Crítica- Subhumanos (1972)

“Mutantes en el metro en una cinta gore, que cumple sin más”

Primera incursión de Gary Sherman en el cine de terror, más tarde nos legaría la genial Muertos y enterrados, Poltergeist 3 y gran parte de su serie televisiva. Está protagonizada por Donald Pleasance, poco se puede decir de él, y contando con un cameo de Christoper Lee, que lo nombran demasiado y actúa en contados momentos.

En el metro de Londres desaparece varia gente misteriosamente, pero hasta que un alto cargo no es uno de esos desaparecidos la policía no investigará apropiadamente. A todo esto Alex y Patricia se ven envueltos en esas desapariciones ya que encontraron a un hombre, al parecer muerto, y al avisar a la policía el cadáver desapareció. Entonces descubriremos como una especie de humanos mutados se han convertido en caníbales y se alimentan de las personas que raptan en el metro donde ellos viven. Todo esto sucede cuando solo quedan dos ejemplares de esta curiosa mutación y ella está en cinta. Pero todo empeorará al morir y el hombre entrará en cólera y querrá conseguir una nueva mujer. Patricia parece ser la escogida.

Pasable cinta que me esperaba mejor. El guión e idea original me parecen muy acertados, pero no como está contada la historia. Va a trompicones por momentos y se nota en diversas secuencias, como por ejemplo la aparición de Lee, que es un policía de Scottland Yard que no sirve para nada en el transcurso de la cinta. O las formas de investigación de Pleasance, burdas y encima aquí sobreactua en demasía y no le da nada de realismo al personaje. O cuando el Hombre mutante es capaz de matar con sus manos a tres hombres, debido a que posee una fuerza descomunal, pero no puede con Alex, que, claro, es el héroe de turno.

La fotografía y puesta en escena si son dignas de mención, ya que son muy potentes y realzan los momentos de tensión y gore. Hay partes que da la sensación de haberlas grabado Peter Walker, el gore claro, muy buenos momentos, no vistos en todas las versiones por cierto, en la mejor tradición del cine inglés. Las actuaciones en general son buenas, salvo Pleasance que me pareció exagerado. Quizá haya alguna parte en la que la cinta caiga en una especie de sopor argumental y le cueste volver a su rumbo. Afortunadamente el final, sin ser nada del otro mundo, cumple a la perfección y nos deja un buen sabor de boca. Ya que, aún vanagloriando de nuevo al héroe de turno, queda bien en gran medida por la acertada actuación de Hugh Armstrong con una caracterización bastante buena. Sin ser del otro mundo da la sensación de ser mutante sin haber perdido sus rasgos humanos.

Cinta entretenida, que podría haber sido mejor. De todas formas Sherman mejoró sus técnicas y la siguiente fue la soberbia Muertos y enterrados. Pero esta nos deja un buen sabor de boca debido a su historia. Esta cinta es de 1972. Contando con una atmósfera muy conseguida y buenos momentos gore. Además de mantener ese típico toque inglés en las grabaciones, sin ser Hammer ni mucho menos, pero tiene un noseque…

Óscar Arias