Home / Críticas / Crítica- La maldición (2005)

Crítica- La maldición (2005)

“Craven volviendo a las andadas, esta vez con licantropía adolescente de por medio. Mucho mejor de lo que se dice. Y hay que ver lo que se quitó del gore ¡Siempre Craven!”

Después de un parón de cinco años, el veterano director de género Wes Craven volvió a rodar un largometraje. Y, como no podía ser de otra forma, era de terror y adolescentes, aunque esta cinta haya recibido innumerables críticas por esto mismo, ser un terror adolescente, algo que lleva haciendo el bueno de Craven durante casi la totalidad de su carrera, pero de esto hablaremos más adelante. Porque sí, voy a defender a Craven y a esta película, la cual es mucho mejor de lo que se puede leer por internet o en libros especializados, sin ser nada del otro mundo, reconozco. Porque cierto es que no es, ni de lejos, un gran trabajo de Craven, pero contiene los elementos necesarios para ser un divertimento para el aficionando. Ya está bien de exigencias, que los aficionados debemos un mínimo de respeto a un director de la talla de Craven, creador de dos de las sagas más importantes del terror de los últimos treinta años, “Pesadilla en Elm Street” y “Scream”, saga esta última, que, por cierto, no me agrada en absoluto.

Pero volvamos a esta “La maldición”. El bueno de Craven volvió a contar con un guión de Kevin Williamson, con el que creó la saga “Scream”, y el tratar de volver a crear una saga de éxito juega en su contra en este título. Aunque si bien adolece de un guión competente, al menos está salvado con una dirección y unos rubros técnicos solventes, y que menos, ¿no?

El reparto está encabezado por Christina Ricci, una adolescente que ya dejó atrás la celebérrima “La familia Adams” y que fue vista poco antes en la genial “Sleepy Hollow” y la simplona “La bendición”, que está acompañada por, un todavía desconocido, Jesse Eisenberg, siempre recordado por los aficionados por su participación en “Bienvenidos a Zombieland”, además de por Milo Ventimiglia, visto en “Juegos criminales” en 2008, Joshua Jackson, de “Leyenda urbana” aunque siempre será recordado por su participación en la serie de Tv “Dawnson crece”, y una terna de secundarios muy interesante. De hecho vemos a las bellas Portia de Rossi, “Stigma” en 1999, la también cantante Mya, la espectacular Shannon Elizabeth, “13 fantasmas” de 2001, Cristina Añapa, “Cisne negro” de 2010, Derek Mesar, que encarna al hombre lobo debajo del traje, siendo Mesar un habitual de estas lides, y la presencia de todo un Scott Biao, que se interpreta a sí mismo.

Pero retomemos la propia película. Estoy de acuerdo en que cuenta con un guión algo simple, por no decir estúpido por momentos. Pero es que este tipo de guiones, y situaciones, nos la lleva planteando el cine de terror adolescente norteamericano desde hace décadas. Entonces, ¿Por qué ensañarse tanto con este título? Ah, sí, que nos gusta, y mucho, meternos con nuestros grandes, en este caso todo un Craven. Y sí, que está venido a menos, que nunca fue un grandísimo director, y todo lo que queráis, pero ¿Y las horas de divertimento que nos ha propiciado, qué? Qué injustos somos a veces los aficionados.

Y sí, prosigo, es la enésima vez que vemos perfiles tan desangelados como los de esta cinta, y que sí, que algunas de las situaciones de cómicas rallan el ridículo. Pero qué queréis que os diga, cumple como entretenimiento, algo que no se puede decir de una gran mayoría de cintas de este tipo que son vanagloriadas por la sola presencia del actor de turno famosete, cosa que, curiosamente, no pasa con esta. Bueno un poco la Ricci.

Además, a esta película le pasa algo realmente curioso. El montaje final para su distribución estaba muy cortado, y aún así tuvo la calificación de “No recomendada a menores de 13 años”, y nos perdimos en su día diversas escenas gore, y hasta ultragore, por decisión de los distribuidores. Algo que, por cierto, ya me extrañó en su día. Para esto recomiendo ver el Making of.

Y es que tener a Greg Nicotero y a Wes Craven y tener “tan poco” gore, era muy extraño. Y mira que en el corte comercial tenemos algunas buenas dosis de gore, pero se dejaron en el tintero varias realmente brutales, pero es lo que tiene depender de la censura y la calificación para poder distribuir adecuadamente una película.

También he de admitir que todas las interpretaciones, y remarco lo de todas, son bastante flojas, quizá podríamos salvar a Portia de Rossi como vidente, pero está muy desusada. Porque la Ricci deja bastante que desear, de todos modos nunca ha sido una gran actriz, mientras que Eisenberg ya empezaba a dar muestras de su sobreactuación.

De todos modos es de agradecer el trato limpio que da Craven a la película, y, cómo no, el “museo- discoteca” donde tiene lugar toda la batalla final. Un homenaje brutal a los monstruos de la Universal, bien por Craven, una vez mas.

Y aunque quizá esta “batalla” pudo dar más de sí, sí tenemos algunos grandes momentos, como el de la sala de espejos, o el de la pelea de las dos chicas… no diré más.

Aunque sí me quedé con ganas de ver en algún momento la transformación definitiva de los hermanos protagonistas, aquí, nuevamente, el guión de Williamson hace aguas. Al igual que en el puro final, donde los ecos de títulos como “Un hombre lobo americano en Londres”, “Noche de miedo”, o “Jóvenes ocultos” son demasiado llamativos. Hasta el bueno de Williamson reconoce su influencia en el libreto, y, ciertamente, aquí queda en bastante mal lugar el guionista.

Pero una cosa es tener influencias, y otra es mostrar algo ya visto, y, encima, con menos fuerza y vida propia.

De todos modos se ve que Craven disfrutó el rodaje de esta, no sé ya si tanto su montaje final, con esos cortes obligados. Porque, si bien es cierto que no estamos ante una gran película, sí estamos ante otro gran divertimento del gran director Wes Craven, y remarco lo de gran director. Una cosa es que le deba muchas horas de mi entretenimiento adolescente con el género, y otra, muy distinta, que no sepa valorar este cine suyo. Y eso que “Scream” me parece una película muy sobrevalorada, ya que, como esta, es un entretenimiento, y poco más. Pero desde luego Craven pocas veces falla. Respetemos y exijamos a quien debemos exigir.

Óscar Arias

La Mansion del Terror - 6.1

6.1

Género; Hombres Lobo - Adolescentes - Gore

User Rating: Be the first one !

Busque También

Crítica- Vivarium (2019)

Una de las películas que más se esperaba esta temporada, debido a su buen hacer en su paso por festivales, es “Vivarium”. El segundo largometraje del director Lorcan Finnegan, responsable de “Without Name” (2016), que cuenta con un escaso reparto encabezado por Imogen Poots, “Green Room” (2015) y Jesse Eisenberg, saga “Zombieworld”.

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *