Crítica- Viaje al centro de la Tierra (1959)

“Gran adaptación de una de las mejores novelas del genial Julio Verne”

Una de las consideradas mejores adaptaciones de la famosísima novela de Julio Verne del mismo nombre, el director Henry Levin, quién ya dirigiese Cry of the werewolf, fue el escogido para rodar esta gran producción y Charles Brackett realizó el guión y la produjo. El elenco está compuesto por James Mason, que también participó en la otra gran adaptación del universo de Verne, 20.000 leguas de viaje submarino, 1954, aparte de verle en Los niños del Brasil, 1978, Pat Boone, [The horror of it all, 1963], Arlene Dahl, la cual no rodó mas cintas de género, y el atleta Peter Ronson que no participó en ningún otro largometraje. Aparte también vemos a Diane Baker, [Strait- jacket, 1964], Thayer David, [Una sombra en la oscuridad, 1971], o Alan Napier, eterno Alfred de la mítica serie de Batman de los 50.

Apuntalando la sinopsis comentar que el rival de nuestros expedicionarios es el Conde Saknussem, familiar del hombre que le dio la pista a Lindenbrook para comenzar la expedición al centro de la Tierra.

Pues bien, nos encontramos ante una de las mejores versiones del fantástico libro de aventuras de Julio Verne, muchas otras adaptaciones han visto la luz pero ninguna ha llegado a las cotas puestas por esta producción, la cual cuenta con un amplio presupuesto, de la 20 Century Fox que quería repetir el éxito pasado de la Disney con 20.000 leguas de viaje submarino. Algo que en cierto modo consiguió aunque quizá sea una película excesivamente aventurera a la cual le falte algo mas de dinamismo o velocidad en determinadas secuencias.

Obviamente las calidades técnicas son buenas, los decorados, aún siendo de cartón piedra, son casi perfectos, la fotografía colorista, rodaron en Cinemascope, está muy lograda y cada detalle técnico está bastante cuidado, algo que agradecer ya que en estas grandes producciones suelen haber demasiados errores.
Es curioso como no se quiso usar la técnica del Stop- motion cuando se nos muestran a los terribles monstruos, sino que se grabaron animales reales atrezados. Un lagarto con una espina en el lomo, y luego conjugaron estos planos con los de los actores reales, dejando unas calidades aceptables aunque si hubiese estado hecho en Stop- motion hubiese ganado enteros, casi seguro.

Hay que destacar igualmente la planificación de personajes, no obstante el libro de Verne es sensacional en este aspecto, y las distintas interpretaciones. Todas llevadas al extremo del personaje pero resultando totalmente acertadas, quizá Peter Ronson quede algo desubicado pero no olvidemos que fue su único trabajo interpretativo. Aparte el personaje del Conde Saknussem, interpretado por Thayer David, resulta excesivamente inferior al trío protagonista, detalle este que perjudica a la película claramente.

De todas formas no hay que obviar que estamos ante una cinta de aventuras de los 50, viéndola así es toda una joyita, que ciertamente ha envejecido algo mal aún resultando bastante entretenida, algo que no se puede decir de cintas actuales. De todas formas las secuencias donde encuentran la Atlántida o el bosque de Hongos son soberbias, entre otras, ya que hay varios momentos muy logrados.

Curiosamente cuando los protagonistas regresan a la superficie el ritmo se incrementa, algo que no sucede durante el descenso al centro de la Tierra, además de tener excesivas licencias de continuidad. Pasan los días como si tal cosa, aunque es mejor aceptarlo para el buen disfrute del film, y, obviamente, tendremos un final totalmente feliz para toda la familia.

Gran adaptación de una de las mejores novelas del genial Julio Verne, aunque quizá el paso del tiempo no la haya sentado demasiado bien pero aun así sigue siendo la mejor adaptación del libro de Verne, algo que dice bien poco de las últimas revisiones del clásico. Es mas interesante tratar de crear algo digno y entretenido con buenas calidades que no desparramos de efectos especiales sin sentido. De visión obligada.

Óscar Arias