Crítica- Rojo oscuro (1975)

“Otro gran trabajo de Argento, con un final soberbio”

Despuès de su trilogìa giallesca con tìtulos de animales, El pàjaro de las plumas de cristal, El gato de las nueve colas y Cuatro moscas sobre terciopelo gris, Dario Argento rodò esta cinta que es como un nexo entre los giallos clàsicos y los temas sobrenaturales que tocarìa posteriormente en Suspiria, etc. Bajo una idea suya y guiòn de Bernardino Zapponi y producida por su hermano y su padre.

Protagonizada por David Hemmings, actor y director, le hemos visto en Sed o Asesinato por decreto, junto a Daria Nicolodi, mujer de Argento, vista en Shock o Phenomena, estàn acompañados por habituales del cine de gènero, vemos a Gabriele Lavia, Zeder, Macha Mèril, Violaciòn en el ùltimo tren de la noche, Aldo Bonamano, Dos menos uno tres, o el niño Jacopo Mariani que participarìa tambièn en Suspiria.

Una noche Markus, un pianista, oye los gritos de una mujer mientras es asesinada, se trata de una vecina suya y al ir en su ayuda cree ver un cuadro que posteriormente no ve. Seguirà investigando por su cuenta, ayudado por Gianna, una periodista. Aparte trata de ayudar a su buen amigo Carlo, otro pianista alcohòlico que parece tener algùn trauma. Pero los asesinatos se continuan, la policía no sabe que hacer y solo Markus està tras la pista adecuada.

Interesante giallo de Argento que introduce elementos paranormales, que harìa de forma màs potente en algunas de sus siguientes cintas. Con un guiòn interesante, aunque algo engañoso y tramposo, Argento nos vuelve a mostrar lo gran director que es. Si bièn la cinta tiene demasiados altibajos gracias al buen hacer de Argento la pelìcula gana en intensidad, ademàs de contar con una banda sonora soberbia, de nuevo por parte de Goblin, que ayuda de forma magistral a la creaciòn de atmòsferas. La uniòn de esta mùsica con la direcciòn de Argento palían, y de que forma, las carencias del guiòn y de algunos de los actores.

Porque David Hemmings està bastante frio, realizando una interpretaciòn algo floja, ademàs de tener un personaje con un perfil nada trabajado. Se nos dice que es pianista, y ni le vemos arrimarse a un piano, parece màs bien un detective. Daria Nicolodi està algo desaprovechada, en cada plano con Hemmings lo devora, dejàndo al actor bastante mal. Hay que reseñar tambièn a Gabriele Lavia, que realiza una gran interpretaciòn, quizà el abuso de maquillaje no le ayude mucho, pero bueno.

Lo màs curioso son los momentos paranormales, muy gòticos, que introduce Argento. Sublime la secuencia del muñeco, que hace crecer enteros a la cinta, que es algo normalita pero que gracias a los elementos comentados, y otros màs, se hace del todo disfrutable.

Aparte Argento demuestra estar en plena forma mostràndonos unos asesinatos brutales y bien rodados, la primera muerte es brutal y sàdica. Ademàs de enseñarnos tambièn un cuerpo muerto años atràs, el tema de los traumas infantiles seguìa latente, siendo este uno de los grandes momentos de la pelìcula.

Aunque lo mejor es toda la media hora final, donde Argento està como pez en el agua. Teniendo un producto del montòn consigue crear algo sublime, con una direcciòn acertadìsima, una banda sonora genial, que casi por si sola sube enteros al largometraje, y una resoluciòn, muy tramposa, pero ciertamente efectiva que nos deja del todo satisfechos de lo visto.

En definitiva, otro gran trabajo de Argento, que demuestra como de un producto normalito se puede crear una gran pelìcula. Conjugando tensiòn, atmòsfera, grandes planos, buenos encuadres y una banda sonora soberbia. Por cierto, las manos del asesino eran las del propio Argento, como dato cinèfilo. Despuès de esta vendrìa el inicio de la trilogìa de las Tres madres, pero aquì ya demostrò muchas cosas. De visiòn obligada para cualquier aficionado del giallo.

Óscar Arias