que decir que estamos ante una joya de arte y ensayo, con una ambientaciòn, atmòsfera, actuaciones y fotografìa sobresalientes, destacando un montaje soberbio que hace de esta cinta de casi dos horas en un disfrute debido a su dinamismo. Otro punto a destacar es la fotografìa usada en los sueños/ pesadillas del Divino Marquès, con esa utilizaciòn del rojo tan magistral o en un par de secuencias el uso de filtros de agua en la càmara, soberbio.
Las actuaciones son formidables, con un John Huston espectacular representando a un carácter de las novelas del marquès pero siendo a la vez un personaje real, y es que quizà sea el personaje màs fiel a la verdad. Keir Dullea hace una gran actuaciòn, sobretodo en las partes de locura aunque hay ciertos rasgos que no me acabaron de convencer. Como no podrìa ser de otra forma tenemos mucho nudie, pero tratado con una cierta ligereza impropia de los escritos del Marquès y màs comerciales, que aùn con todo quedan curiosas.
Y es que si obviamos todas las licencias argumentales que se toman y disfrutamos de la psicotronia del montaje y la direcciòn tenemos una cinta absolutamente genial de un hombre con problemas debido a seguir sus instintos, instintos que se creen delitos cuando no es asì. Otra oda a la libertad, pero con un toque psicodèlico caracterìstico de los 60, 70.
Por cierto, la orgìa final, donde comenten otro error y es que tenemos al criado del Marquès, que aparece como carácter nuevo siendo una figura crucial en la vida de este, es de un estilismo, con un colorido brillante. Simplemente hay que verla y disfrutarla. Magistral.
Otra joya cinematogràfica cogiendo al Divino Marquès como referencia, con excesivas licencias argumentales, algunas de ellas inconcebibles y que provocarìan la quema por cualquier aficionado del Marquès, pero siendo francos tenemos una cinta, obviando ese punto crucial, magistral, con unas cualidades tècnicas sobresalientes y una forma de contar la historia apabullante. Cualquiera que disfrute con este tipo de Dramas o quiera ver algo acerca del Divino Marquès que no dude en disfrutar de esta cinta, aunque repito que es una fabula algo fantàstica sobre un personaje real que fuè màs de lo que la gente cree.
Óscar Arias
La Mansion del Terror - 8.5
8.5
Género; Marqués de Sade - Romántica - Nudie - Drama
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