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Crítica- La fuga de Logan (1976)

“Joyita setentera en un mundo distópico pero sin CGI. Tampoco ha envejecido tan mal”

“La fuga de Logan” es una de las grandes películas de ciencia ficción de los años setenta, de hecho, dio lugar a una serie de 14 capítulos. Esta joyita está basada en la novela homónima [Logan´s run] de la dupla William F. Nolan y George Clayton Johnson, los cuales crearon la novela con guisos de realizar un largometraje, así vendieron los derechos a la Metro Goldwyn Mayer al poco de publicar la novela, allá por el año 1967.

El director escogido para dirigir este gran proyecto fue Michael Anderson, realizador  de otras joyitas tales como “1984” (1956), “Orca, la ballena asesina” (1977), o “Crónicas marcianas” (1988). El reparto fue cubierto por rostros conocidos de la época, como es de esperar en un presupuesto de estas magnitudes, la cinta costó 9 millones de dólares. Así los protagonistas fueron Michael York, actor cuyo rostro siempre me pareció extrañísimo, al que hemos visto en otros títulos, como “Bestia asesina” (1988), o “La isla del Dr. Moreau” (1977), y Jenny Agutter, vista por “Un hombre lobo americano en Londres” (1981), o “Muñeco diabólico” (1990). En el resto del reparto encontramos a la mítica Ángel de Charlie Farrah Fawcett, la rubita, el veterano Peter Ustinov, con casi cien largometrajes a sus espaldas, Richard Jordan, visto en “Dune” (1984), Roscoe Lee Browne, otro gran veterano, o Michael Anderson Jr., hijo del director, el cual labró una interesante carrera cinematográfica, por cierto.

“La fuga de Logan” nos sitúa en un mundo futuro distópico donde la humanidad está alienada y solo vive hasta los treinta años. Con este panorama se nos presenta la historia, la cual guarda ciertos cambios con respecto a la novela, pero no entraré a anotarlos.  De todos modos, recordemos que en la década de los setenta este tipo de historias eran habituales, comenzaban a aparecer los primeros ordenadores. Aunque no se había tocado de forma tan directa la clonación y la libertad sexual como en esta película. Además, que la forma de contarla y de plantearla son de gran nivel.

Así no es de extrañar que esta cinta ganase un premio Oscar, a los mejores efectos visuales, y fuese nominada para otras dos categorías, dirección de arte y fotografía, además de arrasar en los premios Saturn de 1977 con seis premios. Aunque, como ya apuntamos, contó con un presupuesto amplio. Además el rodaje se realizó en Dallas para aprovechar la arquitectura reciente de la ciudad, grandes edificios con grandes cristaleras, algo que parecía, en la época, muy futurista, y vaya si lo era.

Y es que estamos ante una de esas joyitas de la Scifi de los setenta, la cual no ha envejecido nada mal. Cierto es que el estilo actual, movimiento de cámara incluidos, no los encontraremos, pero el dinamismo de la cinta es muy poderoso. Además la historia va siendo contada de una manera muy acertada, y si a este matiz añadimos una gran dirección artística, una bella fotografía, y muy colorida en los momentos más adecuados, unos efectos visuales impactantes, para la época, una dirección muy acertada, una genial banda sonora, y unas actuaciones más que aceptables, solo podemos decir que estamos ante una de las grandes películas de ciencia ficción de todos los tiempos, al menos entre las quince mejores. Aunque, de un estilo similar, siempre me gustó más “Soilent green”, aún siendo peor película.

Debo destacar aparte la excelente partitura del genio Jerry Goldsmith, el cual compone dos estilos bien diferenciados para hacer referencia a la vida en la cúpula y en el exterior, un maestro sin duda alguna.

Puntualizar que “La guerra de las galaxias” es un año posterior a esta que nos ocupa, por lo que el gran cambio estaba por llegar.

Quizá el elemento menor de esta cinta sea la interpretación, algo fría en momentos, de Michael York. Se ve superado por casi la totalidad de compañeros del reparto. Así la bella Jenny Agutter consigue que el espectador tenga mucha más empatía con su personaje, y hasta lo mismo pasa con Richard Jordan, el compañero vigilante de Logan, que si bien guarda demasiadas licencias para con su personaje, cumple a las mil maravillas y consigue interpretar a un perfil del todo detestable.

Mención aparte para la labor del veterano Peter Ustinov, en un papel crucial al que se le debió dar más empaque y no dejarle tan encorsetado, o esa es la sensación que da. Parece que su personaje tiene su trama totalmente perfilada y el actor se ve algo encerrado en este personaje. Se le podría haber sacado algo más de partido a un intérprete tan bueno.

Tampoco debemos olvidarnos del robot, muy deudor de los vistos en los míticos cincuenta. Recordemos que el cine de ciencia ficción norteamericano tuvo un auge enorme en esa década. Así pudimos disfrutar de no pocos robots del mismo tipo al que vemos en esta “La fuga de Logan”, el cual, siendo realmente cutrón, cumple a las mil maravillas. Y sí, hay un momento donde vemos reflejado al equipo de rodaje en su traje, fallo bastante grande, pero del todo perdonable después de tantos años, ¿No os parece?

Además, y gracias a un montaje dinámico, la trama va creciendo en tensión paulatinamente. Así cuando vemos como Logan y su compañera, Jessica, logran escapar de la ciudad, genial la escena donde se encuentran con la estatua de Lincoln, y van en búsqueda del Santuario y se encuentran el panorama tan desolador, el espectador ha empatizado completamente con la trama. Gran mérito de Michael Anderson, sí, démosle el crédito que se merece.

Algo similar pasa con el final, el cual está bastante forzado. Aunque, curiosamente, cumple a las mil maravillas. Porque en este momento la tensión no logra llegar a las cotas pretendidas, y hasta hay momentos algo cómicos. Cuando vemos salir a los jóvenes de la cúpula y acercarse al hombre mayor la acción queda algo forzada. Amén del final de Francis, una lucha algo pobretona.

Mención aparte para la secuencia donde Logan habla con el gran ordenador. Una secuencia que ha envejecido algo mal, pero que aún hoy en día sigue teniendo una gran fuerza dramática. Además de ser una escena del todo reconocible y repetida en decenas de ocasiones, tanto en películas como en series de televisión.

Por lo que estamos ante una de las joyitas de la ciencia ficción de una década que estuvo plagada de grandes títulos de Scifi. Personalmente prefiero la Scifi de esta década a la actual. Ahora tenemos muchos efectos, pero las historias no tienen la fuerza de antaño, además que antes con menos efectos se lograban mejores historias. Desde luego esta “La fuga de Logan” es un must para cualquier aficionado al cine de ciencia ficción.

Está planteado realizar un remake de esta, hace años, y si bien es una película de la cual poder hacer un gran remake, a un servidor no le acaba de agradar la idea. Ya sabemos cómo son los productores actuales, y hacer una película mainstream actual no augura nada bueno.

Óscar Arias

La Mansion del Terror - 7.9

7.9

Género; Thriller- Ciencia Ficción

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