Crítica- Gritos de agonía (1986)

“Slasher menor de manos de Troma”

Única película dirigida por John P. Finnegan que además firma el libreto y produce, aparte trabajó en otra cinta de la Troma, Cuchillas. Está protagonizada por un grupo de jovencitas encabezadas por Mollie O´Mara, quién no trabajó mucho en la industria del cine y dentro del género solo participaría en Infierno en Safehaven. El resto del elenco no rodaría ninguna otra cinta salvo alguna rara excepción, por lo que podemos saber el tipo de producto que tenemos entre manos.

Bueno una vez mas la sinopsis es del todo errónea. El grupo de chicas va a la casa con una Hermana para limpiarla ya que el antiguo inquilino ha donado toda la dote a las monjas, mediante la herencia. Una vez allí Jackie descubre junto a Elizabeth un misterioso cuadro que corresponde a Jennifer, muerta en la casa en extrañas circunstancias años atrás, ademas Jennifer es calcada a Jackie. De repente la Hermana comenzará a encontrarse mal y las chicas serán asesinadas, hasta Paul, el novio de Jackie que va a rescatarla, morirá. Finalmente Jackie tendrá que hacer frente al pasado de Jennifer.

Slasher típicamente ochentero que tiene gran cantidad de matices para convertirse en una cinta de género menor, sobretodo debido a la falta de ritmo, el poco gore o asesinatos violentos, sobretodo mostrados, y lo poco tratado que está el asesino y el fantasma de Jennfier que solo lo vemos al principio asustando a un niño y un par de veces mas hacia el final de la cinta pero de pasada.

Y eso que el guión es tìpico, por lo tanto del todo aceptable. Con el grupo de adolescentes de turno en una casa abandonada que está “habitada” por el espíritu de una persona que fue asesinada en el lugar. Pero luego tenemos demasiados personajes que no aportan nada, como el niño del principio o el médico que va a visitar la casa.

Como es de esperar y debido a la plana dirección, las actuaciones son bastante flojas y no llaman la atención ni como proyecto de Scream queen. Encima hay momentos que, quiero suponer, son homenajes a otras cintas del género, como una musiquita que parece sacada de Viernes 13, o la parte final donde nos viene a la memoria Cumpleaños mortal, pero sin llegar, ni de lejos, a las buenas sensaciones que provocan estas cintas.

Además de tener que esperar casi una hora para ver el primer asesinato, que encima es el mas salvaje, una cuchillada en plena cara, y al menos lo vemos, ya que la mayoría de muertes no son mostradas, graso error por parte de Finnegan. Además que el final es muy plano y parece estar rodado como para salir del paso, sin atmósfera, cuando la situación lo necesitaba, ni tensión ni nada, una calamidad. Eso sí, lo salvo por que es ochentero y es una debilidad personal.

Slasher menor que adolece de la habitual mala leche de este tipo de cintas de los ochenta donde esta forma parte de los productos menores por su falta de ritmo, atmósfera, muertes cutres y mal desenlace, una auténtica pena. Aun así se pude ver en sesión doble con algún slasher de la época mejor que este, a poco, así no nos morimos en el intento. Además fué producido por la Troma, que cosas mas raras hacían en los ochenta.

Óscar Arias