Crítica- Battle of the bone (2008)

“Un producto underground bastante entretenido y al cual le sobran las excesivas licencias en cuanto a las coreografías”

George Clarke es un director independiente irlandés amado y odiado al mismo tiempo que bajo su productora, Yellow Fever Productions, ha realizado varios largometrajes underground entre Inglaterra e Irlanda, donde no hay demasiados productos de género propios, y la mayoría de sus productos no dejan de ser co producciones con sus vecinos ingleses. Aquí Clarke trata de mezclar zombies rápidos con acción en el más estilo hongkonesa, aun salvando las distancias. Como es de esperar el propio Clarke se ocupa de no pocas labores, dirige, escribe, produce y actúa, y vuelve a contar con una crew habitual, de hecho casi todos los técnicos y actores ya han trabajado con él en otras producciones de su productora.

La sinopsis la realicé yo ya que es difícil encontrar información sobre este título, el cual me envió un amigo y del cual otro participó en el mismo, como técnico de efectos, aunque, al parecer, no los usase, algo que no logro comprender. De todas formas se nota como Clarke es un director bastante crecido para lo que muestra en pantalla. Así la idea original es muy interesante pero la dirección, si bien es valiente, deja bastante que desear. Y es que toda la parte inicial es un pequeño batiburrillo de ideas algo inconexas para pasar a las primeras persecuciones, las cuales siendo intensas no acaban de despertar al espectador.

Pero aquí Clarke no es capaz de acercarse, ni de lejos, a las calidades hongkonesas, por mucho que él diga. Así veremos unas coreografías bastante malas, otras planas, y otras, las menos afortunadamente, lamentables. Además, los protagonistas dejan que desear. Creo que bastante hacen con salvar sus personajes en sus coreografías y los pandilleros resultan muy superiores ya que parecen sacados de grupos de Parkour, más conocidos como acróbatas de la calle, que son eso chavales que corren por las calles en línea recta salvando todos los obstáculos, y si bien no es que sean muy potentes si destacan sobremanera.

Por otra parte a Clarke se le olvida dar más personalidad al trió protagonista. Si bien tenemos al líder, David, interpretado por Shane Todd como buenamente puede, siendo el mejor actor de la cinta, al tontorrón y pesado, Scott, y la chica algo rellena pero que elimina a sus rivales de tres en tres. Algo bastante increíble al ver su agilidad, pero bueno, aceptemos esta “licencia” de Clarke, el cual es el propio responsable de las coreografías, aunque después de vistas me gustaría saber si practica algún deporte porque tiene telita lo que muestra en pantalla.

Por otra parte los rubros técnicos dejan bastante que desear, la banda sonora es inexistente y la fotografía está sin tratar, vamos se usa la luz natural y listo, grave error este. Al menos los zombies cumplen, son algo “libres” ya que son una mezcla entre los romerianos y los nuevos infectados a lo 28 días después, 2002, de la cual esta cinta mama bastante, tanto en intento de estilo como en argumento sobre los zombies.

Al menos Clarke no reniega del gore y muestra diversos ataques, aunque al parecer desechó planos gráficos, algo que hubiese ayudado, y mucho, a la mejora de la película, la cual trata igualmente de mezclar algún elemento cómico, especialmente en el tramo inicial en el hospital, aunque resulta bastante bochornoso la verdad.

El tramo final es dinámico, aún conteniendo diversas licencias. Además en este final hay un gran problema, en la lucha entre nuestros héroes y los zombies se usa un efecto de cámara muy mal escogido. Es un desenfoque que unido al movimiento de cámara y el fondo blanco, que está algo saturado, prohíbe ver y disfrutar de este momento, el supuesto momento gore mas álgodio, y esto si es bastante molesto y baja enteros al producto. Aunque, en realidad, el espectador disfruta de toda esta batalla sin sentido, sin sentido a no ser que se conozca la historia irlandesa ya que, al parecer, esta batalla está basada en el periodo The troubles, donde había habitualmente peleas callejeras entre bandas. Además veremos un plano final con las banderas de Inglaterra e Irlanda usadas de forma muy graciosa y que deja una secuencia muy potente, que quizá debió dar algo más.

En definitiva, un producto underground bastante entretenido y al cual le sobran las excesivas licencias en cuanto a las coreografías que pueblan la cinta, y, a su vez, haber mostrado más a los zombies y sus ataques. Especialmente contra los pandilleros, ya que esto daba para mucho mas de lo que Clarke propone.

De todos modos para ser un trabajo que costo apenas ₤ 10,000 es recomendable, además gracias a los contactos de su creador está empezando a tener una cierta fama dentro de los aficionados y hasta ya ganó un premio en The Freakshow Horror Film Festival en Florida por parte del público. Cualquier zombi maníaco debería verla, resulta un trabajo entretenido, aunque pudo dar bastante más.