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Crítica- Ana y el apocalipsis (2017)

“Musical Zombie, demasiado, adolescente y falto de “chicha” zombie”

El invierno pasado y proveniente de Escocía llegó a nuestras pantallas “Ana y el apocalipsis”, un musical Zombie. El cual fue distribuido como la mezcla perfecta entre “Zombies partys” y “La la land”. Lo cual llama poderosamente la atención, aunque un servidor no haya visto “La la land”, ni ganas que tengo… jajaja Eso sí, hay que ver con qué facilidad se hacen estas comparaciones siempre, y como nos las tragamos también…jajaja

Pues resulta que este título está basado en un cortometraje musical dirigido por Ryan McHenry en 2011 y ganador de un BAFTA titulado “Zombie musical”, que os recomiendo ver ya que es mucho mejor que esta película. Luego diré los porqués. Por lo que se optó por rodar una película bajo la misma idea original, pero al fallecer McHenry en 2015 se optó por John McPhail para encargarse del proyecto, el cual dedica la cinta al fallecido, por cierto. Apuntar que este es el segundo largometraje de McPhail, después de otra comedia adolescente, curiosamente.

Lo primero que he de decir es que me parece un acierto tremendo este tipo de producciones. Ya que si bien hay otros musicales dentro de nuestros géneros, realmente es una mezcla que podría dar mucho más de sí. Zombies y musical. Aunque no quiero olvidarme del primer musical Zombie, el mítico “The Incredibly Strange Creatures Who Stopped Living and Became Mixed-Up Zombies!!?” que rodó Ray Dennis Steckler en (1964). Y mencionar también que el año pasado, 2018, Disney sacó “Zombies”, peo ya demasiado centrado en su público. Os podéis imaginar.

Pero regresemos a esta “Ana y el apocalipsis”. Y sí, es muy estilo Hanna Montana, pero con Zombies. De hecho su música es de ese estilo, y los bailes parecen sacados de “High School Musical”. No esperéis rock contundente ni pesado. Esto es Pop en su gran mayoría. Compuestos por los cantantes escoceses Roddy Hart y Tommy Reilly, por cierto. Y no, no se acerca en absoluta a la genial “La pequeña tienda de los horrores”. Que uno de los grandes peros de esta cinta es que ningún número musical aporta nada a la trama en sí. Y esto en un musical es un elemento menor.

Pero lo que podríamos prever como un gran título va de un claro más a menos. Así las primeras canciones animan a ver algo curioso e interesante, por mucho que no sea tu estilo musical. Pero después del tema donde Ana, interpretada muy solventemente por Ella Hunt, va andando por la calle durante el apocalipsis Zombie la cosa en vez de ir hacia arriba se estanca y me dejó con ganas de mucho mas. Eso que es cuando hacen acto de presencia mis queridísimos zombies.

Si, es cierto que los guiños a “Zombies party” son innumerables, pero con eso no bastan. Las canciones y sus bailes no me metieron más en la trama, sino que me sacaron. Ya que ni el gore, ni la violencia, ni la mala leche es digna de mención. Y si, hay sangre. Hay Zombies. Hay golpes violentos. Todo lo que se quiera. Pero todos y cada uno de ellos están rodados sin fuerza. No hace falta rodar un mega golpe y un desmembramiento para ser violento. Y aquí la comedia y comedieta ganan por goleada al cine más puramente Zombie. Así parece que nuestros amiguitos son la comparsa y la excusa para hacer algo llamativo. Pero falto de valor y fuerza. Y hasta comedia, me atrevería a decir.

Ya que la cinta se centra más en mostrar las calidades del elenco a la hora de cantar. Y sí, todas buenas voces y todo lo que queramos. Pero estoy viendo una película de Zombies, no a “High School musical”. Porque esto funcionará en un festival, o en una sesión “golfa” con los amigos. Pero viéndola en casa, pues deja que desear. Porque este tipo de cine tiene su momento, lo reconozco. Así no me extraña que ganase en premio a mejor Película en la sección Midnight X-Treme en la edición 50 del Festival de Sitges, la celebrada en 2017. Pero a mí me supo a poco.

Porque los Zombies no se si están bien realizados o son algo de coña. Son del tipo romero, pero con licencias. Y los momentos cómicos de estos son simples. Por favor, ¿Quién dijo que esto es como “Zombies party”? Que sacrilegio, madre mía. Porque, obviamente, hay que aceptar muchas licencias, muchísimas, pero todo por el mejor disfrute de la cinta. Eso lo asumo y acepto. Pero esta película va dejando momentos menores constantemente.

Sin contar con las escenas pasadas de rosca. Véase la del trío de amigos, con Ben Wiggins (Nick) a la cabeza y su posterior muerte. Qué forma más cutre de deshacerse de unos personajes.
O la escenita de la pareja al final. Siendo una escena clásica del cine Zombie queda muy sosa y falta de comedia, por cierto. Porque la gran mayoría de gags naufragan en el intento.
Ya que el guión es bastante de estar por casa. Y así todas las tramas y subtramas pasan sin mayor pena ni gloria. Ya sea la del director, y malo malísimo al final de la cinta, con una cantidad de licencias atroces. Insisto, esto no es negativo, dependiendo como se hagan. O la chica lesbiana, que daba para mas, o el amigo enamorado de Ana, el padre, el guaperas, etc.. Todo tocado, pero anda trabajado.

Y es que la comedia trata de llevarla en sus hombros Malcolm Cumming, John, y lo consigue. De hecho es el mejor personaje y el actor que mejor defiende su perfil. Por eso una vez le perdemos, la comedia pierde fuerza. Y es que tampoco sé si lo que he visto es comedia, musical, cine Zombie, cine adolescente o que… Porque la mezcla de todo deja un producto algo desigual y bastante confuso. Disfrutable, si, desde luego. Pero confuso. Vamos, que me ha entretenido, pero poco más. Me subió mucho al inicio, quizá por la sorpresa, pero fue bajando de a poco. Y sin tener ningún momento que me despegase del letargo definitivamente. Ya fuese por comedia, por gore, por los zombies o por algo.

Creo que la idea daba para mucho más, y que su cortometraje es más directo, salvaje, divertido y fiel a una idea. Porque no trata de ser una comedia, es lo que es y funciona a las mil maravillas. Así el gran problema de esta, que se realizaría así para poder tener mejor distribución, es ser menos fiel a sus orígenes. Y ser menos tajante en donde querer enmarcarse.

Vamos, que si no la habéis visto y queréis disfrutarla plenamente, os recomendaría verla en compañía y en sesión golfa. Ganará enteros. Eso sí, una vez que acabe no recordarás ni una sola canción y, quizá un par de momentos. Nada más.

La Mansion del Terror - 6.1

6.1

Género; Zombies- Comedia- Musical- Adolescentes

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