Crítica- La bestia y la espada mágica (1983)

“Curiosa mezcla de licántropos y samurais. Hay que verla”

Mas que interesante co-produccion hispano-japonesa perpetrada por nuestro Paul Naschy y el icono japones Sigheru Amachi (Jigoku, The Lady Vampire, The ghost of Yotsuya, varias partes de Zatoichi, etc…). Esta unión tenia una gran futuro y bastantes proyectos futuros, pero la muerte de Amachi, al año siguiente, nos privó de poder contemplar mas coproducciones. Una pena.

En cuanto a la película, pues esta bastante bien, pero quizá sea demasiado larga y hay partes en las que se nota demasiado el lucimiento de los dos protagonistas. Una primera parte solo para Naschy y una segunda, ya en el Japón, dando mas protagonismo a Amuchi. Salvo en las apariciones del licántropo, pero con varias luchas entre Kian y ninjas y Samurais sin la ayuda de Naschy.

Hay varias escenas dignas de mención. Una la pelea del hombre lobo con el tigre de Bengala, si leéis bien. Bastante bien rodada, aunque algo mas de ritmo hubiese sido mas interesante, pero aun así hay que aplaudir dicho esfuerzo. Es algo que a cualquier fan del genero se le queda en las retinas, y me pregunto yo, ¿porque ahora en la era de los remakes no hacen plagios de escenas de este tipo? Con los grandes medios técnicos que hay… en fin.

Y la otra la de Kian luchando, en la mas original tradición japonesa, contra los demonios que guardan la espada magica. Demonios muchas veces vistos, y con una mas que aceptable coreografia en la lucha, cosa de agradecer. Ademas, en esa lucha la fotografía esta bastante cuidada, rasgo tipico del cine oriental. El bueno de Naschy seguro que no entendería tanto cuidado en ese aspecto… XDDD

De todas formas, las peleas samurais son algo flojas,exceptuando la de los demonios. Ya que décadas atrás ya nos habían acostumbrado a luchas mucho mas rápidas y dinámicas. Y es que la cinta en general es bastante lenta, tanto la parte Española como la Japonesa.

Pero es muy curioso ver esta mezcla de generos tan dispares. Si hasta en la parte española meten un judío en pleno siglo XVI, y el tio de Kian se hace el Hara-Kiri, cuando realmente es un Sepuku. Que cosas.

Al parecer la película no tubo la acogida esperada, pero había futuros proyectos, que ya dije antes porque nunca se hicieron, una pena. Porque esta unión de estos dos monstruos del genero nos podría haber legado grandes momentos cinematográficos.

Óscar Arias