Crítica- Mister X (1967)

“Héroes casposos deudor de “El Santo”, no el luchador”

Basándose en unos cómics, de los cuales no tengo demasiada información, en cuanto la tenga edito esto, hicieron una coproducción hispano-italiana dirigida por Piero Vivarelli, director de otras joyitas como Satanik o El dios serpiente.

Pues tenemos a un héroe muy deudor de La sombra, es mas, su “uniforme” es muy parecido y su forma de aguantar el dolor también. Lo malo es que solo se lo vemos puesto en un par de ocasiones, y es que la cinta es bastante extraña, me explico.

Mister X, es mas bien un camaleon, del tipo El Santo, no el luchador mexicano, que se disfraza para conseguir información o lo que necesite. En esta cinta se nos cuenta una de sus historias, y como la policía le tiene como un peligroso delincuente.

La mafia dirigida por Lamarro deja un cadáver con indicios de que ha sido Mister X su autor, para así ellos dedicarse tranquilamente a una operación de tráfico de Opio llamada “Dragón negro”. Así que ya os podéis hacer a la idea, nuestro héroe se enterara de todo y conseguirá acabar con tan despiadada banda. Banda a la que consigue sacar de quicio y elimina a varios de sus miembros de las formas mas curiosas. Como por ejemplo dejando una nota de “llamarme a este telefono y os dare información”, y justo haber una cabina al lado y ser una trampa. Una bomba y los 2 tipos muertos. Casi nada. Me gusto mucho ese gag.

Y bueno, la cinta, es ciertamente del genero criminal, y no he visto demasiado a si que tampoco puedo deciros si están muy trillados estos momentos. A mi al menos me hicieron pasar el rato.

Comentaros que Mister X, que en su vida privada es ocho veces campeón de golf, osea, que se viene a la cabeza Batman, por ser otro adinerado, tiene como compañera a Timy. Muchacha muy atractiva que, aparte, tiene conocimientos de karate o algo similar, porque es para verla.

Pero la película en sus primeros 40 minutos se me hizo algo pesada, quizá esperando ver a Mister X con su disfraz, y nada. Pero cuando aparece disfrazado todo cambia, y quedé totalmente enganchado. Además tiene unos artilugios magníficos, como cigarrillos que son como piolets, cuerdas en las botas,etc… Muy currado la verdad, lástima que no explotasen mas esta vertiente del personaje.

Una cosa que llama la atención es como ponen a Helga Liné como protagonista si su papel, aún siendo importante, es menor. Cosas de las coproducciones. En definitiva, si os gusta este tipo de héroes casposos de los 60-70 echadle un vistazo, sino no os molestéis. Aunque a mi personalmente me ha entretenido.

Óscar Arias