Crítica- Un reflejo del miedo (1973)

“Curiosa cinta de terror psicològico con asesino de por medio pero con mal guión”

Dirigida por William Fraker, quièn dirigiò pocas pelìculas y destacò màs como director de fotografía, trabajando en proyectos como El exorcista 2 o La semilla del diablo. Contando con un elenco potente con un Robert Shaw, el mìtico capitàn del Tiburòn de Spielberg, o Sondra Locke vista en Willard o Los sàdicos y otros actores pero alejados de nuestros gèneros.

Marguerite es una adolescente que vive aislada junto a su madre y su abuela, no conoce el mundo exterior y ni siquiera va a la escuela, su mejor amigo es un muñeco llamado Aaron, el cual la atormenta. Despuès de 10 años regresa su padre, que las había abandonado a causa de su mujer, con otra mujer y pidiendo el divorcio y volver a ver a su hija. La condiciòn serà que se olvide de Marguerite, pero esta està algo desequilibrada y tendrà rapidamente una relaciòn muy especial con su padre, justo antes de que aparezcan su madre y su abuela asesinadas.

Cinta màs que interesante a priori que tiene excesivos fallos argumentales, y encima demasiado importantes. El mayor es justo el que desvela todo el misterio que nos deja tan sorprendido de lo ilògico del asunto que no sabemos si ver al cinta entera de nuevo y olvidarla rapidamente.

Y es que, principalmente, si el padre abandonò a su hija diez años atràs y ahora tiene 16 puès con seis añitos no creo que se haya olvidado de su padre, aunque da la sensaciòn que esos 6 años o no existen o se lo pasarìa viajando. Pero bueno, aparte de estos sinsentidos garrafales digamos algo de la cinta, que en su primera parte tiene grandes momentos y da la sensaciòn de estar ante una gran pelìcula olvidada.

Porque las primeras secuencias de Marguerite con Aaron, su muñeco, prometen y mucho, làstima que luego nos perdamos en batiburrillo de ni se bien que, y es que al muñeco se le saca partido pero de una forma algo rara, en unos momentos queda sensacional y en otros es todo una incògnita.

Las actuaciones son muy discordantes, ya que si bien Sondra Locke hace el papel de su vida, Robert Shaw parece un tèmpano de hielo y hace una actuaciòn bastante pobre. Y lo mismo pasa con las otras tres mujeres protagonistas, que tienen secuencias muy buenas con otras excesivamente planas, lo cual queda raro y descompensado.

La atmòsfera si està conseguida, y la fotografì cuidada, algo normal siendo una cinta de un director de fotografìa. Tiene un toque sexual algo raro y mal conseguido, suponemos que Marguerite està algo ensimismada con su padre, pero algo mal contado. La losa de un guiòn espeso y unas incongruencias tan brutales nos ofrecen un final extraño, ilògico y para colmo no guarda continuidad.

Eso sì la resoluciòn de todo es increible, si hubiesen cuidado los detalles argumentales serìa excepcional, y màs aùn en la època en que se rodò, pero es que la cagada es tal que no sabes ni donde meterte.

Curiosa cinta de terror psicològico con asesino de por medio con demasiados fallos de guiòn lo cual deja una sensaciòn final algo caòtica y confusa. Y es una làstima ya que la cinta tiene buenos momentos y podrìa haber sido una gran pelìcula de terror. Ese muñeco podrìa haber sido mas importante en la parte final, pero es que ese guiòn… Buff menuda losa.

Óscar Arias