“Pasable psychokiller mexicano, al que la falta de ritmo provoca el tedio en algunos momentos”
En las décadas de los 50 y 6,0 en México, se produjeron no pocas joyas del cine de terror, y, además, se instauró una moda de entremezclar comedia, con cómicos nacionales, y terror. Así, pudimos ver y disfrutar de cómicos como Germán Valdés (Tin Tan), Capulina, El Loco Valdés, o Arturo Cobo. Esta cinta que nos ocupa está dirigida por el especialista Alfredo Zacarías, e introduce al cómico Joselo, el cual gozó de poca fama dentro del cine del país. Aunque Zacarías realizó no pocas producciones de estilo a esta, mezclando el terror y la comedia mexicana. Aunque en esta curiosa Demenciator, genial el título internacional, Zacarías decide mezclar el cine de psicópatas made in USA, con Psicosis a la cabeza, y estos elementos cómicos.
A priori todos estos elementos nos harían pensar en que estamos ante una gran cinta, pero no es así. Si bien es un entretenido producto queda bastante lejos de las grandes obras terroríficas mexicanas, el listón quedó muy alto. Aunque es superior, o si no del mismo tipo, de muchas cintas de psycho killers norteamericanas de la época. Aparte, la introducción de Joselo no aporta nada, más bien desespera. No es de extrañar que no fuese un cómico de renombre dentro del cine mexicano.
Eso que la cinta comienza de forma más que competente, usando todos los cánones del género y usando las trampas justas para el bien de la cinta. La cual, como es habitual del cine mexicano, luce perfectamente, especialmente para con el presupuesto que tiene. Y es que qué gusto, como aficionado, el poder disfrutar de estos títulos mexicanos de su época dorada, los 50 y 60. Porque la caracterización del asesino, llamado “El estrangulador”, si bien es poco original, es bastante aceptable. Lástima que su trauma esté tan mal tratado, por momentos parece estúpido, cuando debería darnos miedo debido a su locura. Además Roy Jenson está excesivamente frió y copia los cánones de los asesinos más del tipo “Frankenstein” de la época. Es decir, muy estáticos y con movimientos bruscos. Y por si fuera poco su trauma está forzadísimo, es más, cuando “El estrangulador” tiene ganas de matar, se fuerza su actuación muchísimo, y si bien en primer momento resulta curioso, en los siguientes parece ridículo y forzado.
Por otra parte la niña Evita sobreactúa bastante, algo habitual del cine mexicano de la época, pero, curiosamente no queda nada mal. Aunque en sus diálogos tengamos momentos cómicos muy interesantes, de hecho, su inicio y su intento de conseguir una novia a su padre está muy gracioso. Es ingenuo y efectivo para con la película.
Por otra parte la dirección es bastante simplona, muy efectiva y nada más. Al menos Zacarías no rehuye del gore y nos mostrará un par de degollamientos bastante efectivos y sanguinolentos que harán las delicias del aficionado. Y que bebe, y mucho, del cine norteamericano del estilo.
Lástima del final tan infantilote, el enfrentamiento entre “El estrangulador” y Joselo es cutrísimo y baja enteros a la cinta. La cual se excede en tener demasiado metraje en la persecución del killer y la niña, llegando a desesperar en pequeños momentos. Porque es increíble que estemos mas de media hora estirando esta persecución, encima no se aumenta la tensión ni el terror. Si al menos hubiese más muertes durante este tramo su visionado sería más ameno. De hecho, la escena de la fiesta, ¿De qué sirve?
Por lo que tenemos un título menor dentro de la filmografía mexicana de la época, aunque cumpla como cinta de psycho killers. Es muy del estilo de los títulos de la época de USA, y la verdad es que no destaca en exceso. Qué lástima que la comedia no funcione y que Zacarías realice una dirección tan lineal. Eso sí, el título de su versión internacional siempre fue muy llamativo. Demenciator, casi nada. Antes sí que sabían vendernos cualquier producto, igualito que ahora, ¿no?
Óscar Arias
La Mansion d el Terror - 5
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Género; Asesino en serie