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Entrevista a la actriz española Sandra Alberti

Entrevista realizada por Serena Iniesta

Entrevistamos a Sandra Alberti (Zamora, 1955), un rostro a reivindicar que, aun no siendo de las actrices más conocidas de la época, eclipsó con su belleza y personalidad la etapa dorada del cine clasificado “S”. Su incursión en el cine de terror fue breve, constando únicamente de tres títulos, pero después de su debut en 1976 con un breve papel en “La muerte ronda a Mónica”(Ramón Fernández) y de realizar un papel secundario en la cinta de León Klimovsky “Violación fatal” (1978), dejó marcado a fuego el cine de terror español con uno de los trabajos más importantes de su carrera, dando vida al fascinante personaje de Berta en “Escalofrío” (Carlos Puerto, 1978). En las siguientes líneas, hablamos con ella principalmente de esta película y añadimos algún breve comentario de las otras dos. 

LA MANSION DEL TERROR- Hola Sandra. Todos te conocen por Sandra Alberti pero, ¿cuál es tu nombre de pila y por qué te lo cambiaste?. 

SANDRA ALBERTI- 
Nunca pensé que por amar la profesión de actriz debiera cambiar mi nombre que no era otro que el de “Choche”, pues así me llamaban en familia y mis amigos desde mi infancia que trascurrió en tierras de Valencia capital. En el año 77 en España todavía se miraba a la mujer como a un espécimen de deleite de los hombres y mi representante me dio a elegir entre Sandra y algún que otro, y opte por este. Ah, y se me olvidaba que mi nombre de pila es Mª José de Jesús. 

LMT- ¿A qué edad hiciste “Escalofrío”? ¿Te encontrabas en un buen momento personal y profesional en tu vida? 

SA- 
“Escalofrío” la comencé con 22 años y la termine con 23. El rodaje fue en el mes de diciembre del 77 y se termino en los primeros días del mes de Enero del 78. 

En el aspecto profesional ascendí de una manera vertiginosa en un espacio de tiempo muy corto y no me sentía excesivamente satisfecha del resultado de las experiencias que me toco vivir como actriz en las numerosas intervenciones, bien en cine y televisión como de Presentadora de un espectáculo como “Crazy Horse” que ejercí en plena Gran Vía de Madrid. Fue todo demasiado rápido y no me daba tiempo de meditar y esperar como persona que no ha dependido nunca de nada ni de nadie y tenía que seguir trabajando para mantenerme aunque lo que hiciera no fuera completamente de mi gusto. Para pagar el alquiler o el resto de facturas nadie te espera, esa era mi situación como mujer trabajadora en una profesión difícil como es la de actriz. 

LMT- ¿Cómo fue tu impresión inicial de su productor Juan Piquer Simón al contratarte? 

SA- 
Si te tengo que decir la verdad, no me gusto nada como persona, puede ser que me confundiera, pero esa fue mi impresión. Nada a lo largo y ancho del rodaje cambio mi primer pálpito hacia Juan Piquer. 

LMT- Según Carlos Puerto, debían contratarse a actores que cobrasen poco dado el bajo presupuesto con el que se contaba y tú eras la que menos cobraba. ¿Esto es cierto?. Aunque nunca fuiste nada materialista, ¿verdad? 

SA- 
Lo que la producción tuviera dispuesto yo no lo sabía, sí, la propuesta que me hicieron, lo que sé es que a mí me interesaba después de dos años haciendo segundos papeles y algunos de ellos de vital importancia para el desarrollo de las películas que hice es que me convenía hacer una protagonista y por ello acepte el papel sin mirar si era poco o mucho lo que me ofrecían. Yo tonta nunca he sido y aquella película de bajísimo presupuesto que yo desconocía se convirtió en su estreno en un bombazo de la época. Como Juan Piquer, venía de trabajar como publicista se le ocurrió poner en TVE del momento un spot publicitario donde se nos veía jugando al juego de la Ouija, todo un espectáculo para los creyentes del esoterismo de la época. 

Y, con respecto a que no soy materialista te diré que perdí 25.000 del contrato con tal que hiciera el papel de mi marido un amigo actor que se hecho para atrás porque no sabía conducir, cosa que yo hice en el “Transexual” sin tener carnet de conducir, con esto creo que se puede valorar lo estúpida que soy por querer apoyar a mis amigos. 

LMT- Durante el casting, Carlos Puerto dijo que tú eras el tipo de actriz que se ajustaba a lo que el guión requería porque venías de realizar comedia erótica y necesitaba a gente dispuesta a rodar ciertas secuencias sin ningún reparo. ¿Pensaste sinceramente que te contrataban para el papel solo por esto o porque además tenías talento? 

SA- 
Juan Piquer era un tío listo que creyó ver en mi algún talento, porque te puedo asegurar que era despótico y muy duro con la gente con la que trabajaba y si no hubiera visto algo especial, no me hubiera dado el papel. Y en cuanto, a las escenas eróticas fue un momento en el que todo Dios tuvo que desnudarse y tragar por exigencias del guión lo que te impusieran. Hoy en día me rio de lo estoy viendo porque siempre he creído que la película tiene un contenido sexual fuerte, pero al lado de otras que veo, esta se queda en pañales. 

LMT- ¿Cómo fue tu relación con los compañeros de reparto? ¿Congeniaste especialmente con alguno de ellos? 

SA- 
Pues, como dices de compañeros, excepto con Mariam Karr que se creía ella misma que era la gran diva, y no fue grata la experiencia con ella, si con el resto del reparto. Estuve más cerca de Ángel Aranda porque su edad le hacía más profesional y sensato. 

LMT- La película se rodó en Torrelodones, en una de las propiedades de la familia Franco. Dada la censura que había sufrido el cine español anteriormente, ¿alguno de sus miembros se opuso o puso pegas para que se rodase allí una película de tales características?. ¿Conoces alguna otra película que fuese rodada en el mismo lugar? 

SA- 
De todo este tema y como fue llevado no os puedo informar porque nada sé. Sí os digo que los últimos días de rodaje hicimos doblete con otra peli y que en cuarto de vestuario me encontré con la actriz catalana Teresa Gimpera planchándose su ropa. 

LMT- Aunque ya te habías desnudado antes, ¿te resultó fácil y cómodo realizar las secuencias eróticas? ¿Utilizaste doble en alguna de ellas? ¿Cómo recuerdas aquella famosa orgía de los cuatro protagonistas? 

SA- 
Cuando eres actriz, no eres tú, estas interpretando un personaje. No me resulto difícil porque yo solo soy un vehículo del personaje y además os voy a contar una anécdota por la que pase en ese momento del aquelarre; todos estaban muy nerviosos y yo estaba tan pancha, los personajes masculinos y sobre todo Fernando Guillen dio muestras de miedo escénico y acabaron por darnos a fumar un porro para estar más distendidos. 

LMT- ¿Recuerdas alguna anécdota especialmente curiosa del rodaje ? 

SA- 
En la escena de la bañera como la casa no tenía luz, no pudieran calentar el agua y en pleno diciembre y para no perder tiempo, yo misma dije que lo hiciéramos cuanto antes y me sumergí en aquella agua de sierra del mes de diciembre en Torrelodones ante el estupor de todo el cuadro técnico. 

LMT- ¿Hay algo en la película, por insignificante que parezca, que repercutió negativamente en tu vida o que te marcase de algún modo? 

SA- 
Sí y mucho, a partir de haberla concluido me llamaron por lo menos dos o tres veces de la productora para comunicarme la muerte de dos de los componentes del equipo. Aquello causo en mi un cierto temor que duro un tiempo considerable en mi vida, mientras que los que me lo comunicaban se reían, haciendo chirigota y burla de quien podría ser el siguiente.

LMT- ¿De dónde salió aquella espantosa muñeca? ¿Se destruyó realmente en la secuencia del tiro en la cabeza? ¿O tal vez se construyó más de una para la ocasión y todavía permanece guardada? 

SA- 
A mí en aquella época pocas cosas me daban miedo, aunque siempre creí en el más allá. El caso, es que estuve presente en el momento de su explosión y luego no se sustituyo porque ya se habían grabado todas las escenas en las que aparecía. Si permanece guardada ya no tengo constancia. 

LMT- Berta está supuestamente poseída por el diablo y es malvada, pero también esconde mucha información de su enigmática personalidad. ¿Hay algo de ella en ti? 

SA- 
En el guión, si os dais cuenta, yo no tenía demasiado papel con texto y si mucha presencia, como comerte ese segundo plano como mujer protagonista, ahí me construí un papel enigmático que fuera dando cada vez más misterio a mi persona, en ese aspecto soy malvada porque voy con un interés de más protagonismo del que tenía y del que a cada momento que crece el personaje de Berta se va convirtiendo en más mala. De hecho a mi marido lo matan una vez y desaparece hasta el final pero a mí me tienen que matar dos veces para acabar conmigo. Soy dura por fuera porque la vida me ha hecho así como la canción, y mi complexión física y mi voz me hacen parecer mala o dura pero no me tengo por tal. 

LMT- En su día, más concretamente el 3 de Septiembre de 1978, y a propósito de tu intervención en “Escalofrío”, Francisco Umbral te dedicó unas líneas en uno de sus artículos en el periódico La Razón, calificándote de “Sex Symbol”. ¿Lo conociste en persona? ¿Qué opinión tienes de él? 

SA- 
Lo conocí en muchas ocasiones porque me buscaba para llevarme casi de una manera obsesiva al catre, cosa que no llego a lograr porque siempre me protegí de él llevando siempre a mi lado en todas y en cada una de mis entrevistas con Francisco Umbral de mi buen amigo Jaime. Pues en cuanto a la opinión como escritor, fue muy conocido y reconocido por su pluma y en cuanto a su persona, prefiero no tener que hablar mal. 

LMT- Aún siendo consciente de que ocupabas los “sueños húmedos” de muchísimos admiradores, dada tu belleza, en la etapa de “Escalofrío” eras muy modesta con tu físico. ¿Por qué no te sentías guapa? 

SA- 
No era tan consciente porque soy mujer y por aquel entonces yo no pensaba en esas cosas, hasta que un día a la puerta de una peluquería una mujer me pregunto aseverando que si era Sandra Alberti, a lo que respondí que si, de inmediato me hizo saber que su hijo tenía las fotos de Interviú al pie de su cama y que ella daba por cierto la de manolas que se habría hecho pensando en mi, sentí pudor. No había calculado que yo podía hacer sentir eso a los hombres, era muy inocente con esa edad. Solo me interesaba el trabajo y encontrar a alguien que me amara como mujer. 

Y en cuanto a no sentirme guapa, te tengo que decir que me he sentido más persona que mujer y no he jugado nunca con los hombres ni con nadie a seducirlos. 

LMT- ¿Has vendido tu alma al diablo? Porque en la actualidad sigues estupenda … 

SA- 
Nunca lo hice y, creo porque no se puede poner la mano en el fuego que no lo hare, pero si muchas personas se preguntan porque me conservo bien, y yo me contesto a mis misma que será porque Dios lo querrá así, por si tengo que volver de nuevo al cine. 

LMT- Después de hacer la película, estuviste directamente relacionada con el mundo de la videncia durante años. ¿Te atraía el tema de la Ouija? ¿Participaste alguna vez en alguna sesión de espiritismo? ¿Te parece peligroso? 

SA- 
Trece años de mi vida estuve en el mundo esotérico y he vivido experiencias impresionantes, pero en cuanto a Ouija la realice de jovencita y en la película “Escalofrio” y nunca más, ya que tuve un maestro que decía QUE NO SE DEBE MOLESTAR A LOS MUERTOS porque puede haber alguna persona de la rueda que tenga el poder de traerlos y a lo mejor de no devolverlos a su lugar una vez ha terminado la sesión. 

LMT- ¿Qué piensas de las sectas satánicas afincadas en España? ¿Piensas que hay tantas como dice Jiménez del Oso en el prólogo? ¿Conoces algún cineasta famoso que pertenezca a alguna de ellas? (aunque no digas nombres) 

SA- 
Si las hay, porque hay muchas personas que con tal de lograr sus objetivos son capaces de pedírselo al mismo diablo, pero también sé que lo pagaran antes o después y aquí mismo por alistarse en las filas equivocadas. No os puedo dar nombres, ni lo sé, pero en el Cine hay mucha gente capaz de todo. 

LMT- En el mismo año de “Escalofrío”, vendría tu tercera incursión en el cine de terror, realizando un papel secundario en la cinta de León Klimovsky “Violación fatal”, en la que coincidiste con Ágata Lys, entre otros. ¿Cómo fue tu relación con ella? ¿Te trató bien el resto del reparto? 

SA- 
Esta era la segunda vez que yo trabajaba con Agata Lys, la primera fue en EL TRANSEXUAL, fue un trato amable que no paso de ahí, era una mujer distante y sumergida en sus pensamientos, nunca busco la amistad y por mi parte no era una mujer que me agradará para ser mi amiga, éramos muy diferentes. El resto del reparto fueron muy amables conmigo y divertido, tengo que decirte que las innumerables esperas de tiempo que tiene el cine yo recibí mucha cordialidad de la parte técnica que eran personas más cotidianas y sin darse ninguna importancia. 

LMT- Mirando hacia tus orígenes, tu debut en el cine vino de la mano de Ramón Fernández, participando con un breve papel en su thriller “La muerte ronda a Mónica”, en 1976. ¿Cómo fue la experiencia? 

SA- 
Fue mi primera sesión de cine y con frase. Conocí en maquillaje a Nadiuska mientras la acicalaban, la labor fue de horas por cierto, pude observarla por ese mismo tiempo, las personas que no son comunicativas, no me gustan, algo quieren guardar, será que no son generosas y por lo tanto no son como yo. 

LMT- Y para finalizar, comenta lo que quieras a los lectores de La Mansión del Terror. Muchas gracias por tu atención.

SA- 
Siempre desde pequeña ame al cine porque te sumerge en mundos que ni por asomo las personas comunes podemos ni imaginar, me encantaban las películas de terror por lo intensas en emociones que son, a día de hoy sigo viendo cine a diario y soy feliz en todos esos minutos donde la pantalla me atrapa y me conduce a una historia diferente. 

Me siento muy identificada con todos vosotros porque observo como veneráis a todo lo que tenga que ver con ese cine de terror donde todos nos convertimos en niños y volvemos a sentir y a enamorarnos de escenas y personajes de película que se han incrustado en nuestros cerebros para siempre. 

Os quiero dar las gracias, por contar conmigo en esta entrevista que me devolverá a la luz de todos vuestros seguidores, que son muchos y que quiero que sepan que estoy mucho más cerca de ellos de lo que puedan llegar a imaginar y lo sabéis aquellos que ya habéis tenido el gusto de conocerme y que si un día me encontráis en cualquier lugar no tengáis miedo de acercaros a mí, yo no soy una película de terror, solo soy una mujer cuyo nombre artístico es SANDRA ALBERTI.

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