Crítica- La araña (1958)

“Bert I. Gordon y otra de sus Monster movies de los cincuenta”

Otra de las películas de bicho gigante de mano de Bert I. Gordon, conocido como Mr. Big, y producida por la AIP en su primera época, todavía estaban lejos el ciclo de Corman de Poe, por todo un Samuel Z. Arkoff, por lo que sabemos que estamos ante un producto de serie B. De todas formas hay que recordar que tres años atrás Jack Arnold ya realizó un gran trabajo de araña gigante, Tarántula, 1955, aunque Bert I. Gordon con trabajos como The amazing colossal man, King dinossaur, o The cyclops, ya dejó bien claro sus calidades con respecto a este cine de bajo presupuesto y monstruo gigante destructor de ciudades.

El elenco está encabezado por Ed Kemmer, visto ese mismo año en El gigante de otro mundo, además de ver a Eugene Persson y Troy Patterson vistos en Bloodlust!, 1961, Gene Roth, [Tormented, 1960], Sally Fraser, [Giant from the unknown, 1958], o June Jocelyn , [Attack of the puppet people, 1958], entre otros.

Apuntalando la correcta sinopsis decir que el Profesor Art Kingman es quién encierra a la araña y que una vez que esta escapa sembrando el caos por la ciudad, este y el Sheriff Cagle tratan de darla caza, aunque Carla y Mike vuelven a la cueva donde deberán enfrentarse de nuevo al gigante arácnido.

De nuevo Bert I. Gordon realiza una cinta para encandilar a la juventud de la época, con mucho protagonismo de los adolescentes, aunque debería haber escogido otro elenco ya que algunos de los jóvenes son treintañeros, al menos, escandaloso el caso de Joe, aquel que deja el coche a Mike. Y contando con un guión, basado en una historia propia de Gordon, bastante flojo y con una cantidad de incongruencias y licencias algo impropias. Aunque ciertamente habituales de la serie B de los cincuenta, la cual nos ha dejado infinidad de joyitas, como es en el fondo esta producción,.

Y es que la técnica que usaba Gordon era muy eficaz, aunque es cierto que a la araña de vez en cuando se le traslucen las patas. Las calidades de la misma son muy destacables, además, es mejor grabar a una araña real y mezclar los fotogramas que tratar de hacer algo mas artesanal, que no peor. Además la violencia de la cinta es bastante elevada para la época, ya se sabe que Arkoff gustaba de esta violencia.

Al igual que el guión todos los perfiles dejan bastante que desear, ninguno resulta creíble y solo la araña y el gran dinamismo del rodaje y su buen ritmo hacen de este titulo un producto entretenido, y bastante, que debido a su corta duración, unos 73 minutos, resulta un producto altamente recomendable. Aunque sea cierto que sea bastante inferior a la reciente Tarántula, aunque sea mas violenta, para el bien del espectador.

Por cierto, comentar que en la puerta del cine donde trabaja Mikel vemos el cartel de la reciente The amazing colossal man del propio Gordon.

Los planos de las victimas de la araña son bastante interesantes, se nota que en cierto modo inspiraron a algunos zombies, tipo Liferforce, 1985, o El regreso de los muertos vivientes, 1984, además, y siempre por decisión de Arkoff, se nos muestran varios en diversos momentos, algo que agradecer eternamente.

Ya que la cinta, siendo del todo francos, es floja, a veces demasiado, pero resulta entretenidísima y bastante disfrutable, con momentos geniales. Como el increíble baile que despertará a la araña y su posterior ataque a la ciudad, con muertos por las calles, ¡Hasta veremos a un niño ensangrentado¡ Increíble para la época, dejando así un producto bastante terrorífico, encima siendo un terror bien acompañado de un montaje digno al igual que una banda sonora, al menos, solvente.

Del final comentar que está algo forzado, algo habitual de la época y de las cintas de serie B, y no está a la altura al ataque de la araña a la ciudad, que es lo mejor de todo el metraje. Y aunque nos deja satisfechos de lo visto si da la sensación de haber podido dar un poquito mas, aunque para todos los aficionados a estas Monster movies de serie B cincuenteras resultara toda una alegría.

Bert I. Gordon y otra de sus Monster movies de los cincuenta, no obstante se ganó a pulso el mote de “Mr. Big”, con bastante violencia y una araña gigante deudora de la reciente Tarántula. Ciertamente no está a la altura de otras de sus películas aunque se hace muy disfrutable y alegra la tarde a cualquier aficionado a estas series B. Sin ser una cult movie es todo un disfrute para el aficionado, para no dejarla escapar.

Óscar Arias