Crítica- Blood, the last vampire (2009)

“Adaptación del manga homónimo que me supo a poco”

Adaptación del anime creado por Kenji Kamiyama y Katsuya Terada que ya tubo su película de anime en 2000, en esta ocasión se rodó la versión con humanos que corrió a cargo del francés Chris Nahon, a priori se iba a haber encargado Ronnie Yu, que también escribe el guión, y que anteriormente había rodado un par de cintas de acción. El protagonismo recae sobre la coreana Gianna Jun, llamada realmente Ji-Hyun Jun, la cual es conocida por sus apariciones en cintas dramáticas aunque también rodó el terror Uninvited. Aparte tenemos actores asiáticos y norteamericános, de los que podemos destacar a Liam Cunningham, Dog soldiers o El jugador, Koyuki, Kairo, Andrew Pleavin, Return to house on haunted hill, Colin Salmon, Alien vs Predator, o el legendario Yasuaki Kurata.

Saya es una vampiro que trabaja para la CIA como cazavampiros, ambos tienen como objetivo destruir a Onigen, uno de los vampiros mas peligrosos y sanguinarios. Saya acaba yendo a una base militar donde se topará con Alice, la cual descubrirá todo y verá como se queda sola en la vida, salvo Saya. Ambas se unirán para derrotar a las huestes del mal y a los agentes malvados de la CIA.

Lo primero decir que no he visto el anime, por lo que las comparaciones no podré hacerlas, solo decir que al ser esto una película independiente la valoraré como tal. Lo primero que tengo que decir es que a priori se hace entretenida pero que se va desinflando de a poco, aunque la parte final vuelve a retomar un pulso potente.

Las calidades técnicas son aceptables, con el presupuesto que tuvieron debieron ser mejores. La fotografía abusa del rojo chillón, la banda sonora aparece y desaparece sin mas, el montaje durante la primera parte de la cinta es dinámico y potente pero de repente pasa a ser del todo alocado. Encima no hay casi escenas de mas de 15 segundos y el excesivo movimiento de cámara nos deja algo atontados. Decir también que, supuestamente, nos encontramos en los años 70, cosa que no parece en ningún momento. Vamos que resulta mas bien atemporal, la ubiqué al leer algo sobre ella.

Mención aparte se merecen los efectos especiales, una vez mas se decide por el uso de la sangre realizada por ordenador, resultando realmente cutre, mal desarrollada, nada real, y con poquísima fuerza. Además, si cada brote de sangre supone un chorro de tales características no entiendo la pulcritud en casi toda la cinta de Saya, se mancha mas la cara que la ropa.

Por otra parte los vampiros-demonios no están muy trabajados, salvo aquellos que se convierten en demonios alados que cumplen de sobra, siendo, con mucha diferencia, sus momentos los mas destacados de toda la cinta, aparte del principio que nos hace augurar algo que luego nunca ocurre, y no por la acción, sino por las formas.

Quizá la mejor secuencia sea aquella donde Saya se enfrenta con el demonio en el acantilado, con el camión cayendo. Es muy exagerada pero resulta fascinante, aquí la cámara movida a gran velocidad si queda bien. Lo que no cuadra es la trama, ya que supuestamente es el vampiro que mató a su cuidador. En fín, de estas hay varias.

Las actuaciones cumplen, poco mas se puede pedir. Leí que Gianna Jun hace una soberbia interpretación, aunque a mi me resultó algo fría e incapaz de transmitir esa angustia de un cazavampiros. Evidentemente no es el primero de estos seres que vemos en la gran pantalla.

Hay que destacar a Liam Cunningham, Michael, que está perfecto en su papel, por cierto, tanto la actuación como el personaje de Allison Miller, Alice, me resultarón muy pobres, sin nada de fuerza ni carisma, una pena.

Tenemos buenas coreografías, aunque están bastante forzadas y no están rodadas de una manera dinámica. No solo consiste en mover la cámara sin mas, hay que tomárselo en serio y querer hacer algo potente. Pero aunque contasen con Chia-Yi Renée Chao como coreógrafo no me acabaron de convencer.

Eso si, la parte final está muy bien fotografiada y me resultó bastante interesante, aunque en términos generales me esperaba algo mejor. ¿Quizá debido a que esté mas destinada a los seguidores del manga? De todas formas esto es una película que como tal ha de rendir.

Adaptación del manga homónimo que siendo interesante, con una fotografía oscura y rojiza, algo saturona, sangre realizada por ordenador, muy cantosa, coreografías, algo pobres, y dramas personales, explicados mediante flashbacks interminables, es un entretenimeitno sin mas. Quizá a los seguidores del manga les atraiga mas, yo me esperaba algo mas potente y si bien la cinta empieza dándonos buenas sensaciones, estas van desapareciendo para resucitar en momentos contados, en las batallas y la acción, y a veces ni eso.

Óscar Arias