“Terror patrio de bajo presupuesto y con demasiadas carencias técnicas”
El director Luis Endera decidió realizar su primer largometraje dentro del terror basándose en el libro homónimo de Enrique Laso. Para llevar a cabo el rodaje optó por el crowdfunding y, en una segunda intentona, consiguió que alrededor de 400 mecenas hicieran posible este proyecto, además de disponer de un escaso equipo técnico, diez personas, que se volcaron en el rodaje de forma altruista. Igualmente contó dentro del elenco con rostros conocidos, tales como Nacho Vigalondo o el cómico Xavier Deltell, aparte del protagonismo de Fran Martínez, que ha participado en diversos cortometrajes.
Así casi tres años después del rodaje, el cual tuvo lugar en el verano de 2012, la cinta vio la luz. Teniendo un estreno en Madrid en febrero del 2015, después de un larguísimo proceso de postproducción. Rara vez los bajos presupuestos no están plagados de problemas en postproducción.
Y lo que nos encontramos es un trabajo flojo, y cierto es que estamos ante un bajo presupuesto, a los cuales respeto sobremanera, de hecho mi género preferido es el underground yankee, pero en esta ocasión estamos ante un trabajo que adolece de profesionalidad y personalidad. La sombra del amateurismo ensombrece un trabajo que podría, debería me atrevo a decir, brillar bastante más.
Y es que casi la totalidad de rubros técnicos quedan en mal lugar, algunos en pésimo lugar. Principalmente la fotografía, algo que, encima, me toca la fibra todavía más ya que trabajo en ese departamento. Así, ver un trabajo tan pobre me escuece. Tenemos saturaciones de blancos, pérdidas de tonos, oscuridad en personajes, aparte de fallos de continuidad y de lógica clamorosos. ¿Por qué están encendidas las lámparas durante el día? Y no, no entraré a comentar las temperaturas de color de las distintas escenas. Ya que una cosa es que el director quiera tener una película en predominantes azules, y otra cosa es lo que acabamos viendo en este trabajo. Y, repito, me duele especialmente este asunto.
Pero es que el montaje brilla al mismo, y bajo, nivel. Los saltos son brutales, y muchas de las escenas de diálogos no se siguen con un mínimo dinamismo, dejando así a los actores en un mal lugar. Y si además estos no realizan buenas actuaciones, pues nos quedan sensaciones pésimas. Porque no sé si será culpa del guion, me encantaría saber la opinión de Enrique Laso sobre esta adaptación de su obra, la cual no he leído, por cierto. Porque el guión es bastante calamitoso, y quiero pensar en que la obra el texto e historia será superior. Ciertamente tenemos una historia mil veces vista, y leída, que trata de conjugar elementos de diversas obras para así tener algo de originalidad, pero la verdad es que esta originalidad es nula. Algo que, por cierto, no es en absoluto negativo, lo negativo es tratar por todos los medios en hacer algo original, cuando se puede comprobar fácilmente que no lo es. El mejor ejemplo lo tenemos en la reciente “Expediente Warren”, una cinta mil veces vista y que funciona a la perfección en su continua copia.
Eso sí, la banda sonora es destacable, las cosas como son. No es que estemos ante una gran partitura, pero comparándola con el resto de rubros técnicos luce a las mil maravillas. Pocas notas, una simple línea de piano que consiguen meternos en situación, mi enhorabuena.
Lástima así de tener un título tan flojo. Cierto que el presupuesto no ayuda, pero, y siempre lo diré, hay que realizar trabajos con los pies en el suelo y sabiendo las posibilidades del mismo. Y sí, es cierto que de vez en cuando, mucho, salta la liebre, pero títulos como “La bruja de Blair” o “Paranormal activity” salen uno cada diez años, al menos.
Otro elemento positivo es la corta duración de la cinta. Este matiz siempre me resultó muy importante en un bajo presupuesto. Y aunque todo lo referente al exorcismo, o, especialmente, a la investigación paranormal, queden en tierra de nadie, se agradece que no estemos ante un título alargado inútilmente.
Así, si bien el final no acaba de decirnos nada, si nos deja perlas de lo que podría haber sido. Por lo que nos vemos abocados a un quiero y no llego, donde Luis Endera sabe qué quiere mostrarnos, pero no cómo. ¿Mala planificación?, no sé, pero algo falla.
En definitiva, un trabajo menor que, aun siendo un bajo presupuesto, adolece de mejores calidades técnicas y artísticas. Ya que si no tenemos más que otro trabajo de demonios y niños poseídos, sí el enésimo, este juega con diversas trampas a las que no se les sacan el partido necesario. Esperemos que el próximo trabajo de Luis Endera tenga mayor presupuesto, y así pueda llevar a cabo una mejor planificación.
Óscar Arias
La Mansion del Terror - 4.8
4.8
Género; Fantasmas - Demonios - Terror