“Preciosista, aunque a veces lenta, primera incursión del gran Park Chan-wook en USA”
“Stoker” es el esperado salto al cine norteamericano del cineasta surcoreano Park Chan-wook, responsable de las maravillosas “Oldboy” en 2003 o “Thirst” en 2009. De hecho, se convirtió en una de las películas más esperadas del año pasado. Además, contar en el reparto con toda una Nicole Kidman siempre aumenta su interés, y si el guion, escrito por el actor Wentworth Miller, el protagonista de la serie “Prison Break”, tiene muchos aspectos del cine del genio Hitchcock, este interés por verla aumenta exponencialmente.
¿Y qué nos depara “Stoker”? Pues un gran título de un excelente director al que, quizá, su parsimonia narrativa no le haga estar en el Olimpo del séptimo arte. Y es que la historia, y las formas usadas por Chan-wook, son muy deudoras del cine de Alfred Hitchcock, especialmente nos viene a la mente su película “La sombra de una duda” de 1943. Y se nota, en ciertos momentos, que no tuvo el tiempo suficiente para preparar este largometraje, dicho por el propio Chan-wook en varias ocasiones, de hecho, no vemos ni un solo plano secuencia en todo el metraje, algo bastante raro en el director surcoreano.
Pero lo que no podemos obviar es el fantástico uso de la fotografía y del montaje por parte de esta cinta. Su estética y su belleza estilística sorprenderán a todos. Y es que Chan-wook demuestra, una vez más, que es un excelente director, y que su trato de los planos está a años luz de otros directores europeos o estadounidenses, los cuales se preocupen, muchísimo menos, de la belleza visual. Gracias, una vez más, al cine asiático, por demostrarnos que la belleza visual no es un lastre en la creación de un buen largometraje.
Porque la fotografía es sobria y elegante, además de muy colorida. Otro acierto es la elección de los colores predominantes, el verde y tonos pastel son magníficos. Además que algunas escenas están montadas con una maestría absoluta, y es que el bueno de Chan-wook nos regala unas pocas magníficas secuencias… Algunas simplemente maravillosas.
Y sí, es cierto que el guion hace aguas por diversas zonas. Y es que este “thriller de terror psicológico” tiene altibajos argumentales que están a punto de sacarnos de la historia en diversos momentos, aparte de que la lentitud de algunas escenas ayuda bien poco. Aunque este es otro elemento clásico del cine asiático, pero, he de reconocerlo, este me agrada menos, ya que hay que ser muy fino para no rodar una escena que sea demasiado lenta y tenga fuerza.
No quiero adentrarme en exceso en la historia en sí, la cual, como comenté, es bastante deudora del cine de Hitchcock, contiene diversas incongruencias y faltas de ritmo, las cuales quedan totalmente salvadas por el excepcional trío protagonista. Nicole Kidman realiza una interpretación sobria y, aunque algo desentonada por momentos, muy lineal, dejándonos así la incomodidad de su personaje, una madre algo trastornada muy bien plasmada por la actriz. Matthew Goode, el tío que regresa a casa, nos sorprende con su gestualidad más que con su interpretación total. Me explico, como actor saca todo el partido a su personaje con miradas y gestos, con estos matices logra crear un personaje muy potente, aunque haya momentos que resulten demasiado engañosos, ¿Por qué no come? ¿Y por qué se ve atacar al cuello a una de sus víctimas? ¿Querría Chan-wook hacer destellos del cine vampírico? Desde luego que lo consigue, tanto en el contenido como en las formas, y es que “Stoker” mama, y de qué forma, del cine, más clásico, vampírico. Con un estilo sobrio, lento y elegante.
Y cómo no hablar de la gran interpretación de Mia Wasikowska, una sorpresa bestial. Y es que realiza una interpretación tan sobria que nos deja helados por momentos. De hecho su perfil es muy deudor del cine vampírico, muy en la línea de “Déjame entrar” y similares. Pero no, “Stoker” no es una cinta de vampiros, es un dramón familiar con asesinos de por medio, además de trampas y mentiras.
Por otra parte, no puedo dejar de comentar el alto grado de erotismo de la película. Muy bien tratado, una vez más, por Chan-wook. Y es que no hay nada de más ni de menos. Se intuye más que se muestra, así veremos una relación entre tío y sobrina muy peculiar, impagable la genial escena del piano, donde nada será lo que parece, ¿o sí?
Por lo que estamos ante un gran trabajo, al que quizá se le pueda achacar su lentitud en algunos tramos. Y quizá tenga un final algo tramposo, pero eficaz, que demonios.
Así que tenemos un gran primer trabajo en estados unidos por parte del genial Park Chan-wook, el cual, estoy convencido, nos regalará nuevas joyas en la meca del cine.
Esta su primer incursión ha cumplido con creces, y en cuanto tenga el tiempo suficiente para preparar su siguiente título seguramente nos regalará una que otra joya, como ya hizo desde Corea del Sur.
Óscar Arias
La Mansion del Terror - 7.2
7.2
Género; Thriller - Drama