Crítica- The dark lurking (2008)

“Recomendable Sci- fi australiana que tiene altas dosis de gore aunque nula originalidad”

Interesante debut el que nos propone Gregory Connors, que también firma el guión y coproduce esta cinta de Sci-fi de bajo presupuesto y muy poco original. Está protagonizada por la debutante Tonia Renee, de hecho la mayoría del elenco debuta en este largometraje y varios de los mismos repiten con Connors ya que trabajaron en su único cortometraje, Netherworld, 2005. Como es el caso de Bret Kennedy, que también coproduce, o Anthony Edwards entre otros, aparte señalar la actuación del director Aash Aaron.

Lena es una cobaya humana que despierta en medio de una acción de evasión dentro del complejo 320, unos mercenarios están trasladando a los civiles supervivientes a la superficie aunque el camino está plagado de monstruos sedientos de sangre humana. Después de encontrar al Dr. Konieg comienzan a descubrir que sucede, y que es Lena en realidad, aunque Michaels tratará de ayudarla.

Interesante producción australiana que bebe de distintas fuentes, así veremos muchos elementos de películas tipo Aliens, 1986, Resident evil, 2002, o Doom, 2005, vamos que la originalidad no es muy elevada. Ni con la sorpresa de la resolución de la trama, que recuerda a otros títulos que es mejor no mencionar para no estropearla. Ni siquiera nos llegan a sorprender. Si lo hacen gracias a las buenas maneras mostradas en esta película de bajo, como se nota, presupuesto, de la cual podrían tomar buen ejemplo otras cintas con presupuestos mayores que ofrecen mucho menos que esta, que sabe que tiene y como tratar de mostrarlo. Aun con todas sus carencias, que son varias.

Aunque Gregory Connors comete el clásico error de este tipo de producciones, la duración, sobrepasar los 90 minutos con una película de bajo presupuesto es bastante arriesgado. Y mas todavía cuando la acción es la base del film ya que los momentos lentos destacan, para mal, sobre los continuos tiroteos o encuentros con los demonios, que afortunadamente son muchos.

Porque durante la primera media hora nos quedamos bastante alucinados del gran título underground que nos ofrece Gregory Connors, aunque pasada esta media hora, casi con la muerte del Capitán de los mercenarios, se presupone que el resto va a estar algo estirado, y no nos equivocamos. La acción decrecerá hasta volver a surgir, y los paseos por los tubos de ventilación no mantienen el buen nivel visto hasta entonces. Además de aparecer diversas licencias argumentales que no quedan muy bien, una auténtica pena.

Hay que reseñar a los demonios, bastante bien caracterizados, nada originales, y deudores de los típicos videojuegos gore en primera persona. Los niveles de gore son muy elevados y harán las delicias de cualquier goreadicto, porque la mayor parte del presupuesto debió írseles en látex, sangre y balas.

En cuanto al elenco hay bastantes diferencias, los perfiles son excesivamente típicos, ya dijimos que la originalidad es casi nula, y las actuaciones son normalitas. Quizá haya demasiados momentos de sobreactuación aunque, en términos generales, el elenco cumple.

La parte final tiene un par de giros, siendo uno de ellos, el referente a los porqué de la trama, muy bueno pero que no está totalmente aprovechado. Aunque gracias a las grandes dosis de gore y acción nos dejan bastante satisfechos por lo visto, eso sí, si la cinta hubiese durado unos 15 minutos menos estaríamos ante una gran joyita.

Recomendable Sci- fi australiana que tiene altas dosis de gore aunque nula originalidad, eso sí, con el presupuesto que manejaron han logrado un gran trabajo el cual merece ser distribuido internacionalmente, aunque he de reconocer que le sobra metraje. Porque tenemos un título que no para, casi nunca, y al que todos los que se quedaron alicaídos después de ver Doom entusiasmará, o eso creo…

Óscar Arias