Crítica- Hush (Silencio) (2016)

“Nueva home invasión con mujer sordomuda. Pudo dar más de sí, pero cumple”

El director estadounidense Mike Flanagan está labrándose un nombre dentro del panorama del cine de terror actual por méritos propios. Y no por estar realizando grandes trabajos, curiosamente, sino por estar proponiendo situaciones vistas bajo un prisma con elementos originales, y esto, a día de hoy, es decir bastante. Así si “Absentia” (2011) cumplía y poco más, su siguiente trabajo “Oculus: El espejo del mal” (2013) dio de lleno en la diana. Por lo que solo nos queda ver su tercer trabajo para saber si Flanagan ya se consolida.

Y bien, sin estar delante de un grandísimo trabajo si podemos decir que es un competente título de Home invasión, el cual mezcla un par de ideas originales de este subgénero, que han sido tocadas en mil ocasiones, y que en realidad funcionan aún con todos sus altibajos. Porque qué aficionando de pro no recuerda a la conmensurable Mia Farrow en “Terror ciego” allá por el 1971 en la joyita de Richard Fleischer. Ya que esta “Hush (Silencio)” es un híbrido entre la citada “Terror ciego” y las más actuales, y en moda, cintas de Home invasión. Tipo “The purge”, etc…

Así, contando con una sola localización, la casa de la mujer, y un elenco bien escaso, la mujer sordomuda, sus vecinos y el acosador, Flanagan consigue ponernos en situación en los poco más de ochenta minutos de duración de la cinta. Otro acierto. Porque la cinta sufre de diversos cambios de ritmo y tempos. Esto sumado a las pequeñas licencias que se toma el bueno de Flanagan nos podría haber dado un título bastante inferior. Y eso que a uno le da la sensación de haber podido tener delante de nuestros ojos un título superior al que vemos, sobre todo si algunas decisiones hubiesen sido otras.

Y en este punto no puedo obviar la decisión de desenmascarar al asesino a las primeras de cambio, craso error. Y sí, que es parte “fundamental” del guion, por otra de las trampitas del mismo, pero le quita mucha tensión y “magia” al asunto. Más aún cuando se nos muestra a un killer sin nada destacable, y sin ningún tipo de historia. Algo, por cierto, positivo y negativo al mismo tiempo. Así que nos toca aceptar todas y cada una de las licencias argumentales que nos deja esta historia para con el acosador, interpretado, por cierto, de forma correcta, sin mayores alardes, por John Gallagher Jr., al cual hemos visto por la decepcionante “Jonah Hex” en 2010, o la reciente “Calle Cloverfield 10”.

Kate Siegel es la encargada de interpretar a la protagonista absoluta de la cinta. La chica sordomuda. De Kate comentar que ya trabajó con Flanagan en “Oculus: El espejo del mal” (2013) y también protagonizó el bajo presupuesto “The Curse of the Black Dahlia” (2007) aparte de coescribir este título que nos ocupa. Y, afortunadamente, el tándem Gallagher- Kate Siegel tiene química. Eso que tampoco es que compartan muchos planos, pero la dirección sí consigue empastar ambos perfiles creando un pequeño in crescendo dentro de la trama. La cual, si bien es realmente tramposa, nos va dejando satisfechos con lo que vemos. Aun teniendo la aparición del vecino que es algo chapucera y que está resuelta de forma algo burda y muy tramposa.

Por lo que solo me faltó algo más de acción, o de escenas tensas. Más aún, teniendo constantemente en la mente la cinta de Fleischer y la infinidad de títulos actuales de Home Invasion. Porque el perfil de la sordomuda ya hace empatizar con ese personaje desde el primer momento, y solo esperamos ver qué penurias le pasan a la chica. Y aquí la acción transcurre, en no pocos momentos, de forma demasiado pausada o atropellada. Amén de tener demasiado distanciamiento entre las escenas tensas. La relativa a la mano pudo dar más de sí, por ejemplo.

Aunque quizá este detalle sea debido al montaje, realizado por el propio Flanagan, el cual cumple y poco más. Ídem con la fotografía. Eché en falta algo más de luminosidad, o de rellenos, o de poder ver algo mejor lo que sucede. La banda sonora, por otra parte, no me dijo nada, de hecho, no recuerdo ni una sola nota musical. Lo cual tampoco es que sea nada negativo, ojo.

Por lo que nos queda esperar al final y ver la resolución de la noche. Y si bien no hay grandes, por no decir ninguna, sorpresas, el desenlace cumple. Y cumple aun con su falta de fuerza, valentía o algo más de mala leche. La escena del baño queda algo desdibujada cuando pudo ser realmente potente. De hecho esta escena, como todo el final, cumple las expectativas, pero nos deja con la sensación de poder haber dado más de sí, quizá demasiado más de sí. O es que ya espero mucho de Flanagan, no lo sé.

Eso sí, la corta duración de la cinta ayuda, en el más puro estilo underground yankee. Siendo este detalle uno de los grandes aciertos del director, y del cual podrían aprender muchos. Ser conciso en el planteamiento suele ser muy positivo, así está cinta tiene un visionado rápido. Resultando, de esta manera, una cinta entretenida que cumple a la perfección sin ser un título demasiado destacable. Y es que el subgénero de las Home invasion está empezando a estar muy trillado ya. Y el mezclarlo con una mujer sordomuda, si bien a día de hoy es original, ya se ha realizado hace décadas, y con resultados bárbaros. Y de todos modos es un título del todo recomendable, más aún con el presupuesto con el que contaron, matiz importante.

Óscar Arias