“Giallo experimental que luce mejor como homenaje de escenas sueltas que como largometraje en sí”
Los hermanos argentinos Onetti, Luciano, dirección y guion, y Nicolás, producción, se embarcaron en su primer proyecto con un bajo presupuesto y con la clara idea de rodar un giallo. No un neo-giallo de los que podemos ver en la actualidad, sino un giallo experimental, el cual, en realidad, está plagado de homenajes, casi sin más. Para ello se unieron junto a Daiana García y entre los tres se repartieron todos los rubros técnicos y comenzaron a crear este trabajo.
Si bien es cierto que en los bajos presupuestos la escasez de medios se suele paliar con buenas ideas, y mucho amor por el género y el cine, en esta cinta vemos más cosas aún. Porque lo que nos ofrece Luciano es un claro homenaje, aunque, en cierto modo le moleste esta afirmación, bajo una especia de giallo experimental. Me explico.
La idea que barajaron los hermanos era rodar un giallo dejando de lado la investigación de turno, y así deciden rodar un giallo desde el prisma del asesino. Con una grabación subjetiva, tipo la reciente “Maniac”. Esto ya a muchos aficionados les echa para atrás, pero yo soy de los que piensa que estas técnicas están para usarlas, ya que son siempre un pequeño soplo de aire fresco al cine. No es habitual, todavía, ver películas narradas, casi en su totalidad, en plano subjetivo, salvo contadísimas excepciones.
De hecho el propio Luciano es quien interpreta al asesino, del cual solo vemos una de sus manos. Porque con la otra mano sujetaba o bien la cámara o algún rebote, de iluminación, o foco, mientras que la otra era la enfocada, la cual llevaba un guante, mientras hacía el acting del asesino. Bajo presupuesto en estado puro.
La cinta está contada casi sin diálogos, una trampa que, en cierto modo, les funciona. Y les funciona gracias a una excepcional banda sonora, obra también de Luciano. Con claras referencias a las músicas de Ennio Morricone y Goblin, que, de lejos, es lo mejor y más destacado de toda la película. Porque, según cuentan sus autores, muchas de las escenas fueron improvisadas sobre la marcha y el lazo de unión acaba siendo la banda sonora. Una idea arriesgada pero que, realmente, les funcionó. Aunque acaba dejando un título no apto para todos los públicos, y que, en ciertos momentos, se puede hacer algo pesado. Uno de los peros de este título.
Porque lo que esta cinta nos ofrece es un claro homenaje al giallo, con cliché tras cliché, por mucho que digan sus autores que trataron de realizar una cinta personal apartándose del homenaje. La sensación es de estar delante de escenas que homenajean al giallo dura todo el metraje. Porque la historia no acaba de entenderse, gran lastre de la cinta. Ya que el lazo de unión de la trama, y explicación, son unas imágenes vistas por televisión, pero estas ni tienen la fuerza ni el empaque como para captar la atención total del espectador. Más aún siendo unas imágenes tan sumamente importantes.
Porque lo que tenemos delante de nosotros es una cinta muy del estilo de la fantástica “Amer”, pero sin la inmensa fuerza de esta, ni el presupuesto, por cierto. Pero, en cierto modo, me siento algo engañado al no saber muy bien de qué trata todo el asunto, de hecho es una película que necesita de un segundo visionado para entender la trama en sí. Algo que no es un acierto por parte del realizador. Una cinta debe funcionar desde su primer visionado, y en los consecutivos ganar.
Así, puedo entender algunas críticas negativas que ha cosechado este título por estas razones. Aunque, afortunadamente, la mayor parte de la crítica la ha tratado muy bien y la ha encumbrado, por méritos propios, ojo. Así ha conseguido distribución internacional, algo a destacar partiendo de la base del escaso presupuesto que barajaron en su rodaje.
Porque lo que realmente funciona es el estilo de la película y su claro homenaje. La banda sonora es magnífica, deberían haberla editado con su DVD, e ídem la fotografía. La cual usa colores saturados para remarcar elementos y detalles. Quizá pueda parecer que abusan del color, pero personalmente me encantó su trabajo. Es ciertamente arriesgado, pero con un presupuesto bajo demuestran, a más de uno, que se pueden hacer cosas interesantes en plena época digital.
Por lo que entiendo el cierto éxito que han tenido con este, a mi parecer tramposo, producto. Creo que se ha sobrevalorado en ciertos círculos, pero si deja bien claras las intenciones de sus responsables. Los cuales han presentado su segundo trabajo recientemente, “Francesca”, otro giallo, pero ya con algo de presupuesto y con, según parece, un estilo más convencional. La verdad es que tengo muchas ganas de poder verla.
Ya que esta “Sonno Profondo” me ha dejado con sabor agridulce. Me ha gustado, mayormente, pero me dejó algo frío.
Óscar Arias
La Mansion del Terror - 5.9
5.9
Género; Giallo