Crítica- Scream bloody murder (2003)

“Slasher indi de USA que no hay por donde coger”

Primer trabajo del duo Jon Hoffman y Dave Rock, corriendo la direcciòn a cargo del primero, ambos rodarìan la superior, a poco, Scarred dos años despuès. Con un elenco de jòvenes actores con poca o ninguna experiencia previa encabezado por Stephanie Northrup, The black magic, donde destaca Michael McConnohie, el ùnico actor con una amplia carrera donde tenemos que destacar su participaciòn en el doblaje de diversas series de animaciòn orientales, como Vampire hunter, Lupin o la coproducciòn Usa- Japòn Transformers.

Un grupo de estudiantes viajan junto a una profesora y un compañero cojo a una fiesta donde todas esperan conseguir algùn chico, pero en el camino se estropea su coche y acaban yendo a la casa de Hank, un pueblerino mecànico algo retrasado. Pero una vez en la casa comienzan a morir las jòvenes, que no se fiaràn las unas de las otras, asì hasta que solo quede una. Quizà el asesino sea Hank, aunque parece que no se entera de nada.

Pelìcula independiente yankee que contiene casi todos los elementos negativos de este tipo de producciones, aparte de tener un presupuesto ciertamente bajo todas y cada una de las calidades tècnicas son muy malas. Una fotografìa ilògica, con colores chillones u oscuridades inexplicables, pocas localizaciones, montaje calamitoso… Ciertamente la pelìcula se basa en mostrar a las chicas ligeras de ropa y haciendo una especie de gags còmicos a cual mas patètico. Porque los intentos de comedia son ciertamente deplorables, vamos que parecen sacados de un corto amateur hecho para divertirse mas que para una pelìcula con intención de ser distribuida.

Lo que mas me descolocò es ver en el menù del Dvd un tipo en plan Viernes 13, con su mono marròn y una màscara de hockey, impoluta eso sì, algo que se usarà como otro ridìculo gag y que dilapidarà nuestras esperanzas de ver algo mìnimamente interesante.

Al menos hay momentos gore, aunque algo pobres, podemos ver a una chica aplastada, que queda algo ridìculo, una especie de intento de mostrar un coitus interruptus con una excavadora(¿?), que es gracioso pero que està bastante mal rodado, no digamos montado. Lo mas destacable es la muerte de una chica a la que le meten un tubo de gasolina y la llenan hasta que explota, que es lo mejor hecho de toda la pelìcula, y ya es decir.

Porque las actuaciones, si se pueden llamar asì, son muy malas, con personajes sobreactuados y perfilados de forma absurda. Con tòpicos desmesurados que no aportan nada y hace de este intento de comedia slasher un pequeño sufrimiento, si al menos la direcciòn hubiese sido algo dinàmica o màs ágil quizà mejorase el asunto.
Para colmo en la parte final tenemos mas gags absurdos, increíble el del tema del vampirismo, no me lo podìa creer. Y el desenlace que es ciertamente malo, mejor verlo para creerlo. En serio.

Floja, muy floja pelìcula independiente que mezcla slasher, malo, con comedia, peor aùn. Usando como reclamo unas chicas con minifaldas ultra cortas y con un tìtulo ciertamente recurrente. Al menos las dos pelìculas que comparten tìtulo, ambas de los setenta, son bastante mejores, aunque a poco. Solo para degustadores de independiente yankee, pero aviso que es de las malas.

Óscar Arias