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Crítica- Exeter (2015)

“Nispel en otra de adolescentes cero original que resulta una fantástico divertimento gore, con posesiones y sustitos inclusive”

Marcus Nispel siempre será recordado entre los aficionados como el responsable de los remakes del nuevo siglo de las gloriosas “La matanza de Texas” en 2003 y de “Viernes 13” en 2009, teniendo la primera buena acogida y no así la segunda. Y es que la filmografía del director nos deja siempre con ganas de más, a veces demasiado más. Aparte de que su último título, “Conan el bárbaro”, sí, otro remake, o más bien revisión, tuvo críticas pésimas entre los aficionados, algo que me parece del todo justo, por otra parte.

Y es que a Nispel siempre se le pidió rodar algo más personal, o, al menos, más gamberro. Y en este 2015 aparece su nuevo trabajo, “Exeter”, donde, lo primero que he de decir, me ha sorprendido gratamente. Y sin ser una película que vaya a pasar a los anales de la historia del género cumple siendo un batiburrillo de ideas mil veces vistas en el género, pero esta vez contadas de forma gamberra y concisa, algo que agradecer, por fin, al señor Nispel.

El propio director se encarga del guion junto a Kirsten Elms, y nos vienen a contar la enésima historia de posesión / venganza, encima, situada dentro de un antiguo psiquiátrico, camuflado como casa de acogida cristina. ¿Original? Para nada. De hecho, poca originalidad encontraremos en todo el metraje, avisados quedáis. Pero no necesitamos originalidad, sino frescura e ideas claras, más aún en estos tiempos de remakes, precuelas, reboots y demás.

Porque la cinta es una especie de híbrido entre el más reciente cine de posesiones y el slasher más tradicional mezclado con el cine de adolescentes mas cañero, o gore, como prefiráis llamarlo. Y sí, hasta yo me doy cuenta al escribirlo, estas premisas no pueden resultar demasiado halagüeñas en los tiempos que corren, pero no es dejéis engañar. Así, si bien la cinta no es nada del otro mundo, cumple a las mil maravillas. Y tenemos trampas para aburrir, cierto, pero si os dejáis llevar, es un título francamente disfrutable.

Ahora me quiero parar a hablar sobre el elenco, donde tenemos un interesante grupo de jóvenes acompañados del veterano Stephen Lang, que ya trabajó con Nispel en la citada “Conan, el bárbaro”, aunque lo podemos recordar mejor de “Avatar” en 2009. Este interpreta al Padre Conway, un personaje tramposo con el que Nispel juega a la perfección. Aunque, todo hay que reconocerlo, introduce algunas licencias que pueden resultar muy excesivas debido a lo tramposas de las mismas.

El reparto adolescente está encabezado por Kelly Blatz, visto por “Una noche para descuartizar” y “From within” en 2008, junto a Brittany Curran, que participó en “The uninvited” también en 2008. Ambos son la pareja protagonista de la cinta, él un ayudante del sacerdote que se ve envuelto en la fiesta que da origen a todo, y que resultará ser el héroe de todo el asunto. Y ella la chica en la que nuestro héroe se fija, original ¿no? Insisto, originalidad argumental cero patatero.

Y el resto del elenco está formado por Brett Dier, visto recientemente en “Grace, the possession” (2014), Gage Golightly, de la serie “5 días para la medianoche”, Nick Nicotera, que rodó la comedia vampírica “Bitten” en 2008, o el joven Michael Ormsby, que interpreta al hermano de Patrick, Blatz, y será nuestro primer poseído.

Entremos en faena sobre qué nos muestra esta “Exeter”. Pues bien, tenemos una posesión, una fiesta adolescente plagada de alcohol y drogas, comedia gamberra, con exorcismo incluido, que es de lo mejor de la cinta, y gore en gran cantidad en una especie de slasher- survival por todo el convento.

Porque, y me repito, no encontraremos nada original en toda la idea original, absolutamente nada. Pero sí tendremos suficientes elementos que nos sorprenderán, y muy gratamente, dentro de una historia muy común. Porque los chicos y sus perfiles están una y mil veces vistos, y hasta algunas de sus decisiones, pero Nispel, por fin, sabe conjugarlas de forma perfecta, dejándonos así un título con suficientes sustos, sí, que hasta tenemos sustos al más puro estilo James Wan de los últimos años, con toques de “El último exorcismo” o “Posesión”, que funcionan, y una comedia adolescente, mil veces vista, pero que está salvada por unas interpretaciones del todo solventes.

Y sí, los chicos sobreactúan en demasiados momentos, y sí, las trampas de guión son algo calamitosas, y sí, las trampas de los sustos o las escenas gore son igual, o más, tramposas. Pero la cosa funciona, y eso no se puede decir en otros trabajos del señor Nispel. Creo que, por fin, dio en el clavo.

De hecho, tenemos sustos muy logrados y la posesión está bastante bien elaborada, aunque gana enteros cuando pasa a ser nuestra poseída una clásica killer de un slasher ochentero, y las trampas, especialmente la referente al Padre Conway, funcionan en todo el tramo final.

Pero, sí, aquí también hay un pero, por no decir varios, en el tramo final Nispel se pierde un poco, y al tratar de sorprender con el guion, nos deja con ganas de algo más. Porque, seamos sinceros, el desenlace de algunos personajes es bochornoso, el killing spree está justificado por los pelos, sí, soy magnánimo porque la cinta me enganchó, qué demonios. Así, lo referente a la explicación de todo el asunto es tan tramposa que hasta funciona, sí, así de loca es esta cinta. Eso sí, funciona si uno ha entrado en el juego creado por Nispel.

Además el gore es del todo destacable, incluida escena de la cortadora de césped, si es que no es nada original…

Y aquí está el gran dilema de esta cinta. Ya que puedo entender a la gente que no le haya gustado y también a sus seguidores, entre los que me encuentro. Porque o entras de lleno en las trampas de Nispel, y aceptas todas, o verás un título más de adolescentes estúpidos en una espiral de muerte, con posesiones, gore y comedia gruesa.

Y, que queréis que os diga, yo me dejé llevar por la propuesta de Nispel, y quedé encantado de lo visto.

Por lo que solo me queda decir. Así sí señor Nispel, así sí. Que puede seguir siendo cero original, pero puede ser valiente y atrevido, mezclar no es malo si se hace con gusto y pasión por el fantástico. Y está del todo demostrado que eso le sobra al director. Ah, no puedo dejar de destacar la banda sonora, tiene siempre muy buen gusto el señor Nispel, sobre todo para los que nos gusta la música metalera.

Óscar Arias

La Mansion del Terror - 7.5

7.5

Género; Adolescentes - Posesión - Religión - Gore - Slasher - Comedia

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