Crítica- Hobo with a shotgun (2010)

“Imprescindible cinta grindhouse, con un Rutger Hauer sensacional. CULTO”

Estamos ante el segundo trailer convertido en largometraje del Grindhouse que promoviesen Tarantino y Robert Rodríguez en 2007, aunque este producto dirigido por el debutante Jason Eisener, que además co escribe el guión, ha disfrutado de muchísima menos publicidad que su antecesora Machete, 2010, aún tratando también de un vengador y siendo muy superior a esta, aún conservando un cierto estilo similar.

Para protagonizar esta especie de homenaje al cine setentero más violento se ha contado de forma acertadísima con el veterano Rutger Hauer, de todos conocidos por títulos como Blade runner en 1982, Carretera al infierno en 1986 o Lady Halcón en 1985, que está acompañado de Gregory Smith, visto en Pequeños guerreros en 1998 y en El patriota en el año 2000, Brian Downey de la serie Lexx: The dark zone de 1997, Robb Welss y Jeremy Akerman de la serie de culto Trailer park boys, o el propio David Brunt, quien protagonizó el falso trailer y aquí hace de policía corrupto y sádico.

Hobo es un vagabundo solitario que solo quiere comprarse una cortadora de césped y tratar de ganarse la vida, pero acaba de llegar a una ciudad malvada llamada Hope city, (ciudad de la esperanza), donde Drake y sus hijos asesinan sin piedad, los pedófilos y pederastas andan a sus anchas y la policía es corrupta. Así, y después, después de conocer a Abby, una joven prostituta, Hobo decide acabar con todo, se hará con una escopeta y comenzará a limpiar las calles por su cuenta. Drake solo podrá llamar a La plaga, un grupo de brutales asesinos, para acabar con el vagabundo.

¡¡GENIAL!! Hacía mucho, muchísimo tiempo que no veía una cinta tan para el aficionado, con cientos, sino miles, de homenajes cinéfagos, con una violencia y mala leche que ralla el mal gusto, como era en los geniales setenta, y una vuelta de tuerca a todo lo que nos podamos esperar. Y es que el joven Jason Eisener rueda una de las mejores películas de los últimos años, estoy hablando totalmente en serio, contando con una fotografía soberbia llena de colorido y totalmente viva en su mayoría para pasar a penumbras, o noches, muy bien elaboradas y tratadas, una banda sonora que no hace más que ir sorprendiéndonos, ya solo el comienzo con nuestro Hobo en el tren y la música de Holocausto caníbal de fondo nos hace estar preparados para la fiesta, un montaje bastante dinámico y una dirección del todo acertada que supo aprovechar estas grandes calidades técnicas y unos actores muy involucrados con la causa.

Porque otro de los grandes aciertos es el reparto, con un guión simple, aunque bastante atrevido, los actores realizan grandes interpretaciones de sus planos perfiles, porque hay que ser sincero, los perfiles son clásicos y tópicos a más no poder, pero nadie me puede negar que Rutger Hauer está soberbio como esta especie de vigilante sanguinario, que nada tiene que envidiar a Charles Bronson y similares, y realiza una de sus mejores interpretaciones, esto no es ninguna broma, de hecho su mirada es atroz y sus monólogos bestiales, increíble el de la sala de los recién nacidos, brutal, salvaje y poderoso como pocos, llegando, y no estoy de broma, a las cotas vista en Taxi driver,1976, película con la que guarda bastantes semejanzas este Hobo with a shotgun, especialmente en la relación de él y la prostituta, ya que aquí la relación casi se vuelve paternal, o más bien de abuelo a nieta, nieta interpretada por Molly Dunsworth de forma correcta, aunque mención aparte merecen nuestros malvados, todos sobreactuadísimos, sobradísimos, y ultra violentos, que no tienen nada que envidiar a las locuras de la Troma, los primeros gores del maestro Gordon Lewis, o a los asesinos más salvajes del cine setentero, a los que se homenajea de forma bárbara, al igual que el retrato de la policía, totalmente corrupta y totalmente deplorable, amén de todos los asesinos, proxenetas, pedófilos, sádicos, videomaníacos, y demás lindeces que nos encontramos, porque hablar de todo lo que esta cinta propone es cuasi imposible, y si, hay muchos momentos no recomendados para todos los públicos.

Por otra parte la cantidad de gore es brutal, desde un principio ya se ponen las cartas sobre la mesa con un jueguecito para decapitar, seguido de planos de las gentes de la ciudad vagando como zombies sin hambre, algo que se repetirá en varias secuencias, de diez.

Pero es que el catálogo gore de esta cinta es muy elevado, quizá demasiado para gente sensible, ya que veremos decapitaciones, desmembramientos, apuñalamientos, torturas, castraciones, ahorcamientos.. y donde se usan escopetas, bates con cuchillas, muñones, hachas, y cualquier cosa que sirva para infringir el mayor de los dolores, además prácticamente todo está mostrado de forma muy gráfica, tan gráfica que en ocasiones mancha la pantalla, ¡en serio! Además no podemos olvidarnos de la muerte de Slick, con un claro homenaje a Freddy Krueger y las series de terror de los ochenta.

No podemos olvidarnos del grupo de asesinos llamados La paga, totalmente deudor del cine apocalíptico tipo Mad Max, casi mas cercano a las explotaciones italianas, y que me recordaron horrores a los miembros de un grupo musical de metal que usaban sintetizadores y también eran dos pero del que no recuerdo el nombre, que realizan una cacería digna de cualquier spaghetti western de los setenta, como no, especialmente de Django, con su ataúd atado a sus motos para llevarse a su presa, son geniales, tienen mucho poder cinematográfico, y por ellos solos valdría la pena hacer otra película, si hasta entre sus hojas de gente eliminada están Jesús de Nazaret y George Washington.. demasiado..

Además la cinta mantiene durante prácticamente todo el metraje un ritmo endiablado y solo los cuatro, escasos, momentos dramáticos nos hacen respirar, porque la cantidad de hemoglobina que vemos, eso que nuestro Hobo trata por todos los medios de obviar a todos, y seguir su camino es brutal. Como es de esperar el tramo final es una epopeya de sangre, sorpresas ¡¡y más sangre!!

Con un guión visto en varias ocasiones pero que funciona a las mil maravillas, y que dejará a cualquier goremaníaco del todo sorprendido y maravillado.La mejor película de género que he visto en los últimos años, así de claro. Es sorprendente que un director novel nos legue una cinta tan cinéfaga, con tanto gore, violencia, mala leche y con un ritmo tan endiablado y que, encima, no se distribuya internacionalmente. Esta es superior a Machete, 2007, en muchos aspectos, pero claro, no está dirigida por Robert Rodríguez.

Además el falso trailer no me hacía albergar demasiadas esperanzas sobre este título debido, especialmente, a su apariencia barata, pero menuda sorpresa me he llevado. Solo un apunte, si el resto de las cintas del Grindhouse van a seguir estos derroteros no se a qué demonios están esperando para rodarlas. Luego encima nos plagan con remakes, si con esta cinefagia los aficionados estamos del todo encantados. De 10.