Crítica- Mom! (1990)

“Entretenida cinta con sorpresas varias”

Debut cinematográfico de Patrick Rand, el cual se encarga igualmente del guión, previamente había trabajado como editor de títulos como G.E.N. o Volver a morir. Está protagonizada por la mítica Jeanne Bates, siendo esta su última cinta de la cual siempre estuvo muy orgullosa, recordemos que comenzó su carrera siendo la primera víctima de Lugosi en El regreso del vampiro, y la hemos visto por Cabeza borradora o Ritos satánicos. Está acompañada por Brion James, Annihilator o House 3, Maray Ayres, El retrato ovalado, Harry Landers, Phantom from space, Mary Beth McDonough, Enterrado vivo, J. Patrick McNamara, secundario en títulos como Phantasma 2 o La noche del diablo, y la aparición de Charles Martinet, mítica voz de Mario Bross y cia.

Un loco caníbal anda suelto por las calles de L.A., el periodista Clay Dwyer investiga la noticia cuando su madre, Emily, hospeda en su casa a un extraño hombre llamado Nestor. Este resultará ser una especie de demonio caníbal que convertirá a su madre, así cuando Clay lo descubre tratará de protegerla aún a riesgo de mas vidas humanas, inclusive la de su mujer embarazada. Pronto Clay comenzará a ser sospechoso, aunque su madre no quiere que le pase nada malo a su hijito.

Peculiar película que si bien tiene un argumento fantástico, resultando un título bastante entretenido, se queda a mitad de camino de lo que pudo ofrecer. O al menos esa es la sensación que deja tras verla.

Patrick Rand realiza una dirección inestable, con momentos donde asoma la comedia negra para desaparecer sin mas, o el terror para que ocurra lo mismo. Al menos hay diversos elementos que hacen de esta cinta toda una experiencia, aunque por mucho que haya gente que la catalogue de Culto, a mi esta aseveración me resulta algo exagerada.

Ciertamente Jeanne Bates realiza una interpretación buena, perfectamente ubicada en todo momento y con ese toque de anciana que está rejuveneciendo representado de forma genial. Pero su compañero protagonista, Mark Thomas Miller, resulta un perfil peor desarrollado, dando la sensación que el bueno de Miller no consigue encontrar su sitio y desarrolla un personaje que pudo dar muchísimo mas.

Algo similar pasa con Nestor, el cual aparece y, sobretodo, desaparece, sin mas, aunque es gracioso lo de “Nadie puede matarme”, para ver su siguiente secuencia, “comedia” mal llevada.

El monstruo es una especie de demonio que se alimenta por las noches de carne humana, cita a vampiros, hombres lobo o no muertos, pero se autodenominan, de forma muy correcta, comedores de carne. Por lo que leí en diversos sitios que tratan a esta cinta como un film de vampiros, pero es un grave error.

La caracterización de los monstruos es muy típica y, desgraciadamente, no se nos muestra en exceso, un par de planos rápidos y listo, algo que baja enteros a la película. Aparte los ataques son escasos, y si bién el primero de Nestor a una embarazada hace presuponer un festín, esto desaparece paulatinamente para casi desaparecer. Y así solo tener momentos que mezclan la comedia negra con el terror y pinceladas de gore, aunque la comedia queda bastante mal tratada y no se puede catalogar como tal a la película.

Por cierto, el tema de las embarazadas parece estar metido con calzador para no servir para nada, algo que pasa con diversos conceptos del film. La parte final es bastante interesante, con sus habituales sorpresas, reapariciones o hasta casi podríamos decir resucitaciones, para acabar de forma intensa aunque, una vez mas, nos deja la sensación de haber podido ofrecer algo mas, aún siendo bastante interesante lo visto.

Una considerada cult movie, que a mi no me lo parece ya que se queda a mitad de camino de sus propias propuestas, las cuales si son muy buenas. También es cierto que al ser una cinta algo desconocida y difícil de conseguir ese apelativo quizá le llegó de forma mas arbitraria. Eso sí, resulta una película interesante que los fans de género disfrutarán, aunque habrá mas personas que piensen que es una gran cinta a lo contrario, de eso estoy completamente seguro ya que guarda muchos matices clásicos del género, y el hecho de tratar a una madre como el demonio infectado, como la posterior Braindead, es un gran acierto.

Óscar Arias