Crítica- El dios de la muerte asesina otra vez (1972)

“Interesante giallo con toques sobrenaturales”

Primer terror dirigido por Armando Crispino, que ademàs se encarga del guiòn, algo habitual en sus trabajos. Posteriormente dirigiò otras cintas de gènero, como Autopsia o Frankenstein a la italiana. Està rodeado de un elenco habitual del gènero, vemos a Alex Cord, Choosen survivors o Uninvited, Samantha Edgar, Cromosoma 3, Cortinas o Macabra; La mano del diablo, John Marley, Crimen en la noche o Sigue vivo, Carlo de Mejo, Aquella casa al lado del cementerio o Poseida, Enzo Tarascio, Siete orquideas manchadas de rojo o La noche en que Evelyn saliò de la tumba, o Host Frank, El ojo del laberinto o Justine.

Jason es un arqueòlogo que està investigando unas ruinas etrusca, este està enamorado de Myra que a su vez està “liada” con Nykos cuyo hijo, Igor, sigue viendo a su madre que vive por la zona. Pero se encuentran dos cadáveres en las ruinas y el Inspector Giuranna comenzarà a investigar y a sospechar de diversos personajes mientras los asesinatos se continúan, ademàs tienen una extraña relaciòn con la tumba etrusca recièn hallada. Jason serà el principal sospechoso y comenzarà a realizar sus pesquisas por su cuenta, nada serà lo que parece y mientras el asesino sigue suelto.

Interesante giallo con toques sobrenaturales, aunque sean ficticios, al que le falla el montaje, al parecer hay diversas versiones de esta cinta y la cantidad de cortes extraños que nos depara el metraje nos deja algo confusos en diversas partes del mismo. Al parecer hubo versiones distintas, apuntadas en los crèditos, pero aùn asì la versiòn que yo vi dura poco mas de 100 minutos y sigue teniendo cortes extraños. Algunos de continuidad realmente calamitosos.

Debido a esto tenemos momentos donde el guiòn, que es francamente interesante, pierde consistencia ya que tenemos algunos saltos temporales demasiado exagerados, quiero creer que es debido al montaje. Ya que la direcciòn, sin ser nada del otro mundo, al menos cumple, al igual que la fotografìa y la creaciòn de atmòsfera.

No se puede decir lo mismo de la direcciòn de actores que parece inexistente, ya que se ve a los mismos deambular por el metraje diciendo, a veces, diàlogos algo confusos y sin coherencia. Pero puede tratarse de nuevo al problema de montaje, de todas formas ningùn actor està especialmente motivado en este rodaje y o bien tenemos actuaciones sobreactuadas, como Alex Cord o John Marley, o simpes y planas como Samatha Edgar.

Lo que resulta mas curioso, si cabe, es que los personajes estàn muy bien perfilados, por lo que resaltan mas estas flojas actuaciones. Curiosamente al poco de empezar la pelìcula vemos el primer asesinato, que es realmente brutal, sangriento, aunque no explìcito, y con una duraciòn amplia y acertada. Làstima que tengamos que esperar tanto para el pròximo ataque, aunque ya casi hasta el final no volveremos a ver al asesino en acciòn.

Pero esta cinta tiene algo muy bueno, y es el final, que aunque vuelve a estar “estropeado” por el montaje, toda la idea y las formas son dignas de los mejores giallos. Ademàs de venir de una trama enrevesada muy buena, ya que si bièn dejan abiertas las puertas a un asesino sobrenatural o a un amnèsico, la resoluciòn es muy interesante, estando bièn tratada y rodada, vamos la mejor forma de hacer de un giallo del montòn un giallo a recordar. Aunque lo del montaje de las distintas versiones le haya hecho mucho mal a esta cinta.

Giallo con relaciòn a una excavaciòn arqueològica con cantidad de sospechosos y una genial trama no muy bien llevada, debido al montaje, pero bastante efectiva, con una par de buenos momentos gore, estamos a comienzos de los 70, y un final bastante intenso lo cual eleva el resultado final de la cinta, que fuè muy apreciada por nuestras tierras.

Lo que hay que tener en cuanta al ver esta cinta es la ediciòn de la misma, ya que hay distintas versiones. Yo creo que he visto una Uncut, pero el montajes es algo desastroso y no ayuda en nada a la pelìcula, es màs, hace màs pesada su visiòn debido a incongruencias de guiòn y continuidad.

Óscar Arias