Crítica- Chronicle (2012)

“Héroes adolescentes en una cinta sin pies ni cabeza, la cual tiene un estilo visual desconcertante”

De la mano del guionista Max Landis, sí, el hijo del director de culto John Landis, y el director novel Josh Trank llegó el pasado 2012 la enésima vuelta de tuerca al género found footage con adolescentes entremezclado con otros varios estilos. Así, en esta veremos poderes telequinéticos y superhéroes, vamos, un híbrido de tres de los estilos más rentables actualmente.

Para ello la todopoderosa 20th Century Fox manejó un presupuesto de unos escasos 12 millones de dólares los cuales rentabilizó holgadamente. De hecho se convirtió en una de las sorpresas del 2012, y en la actualidad se está trabajando en su secuela.

Y creo que seré de los pocos a los que esta cinta le pareció bastante ramplona. Simple, poco eficaz y demasiado tediosa en todo su tramo inicial. Porque la mayoría de críticas que pude revisar, tanto de crítica como de público, alaban las virtudes de esta cinta. Una pequeña producción con un estilo único y grandes calidades, pero a un servidor no comulga en absoluto con estas afirmaciones.

Con respecto al estilo. Es la enésima vuelta de tuerca, o intento, al estilo found footage, y no, no me gustó. Me mareó más bien. Las licencias continuas acerca del estilo no me convencen. Porque, si tenemos este estilo ¿quién me explica por qué tengo yo esa visión de la historia? ¿Y por qué veo la historia desde tantas cámaras, puntos de vista, distintas? Me sacó del concepto primigenio de la cinta, del cómo empieza y se presenta toda la trama. Un chico marginado de instituto que comienza a grabar su vida, para ver cómo cámaras voladoras me muestran la historia, o hasta cámaras de seguridad o de televisión, un caos vamos.

Por otra parte lo relativo a la consecución de sus poderes telequinéticos no me pareció nada acertada. Deja muchas dudas, y si bien estas no se quieren responder por el bien de la trama, sí da pie a demasiadas licencias por parte del director, el cual realiza una labor correcta, aun abusando de artificios una y mil veces vistos, amén de excesivas licencias con respecto a la historia. Además, esta forma de encontrar un objeto “extraterrestre” está mil veces visto.

Y sí, todo se centra en ver la evolución de Andrew, pero esta transformación queda en tierra de nadie. De hecho todo lo relativo a su familia daba para empacar, y mucho, su perfil. Y si a esto añadimos una interpretación bastante fría por parte de Dane DeHaan, visto en “The amazing Spider-Man 2: El poder de Electro” (2014), los resultados no lucen en demasía. Y es que todos los perfiles están muy forzados, y los cambios de los distintos personajes resultan del todo licenciosos. Así, el elenco no destaca en absoluto, de hecho no queda muy bien retratado durante todo el metraje. Reparto, por otra parte, formado en su gran mayoría por jóvenes promesas, así vemos a Alex Russell, de la interesante “Carrie” (2013), a Michael B. Jordan, que será el próximo Antorcha Humana, a Ashley Hinshaw, que ha participado en “The pyramid”(2014), o el veterano Michael Kelly, visto en Destino oculto (2011).

Por si fuera poco, la acción no comienza a aparecer hasta casi entrada la hora de metraje, el ir conociendo los poderes que poseen y como los plasma Trank me parecieron algo burdos, simplones, y lentos. Desde luego daba para mucho más. Sobre todo no hacía falta (mal)gastar tanto metraje en contárnoslo.

Al menos cuando la acción comienza a sucederse la cinta gana enteros. Qué menos, ¿no?

Así, aunque recuerde en demasía a los nuevos títulos de superhéroes, con toques telequinéticos, la acción cumple. Lástima de una grabación tan poco convencional, la cual impide disfrutar de estos momentos en su magnitud. No entiendo el porqué de la excesiva oscuridad de esta batalla en plena ciudad, al igual que el trabajo de cámara, el cual no deja asimilar todo lo que acontece en la pantalla. ¿Aquí quién graba? En varios momentos me lo pregunté. Y sí, tenemos elementos mil veces vistos, pero aquí he de reconocer que estos están bien rodados, salvo por la mencionada oscuridad y rapidez del rodaje de demasiadas escenas.

Eso sí, entiendo que haya público entusiasmado con esta película, pero a mí esto no me pilla de nuevas. Y este híbrido de “Carrie”, “Los vengadores”, y el cine adolescente más clásico dentro del género no me dijo nada. Al parecer Trank repite en la secuela, no así Landis. Un servidor no la espera con demasiadas esperanzas, esta cumple y poco, poquito más.

Óscar Arias