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Reseña- Drácula y los crímenes de Jack el Destripador (2013)

Estamos ante la segunda novela de la colección Monsters Unleashed de la editorial catalana Tyrannosaurus Books, que según la propia editorial, “pretende trasladar al papel la experiencia de estar viendo una película grindhouse a través de novelas pulp  protagonizadas por monstruos clásicos alejados de su concepción original y situados en ambientes y desarrollos más propios del cine de exploitation que de la literatura clásica de terror”.

Los dos primeros números han estado vinculados al personaje de Drácula, “Dracula vs. La Momia. Batalla por Chicago” de Tony Jiménez y este que nos ocupa, “Drácula y los crímenes de Jack el Destripador” escrito por Miguel Ángel Naharro. Naharro ya había publicado el año anterior la novela “La Maldición de la Diosa Araña” (Dlorean, 2012), y ha publicado relatos en antologías como “Epic”, “Arkham” o “Érase una veZ”.

Naharro nos ubica en un Londres victoriano, época de los cruentos asesinatos de conocido Jack el Destripador. Donde decide entremezclar no pocos géneros, y subgéneros, tanto literarios como cinematográficos. Así estamos ante un trabajo que rebosa pasión por la obra literaria de Bram Stoker, y su adaptación cinematográfica de Coppola, de los comics “La tumba de Drácula” obra de Marv Wolfman y Gene Colan, o el cine vampírico de la Hammer. Los cuales entremezcla con total impunidad, con el thriller, con Jack el Destripador como gran protagonista, y hasta el steampunk, con una serie de autómatas en plena época victoriana.

Lo primero que he de decir sobre esta novela es que su aire pulp y estilo a las novelas de bolsillo de los setenta y ochenta me encanta. Aunque Naharro nos hace una trampa en este aspecto, ya que su novela ocupa unas 230 páginas, pudiendo, así, explayarse más, y mejor, en la historia e intrahistorias de personajes. Algo que es de agradecer, ya que mantiene ese fabuloso tono donde presta más atención a la acción y diálogos que a la descripción  de lugar.

Igualmente es de agradecer, por parte del autor, el uso de diversos personajes reconocibles por el lector. Así ya no solo los dos grandes monstruos enfrentados en la novela, Drácula y Jack, son reconocibles, sino que también tendremos al Comisario Lestrade, personaje que creó Arthur Conan Doyle en sus libros de Sherlock Holmes, al cual también nombran en la novela, gran detalle este, o a Frederick George Abberline, el Inspector jefe, real, del caso del Destripador.

Y es que he de reconocer que ya tan solo la creación de esta novela me engancha, como enamorado del género. Aunque con el devenir de las páginas me fui quedando con ganas de algo más. Quizá haya capítulos muy desiguales, o que los ecos de la, floja, novela de Seth Grahame- Smith, “Abraham Lincoln, Cazador de vampiros” se me hicieron demasiado remarcados. Dejando así algo de lado las sorpresas. Quizá haya leído esta novela con demasiados años de retraso, pero debería funcionar mejor leída a día de hoy, ¿no?. Eso que, insisto, la historia es muy acertada y la mezcla entre el universo vampírico, encabezado por un muy bien construido Drácula, y Jack el Destripador es muy notable.

Porque ciertamente la sensación de poder vislumbrar lo que acontece entre las páginas cual película fuese es formidable. El ritmo, aunque desigual, tiene momentos muy álgidos, y los elementos clásicos ayudan, y mucho, a conectar con la novela. Con un servidor lo tenía fácil el autor con esos “homenajes” a la obra original de Stoker. Además que la idea original de la novela me parece totalmente acertada. Tener un caza vampiros, algo en absoluto original, que es realidad es un antihéroe, según nuestra percepción, es un muy buen argumento.

No puedo dejar de agradecer al autor, igualmente, la cantidad de gore y acción, al más puro estilo del cine de terror mas moderno, por cierto. Siendo así los bandazos entre la clásica Hammer y estos elementos más modernos algo desiguales, me repito,  aunque no desmejoran la novela. Solo nos dejan algo sorprendidos, pero al estar delante de un trabajo que ha nacido con el ansia de entretener, lo cual consigue con creces, no merece mayor importancia.

Lo único que si me descolocó, dentro de la historia, fue la incursión de los autómatas. Aunque en el tramo final tendrán su razón de ser. Pero, de verdad, no les encontré mucho sentido. Algo más de argumento con ellos hubiese ido muy bien a la novela. Aunque el autor decide aprovechar sus hojas en tratar de insuflar de acción y ritmo a la novela. Lástima que lo consiga de vez en cuando. Aunque esto también puede ser una causa efecto a la cantidad de errores tipográficos que contiene la novela, los cuales la hacen un flaco favor.

Tampoco quiero adentrarme mucho más en la historia en sí, que es bastante clásica y un buen híbrido entre la Hammer y el Drácula de DC, como ya apunté. El final es del todo esperable, y lo único que si puedo hacer es recomendar su lectura. La cual es ágil, y aunque pudo dar algo más de sí, estamos ante otro gran ejemplo de la mezcla de géneros, y como, todavía, se pueden realizar trabajos originales, y sí, usando los clásicos mil veces vistos anteriormente. Y es que esta colección me encanta, en breve tendréis las reseñas de las otras novelas que la componente.

La portada, como viene siendo habitual, es de Daniel Expósito y el diseño de la colección de Marc Gras.

La Mansion del Terror - 7

7

Género; Vampiros - Dracula - Jack el Destripador - Autómatas

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