Crítica- Dororo (2007)

“Drama y fantasía japonesa con demonios y swordplay”

Tenemos una nueva adaptación de un cómic japones por parte de la prolifera Toho Prod., hace un par de años ya hizo la adaptación de Azumi.

Pues del cómic de finales de los 60 de Ozamu Tekuza y dirigida por Akihiko Shiota, más acostumbrado a grabar dramas, nos llega esta peculiar cinta, mezclando swordplay, demonios, pequeños momentos gore, algo del cine de Samurais y drama, que le sobra y mucho.

Hyakkimaru va buscando y matando a los demonios a los que su padre le vendió, a cambio de dominar el mundo, para así recuperar su verdadero cuerpo, y Dororo, que es una ladrona que no para de hablar que se le acopló, le sigue para robarle su espada de la mano izquierda para vengar a su familia, asesinada por el mismo padre de Hyakkimaru.

Pues ya está la trama montada, ¿y que nos encontramos?, Una muy buena parte inicial con una lucha entre Hyakkimaru y un demonio, enseñándonos por primera vez las espadas que tiene escondidas debajo de su carne. Buenas coreografías, y aceptables efectos de ordenador, después nos cuentan como Hyakkimaru consigue sobrevivir con el Chamán y tenemos el homenaje a Frankenstein. Reanima al niño y partes de niños que quiere injertarle con electricidad en un cubilete, impagable.

Pero aparte de las luchas con los demonios, algunos muy conseguidos, otros muy cutres, no hay mas que diálogos inútiles y sobretodo mucho metraje. La cinta dura 135 minutos y se hace muy pesada por partes, sobretodo en el final donde Dororo reniega de su venganza y Hyakkimaru no sabe que hacer. Una última lucha con otro demonio y algo mas de diálogo. Y quedan 24 demonios, osea que esperaros alguna parte más, espero que sea mas corta y directa, por que sino…buff

Y es que a la cinta le sobra metraje y mucho. Sobretodo de diálogos innecesarios de Dororo y Hyakkimaru. Porque las luchas son correctas, la idea está genial, pero se hace muy muy pesada ya que el director está acostumbrado a los dramas. Nos mete demasiado de este género en esta cinta, y es que debería haber recordado que esta cinta trataba de Fantasía Heroica Japonesa y no un dramón. Eso si, gano el premio a la mejor película del ciclo Orient Express del Festival Internacional de Cine de Sitges.

Óscar Arias