Crítica- Run¡ Bitch run¡ (2009)

“Explotación del cine de violación y venganza que queda a mitad de camino”

El cine de explotación se mueve por rachas, así este nuevo siglo a vuelto a despertar antiguos subgéneros que vivieron épocas mejores, ese es el caso del cine de violación y venganza de los setenta. En esta primera década del s. XXI han aparecido varias explotaciones al respecto, como Chaos, 2005, el remake La última casa a la izquierda, 2009, u otros títulos como Dangerous men, 2005, o She- demons of the black sun, 2005.

Así Joseph Guzman decide debutar con esta película que mezcla las clásicas I spit on your grave, titulada en España absurdamente como La violencia del sexo, 1978, Ms. 45, 1981, y La última casa a la izquierda, 1972. Para ello cuenta con un escaso presupuesto, la cinta no es más que otro título independiente con pretensiones de algo que no es, y un elenco poco conocido. Donde podemos destacar a Christina DeRosa, vista en Blood and guts, 2006, a Peter Tahoe que participó en Hangman, 2009, o al joven Daeg Faerch, que participó en el remake de Halloween del 2007. Apuntar como dato curioso que hasta su madre, Mickey Faerch, realiza un papelito en esta explotación, todo queda en familia.

Catherine y Rebecca están vendiendo biblias cuando se cruzan con Lobo y sus secuaces, estos están formados por Clint, un retrasado que disfruta viendo nunsplotations, y Marla, una ninfómana asesina. Así ambas jóvenes serán vejadas y humilladas pero Catherine logrará huir y tratará de tomarse su propia venganza. Se vestirá de enfermera y dará caza al grupo de psicópatas de la forma más cruel posible.

Hay bastante que comentar acerca de este título, el cual está consiguiendo muy buenas críticas entre los aficionados al cine de explotación y auténticos desprecios por otro tipo de aficionados al cine de género. Pero de lo que no cabe duda es que estamos ante un trabajo difícil.

Sus calidades son muy bajas, demasiado bajas, la música se repite hasta la extenuación lo cual puede, muy fácilmente, saturar al espectador, aunque la música sea muy grindhouse. Las actuaciones son muy pobres, la fotografía trata de ser sucia, en plena tradición setentera, pero no queda conseguida, y la dirección es algo caótica. Los diversos trucos que trata de introducir Joseph Guzman resultan bastante soeces y no consiguen crear esa repulsión que provocaban clásicos como las citadas La violencia del sexo o La ultima casa a la izquierda.

Pero no hay que dejar de comentar diversas virtudes de Joseph Guzman, que demuestra ser un apasionado de este tipo de cine. Ya que al poco de empezar ya muestra mujeres desnudas, una película de nunsplotation, que encima no es más que su segundo largometraje, Nude nuns with big guns, todo queda en casa. Sadismos en forma de asesinato con decapitamiento y descuartizamiento incluidos.

Lástima que este apabullante inicio, siempre dentro del cine underground de explotación no nos olvidemos, decaiga hasta límites insospechados, además que la falta de ritmo durante todo el metraje es una gran losa. Por ejemplo, la escena protagonizada por Daeg Faerch o la de su madre son muy flojas y al estar dirigidas sin fuerza no consiguen plasmar esa suciedad que presupongo que querría mostrar Guzman.

La dirección de actores es muy floja, o quizá inexistente, los perfiles no son nada reseñables y las interpretaciones del elenco dejan mucho, muchísimo, que desear. Impagable ver a Lobo, líder de los sádicos, aullar después de la violación, la cual no tiene ningún tipo de ritmo ni fuerza cuando debió ser el punto álgido de la cinta. Este Lobo queda muy por debajo de otros sádicos de cintas similares, sin ir mas lejos el visto en Chaos, 2005, es infinitamente superior a este, y hasta la película en sí es más interesante sin ser mejor.

A esta Run¡ Bitch run¡ le falta de una dirección mucho más apropiada, se nos deja a mitad de camino de todo. Sin olvidarnos del numerito del trío de sádicos gritando el título de la película, momento videoclipero que sobra a todas luces.

Al menos la venganza tiene su aquel, Rebecca va vestida en plan Femme fatale y su rostro y expresión dice mucho más que sus palabras en la primera mitad de la película. Además nos legará algún gran momento y un encuentro con Lobo memorable, de lo mejorcito visto en este subgénero. Lástima que la dirección de Guzman sea tan sumamente plana, esté carente de fuerza, introduzca elementos absurdos, como el del local de Striptease, y demás morralla, porque esta cinta podría haber dado muchísimo más.

Una explotación del cine de violación y venganza que adolece de una dirección paupérrima, la cual provoca que una película con diversos elementos de interés sea un producto más, que resulta llamativo por su título pero no así por sus formas. Aunque tiene diversos elementos fascinantes, altas dosis de brutalidad y sadismo y una venganza gore. Quizá este mismo producto en manos de alguien más competente o capaz de insuflar más ritmo a esta trama hubiese legado un grandísimo título, cosa que esta película no es. Una pena.

Óscar Arias