“Floja adaptación, aunque supera a su homónimo literario. Pero los zombies se dejan ver poco”
En el año 2009 el escritor y guionista Seth Grahame-Smith decidió escribir una revisión del clásico de Jane Austen “Orgullo y prejuicio” (1813), pero desde una perspectiva zombie. Y es que el género Z lleva unos años, ya más de una década, que esté de moda, y para buscar originalidad se entremezcla con lo que sea. Así llegó esta novela del escritor, novela que es bastante mediocre, por cierto. La pude leer en su día y he de reconocer que su lectura se me hizo ciertamente pesada.
Hay que apuntar que esta cinta ha tardado muchos años en llevarse a cabo, no obstante un trabajo posterior del autor, como es “Abraham Lincoln: Cazador de vampiros”, que fue escrito y editado posteriormente, vio la luz en forma de largometraje en el año 2012. Por cierto, el libro, nuevamente, es bastante mediocre. Creo que Grahame-Smith no es santo de mi devoción. Dicho título lo dirigió Timur Bekmambetov, y sin ser nada especial o destacable si es, al menos, entretenido.
Esta demora de la que os hablo se debió a cambios en la dirección principalmente. Esta, finalmente, pasó a caer en manos de Burr Steers, que solo había dirigido un par de títulos con leves reminiscencias fantásticas. Y este, junto al citado Grahame-Smith escribieron el guión cinematográfico de esta “Orgullo + Prejuicio + Zombis”. Lo primero que he de decir es que si ya la novela hacía tropelías con el clásico de Austen, este guión es como otra historia paralela a la que pude leer en la novela del propio Grahame-Smith. Lo cual me ha dejado ciertamente perplejo. ¿Por qué Grahame-Smith ha cambiado tanto su novela? Quizá se dio cuenta de lo flojo de la misma, por no usar adjetivos peores.
Así si bien la historia tiene las mismas bases, los acontecimientos no, amén de muchas de las acciones y subtramas. Pero me centraré ya en la propia película. Esta si guarda un cuidado aspecto visual, muy similar, por cierto, al visto en “Abraham Lincoln: Cazador de vampiros”, algo que si me ha resultado curioso. La fotografía es bastante sobria, nada destacable pero efectiva, y la banda sonora es perfecta para lo que vemos, aunque una vez finalizado el metraje se olvida uno de sus notas. Sobre el montaje decir que es aceptable, aunque nada remarcable. Habiendo escenas, de hecho, que son algo desangeladas debido a una falta de ritmo preocupante.
Si debo destacar el vestuario y la dirección artística. La creación del espíritu Victoriano está conseguido, y aunque Steers no le saque el partido necesario, hay que destacarlo.
Ya que uno de los problemas de esta cinta es la floja dirección de Burr Steers. No consigue insuflarle ritmo a la trama, además de acabar centrándose en exceso en las románticas y muy poco en las zombies. De hecho peca en exceso en mostrar a zombies con demasiados efectos digitales, ya que si bien su caracterización es muy acertada, los retoques por ordenador son demasiado llamativos. Lo cual resta realismo a la cinta.
Y es que si bien empezamos con una primera secuencia donde Darcy persigue a un zombie, cual detective se tratase, pasamos a momentos donde el zombie es un simple, y nunca mejor dicho, relleno. Además que sus apariciones están faltas de gore o de un rodaje donde podamos ver, disfrutar o paladear algo de terror o algo cercano al universo Z.
Así la mayor parte de personajes pasan sin mayor pena ni gloria. Clamoroso el caso de Lady Catherine de Bourgh, interpretado de forma aséptica por Lena Headey, vista en la saga “300” o la serie de Tv “Juego de tronos”. Ya que el protagonismo real de todo el asunto es de los personajes de Elizabeth Bennet, interpretado de forma algo plana por Lily James, que protagonizó “Cenicienta” el año pasado, y el Coronoel Mr. Darcy , interpretado correctamente, aunque con demasiada flema inglesa, por el joven Sam Riley, al que vimos en “Maléfica” en el año 2014. Y sí que me resultó curioso que fuese Riley el único que hiciese un trabajo cercano al teatro o televisión inglés, y nadie más del elenco lo hiciese. Estamos ante una co- producción británica y estadounidense, pero la novela de donde sale toda la historia es puramente inglesa. Y este matiz me sorprendió.
Mención aparte quiero dar al actor Matt Smith, que interpreta al Padre Collins. Me encantó su interpretación, la cual si bien es algo sobreactuada da la sensación de ser justo lo que se pretendía. Así toma bajo sus hombros los momentos más “cómicos”, y hasta “bochornosos”, y los salva con gran maestría. Actores así da gusto de encontrarse, hacen el trabajo que se les pide con grandes capacidades y actitudes por muy flojo que sea su personaje.
Otro de los debes de este título es la poca acción que tenemos durante todo el metraje, y la forma tan simple en la que está dirigida y posteriormente montada, como ya apunté. Vamos que lo que podemos ver a fin de cuentas no es más que algún plano o hasta secuencia que nos deja con ganas de muchísimo más. Por ejemplo, la secuencia donde vemos a las cuatro hermanas acabando con zombies en la fiesta queda del todo desangelada, aparte que la coreografía deja bastante que desear. Pero, aun y con todo, la secuencia cumple. O eso o que todo lo cercano a los zombie me acaba por enganchar..jajaja
De hecho es más recordada la secuencia del entrenamiento de las hermanas que sus enfrentamientos con los zombies, ver para creer…
Algo similar pasa con la subtrama relativa a los zombies y su posible “civilización”. Un argumento interesante, que está tirado por la borda. La visita a la Iglesia de San Lázaro está muy desdibujada y nos deja con ganas, si, otra vez, de mas, y esta vez de mucho mas. Porque la decisión de dar muchísimo más protagonismo a la trama romántica que a la Z, yendo ambas de la mano me parece un error garrafal. Aparte de una pequeña tomadura de pelo. Así las resoluciones son algo alocadas, y muy cogidas de pinzas.
Porque todo lo relativo a los cuatro jinetes del apocalipsis pasa de puntillas. Y daba para muchísimo más.
De hecho el final de la película, visto mil y una veces, juega a la trampa con demasiada facilidad. Que una cosa es aceptar licencias por el bien del entretenimiento y otra muy distinta es tratarnos como tontos. Aún me sorprende como los zombies se tiran corriendo un buen rato mientras nuestras protagonistas tienen tiempo a dar varias vueltas en “In between”. ¿Y ese final mezclando el “happy end” clásico con un “continuará”? No sé muy bien lo que quería proponernos los responsables la verdad.
En definitiva, una excusa más para tener una cinta donde la trama, en principio, tenía mucha originalidad dentro del universo Z, pero donde los zombies son totalmente secundarios en escena. La cinta es entretenida, no digo que no, pero deja con ganas de bastante más, tanto como película dramática como cine Z. Vamos, para ver una vez y dejarla pasar.
La Mansion del Terror - 5.8
5.8
Género; Zombies - Drama - Adaptación Novela