“Otro Godzilla yankee. Si Honda y Tsuburaya levantasen la cabeza.. ¿Que no habrá monster movies de USA para rehacer?”
Lo primero que he decir es que soy un ferviente admirador y degustador del cine Kaiju desde hace décadas. Por lo que esta nueva incursión estadounidense sobre el mítico saurio japonés, después de la catástrofe perpetrada por Roland Emerich en 1998, no la acabé de encajar demasiado bien. Pero, como buen aficionado, siempre tenemos un atisbo de esperanzas, más aún después de saber que el director de esta nueva entrega del enorme Godzilla iba a ser llevada a cabo por Gareth Edwards, el cual demostró saber desenvolverse en el cine de monstruos con su “Monsters” en 2010.
Dentro del elenco nos encontramos rostros del todo reconocibles para el gran público, algo imaginable sabiendo que esto pretende ser un blockbuster. Así tenemos la presencia de Aaron Taylor-Johnson, protagonista de la saga “Kick Ass”, Ken Watanabe, visto en “El último Samurai”, o “Batman begins”, Bryan Cranston, de la serie de Tv “Breaking bad”, Elizabeth Olsen, una de las famosas gemelas Olsen, si, las de “Padres forzosos”, Juliette Binoche, en su primera aparición dentro de la ciencia ficción, o David Strathairn, de “Presencias extrañas”.
Pero entremos en materia. Y aquí solo tengo una pregunta bien simple, ¿Por qué? ¿Porque demonios alguien hace una cinta sobre un monstruo japonés sin conocer las formas del Kaiju?, ¿porque hacen los yankes, una vez más, un batiburrillo con el cine creado en otro país?, ¿Porque tienen mas protagonismo los humanos que nuestro monstruo preferido?, ¿Porqué Godzilla sale en cuatro, contadas, ocasiones, y todas ellas en una oscuridad alarmante?, ¿Por qué el estilo cinematográfico se acerca más al de las monster movies yankes que al Kaiju?, y así me podría tirar demasiado tiempo.
Edwards, ¿Qué hiciste con la leyenda creada por los genios Ishirô Honda y Eiji Tsuburaya? Y es que aún no doy crédito. No tuvieron bastante con la cinta de Emerich, donde ese Godzilla se debió llamar Zilla, nombre por el cual se le conoce dentro el universo Kaiju, que han tenido que realizar esta Monster Movie manchando el nombre del mas mítico y gran monstruo cinematográfico de todos los tiempos, GODZILLA.
Eso que la historia, en su estricto sentido de la palabra, sigue bastantes de los cánones del Kaiju más tradicional, con sus elementos infantiles, pocos, y demás, pero el devenir de la historia, y el cómo está plasmada en imágenes deja muchísimo que desear. Pero claro, como el Kaiju Eiga es un género “minoritario”, llegan los grandes estudios y tratan de vender al mítico Saurio como esto que vemos. Pero qué demonios, ¿Nadie vio la saga Millenium de Godzilla? Le da mil vueltas a esta, a la de Emerich, y a la vanagloriada Pacific Rim. Dejad a los japoneses que nos sigan deleitando con su cine y no se metan las major a estropear géneros con 60 años de antigüedad. Ya está bien.
Y para colmo en las casi dos horas de duración nuestro saurio preferido casi no tiene protagonismo, de echo los Muto tienen mucho más protagonismo que el. Monstruos interesantes, todo hay que decirlo, pero que debieron estar más mostrados, porque en esta cinta de monstruos no podemos ver como se debe a los verdaderos protagonista de la historia, los monstruos radioactivos. La fotografía es demasiado grisácea en sus apariciones. Y el truquito de “el corte de luz general” queda bastante mal. Si voy a ver una cinta de monstruos, espero ver monstruos, ¿no?
Sobre el elenco solo apuntar que la trama familiar no hay por donde cogerla, y el único perfil bien tratado, y actuado, es el del doctor Dr. Ishiro Serizawa, bastante bien sacado del Kaiju más tradicional. Porque Ford Brody, interpretado de forma insulsa por Aaron Taylor-Johnson, es un perfil simplón y tristón que no hay por donde coger. Al igual que la mayoría de humanos, los cuales, por cierto, sobran en su gran mayoría a favor de Godzilla.
Además, y sigo centrándome en el Kaiju, el final se asemeja más al estilo de la saga de Gamera de los noventa que a la propia historia de las más de 25 películas de Godzilla, 28 para ser exacto, sin contar las de animación.
Lo que no puedo dejar de agradecer a los grandes estudios norteamericanos es el gran monstruo que han creado para la ocasión, al César lo que es del César. Manteniendo las características originales del saurio han realizado un trabajo soberbio, en lo poco que se puede ver, me repito, al gran Godzilla. De todos modos en demasiadas ocasiones parece que la escala se pierde, tanto con Godzilla como con los Muto, no sé si la ciudad crece y decrece a su antojo, o será cosa de los monstruos. O quizá sea solo la magia del cine..
Por lo que como comentario final solo puedo decir. USA, si tenéis una enorme historia dentro de las monster movies, ¿Por qué tenéis que ir a por los monstruos japoneses si no sabéis realizar ese tipo de cine? Solo los ingleses con su Gorgo, y los coreanos con Pulgasari, Norte, y Yonggary, Sur, se acercaron a las pautas del Kaiju Eiga, películas de monstruos. Y lo peor es que las nuevas generaciones toman a esta Godzilla como la referencia, debido a que la saga Millenium no tienen mucha distribución internacional. De hecho, si os gusta esta Godzilla, no dejéis de ver cualquiera de las entregas de esta saga, me entenderéis, y comprobaréis la catástrofe que han perpetrado los norteamericanos. Y para colmo está en marcha una segunda parte. Si es que lo que manda es el dinero, y el engañar al público. En vez de gastarse el dinero en rodar algo así podrían retomar sus monster movies de los cincuenta, y dejar el Kaiju a los japoneses. Esta película es una falta de respeto total al espíritu del Kaiju. Y si, es entretenida, aunque tampoco tanto contando con el presupuesto con el que han contando.