Till death do us part (2011) “Corto con zombies, comedia, una boda y homenajes a los ochenta para no perdérselo”

Julián Lara es un director sevillano bien conocido por nuestras tierras debido a sus “Deadhunters” que hace unos dos años viajó a Los Ángeles para apuntarse a la escuela de cine, The Los Ángeles Film School, donde ha conseguido una gran nota con este trabajo. Y es que se nota que Lara ha madurado, ya no es el joven que entraba a defender por foros a capa y espada sus trabajos de bajo, muy bajo presupuesto, amén de bajas calidades. Además siempre fue un habitual de la farándula, lo cual le ayudó a codearse, y conocer, a gran cantidad de personas importantes, nacionales e internacionales, de la industria del cine. Esto siempre molestó a muchos, y calló, ahora, a otros. La única verdad del asunto es que hay que atreverse a dar el salto, tratar de aprender y aprovechar la experiencia, cosa que parece que Lara está haciendo. Aparte de seguir de saraos por la meca del cine para darse a conocer, algo que parece que Lara maneja bastante bien.

Entrando de lleno en el cortometraje hay que decir que el estudio en la escuela de cine le ha ido francamente bien a Lara, como no podía ser de otra manera. Así ya desde los potentes créditos iniciales sabemos que algo ha cambiado, y para bien, en la forma de trabajar de Lara. Aunque el coche del final de los mismos queden muy cutres con respecto al resto de los créditos. Pero estos sirven como aperitivo a otro guión, obra de Lara, plagado de homenajes a clásicos del género. Así este coche es el DeLorean de regreso al futuro, por ejemplo.

La idea del corto es simple, una boda arruinada por una horda de zombies, ¿Os suena? Si, y es que quizá la aparición de [REC] 3 Génesis, no le haga un gran favor a este trabajo. El cual funciona a las mil maravillas, por cierto. Se notan claramente las influencias norteamericanas del director, así tenemos referencias directas de Raimi, Romero, Jackson y las series Buffy o Ángel. Y además está todo realizado con gusto, vamos por y para el aficionado.

Cierto es que el guión es algo flojo, y previsible, pero los gags funcionan, que es lo importante. Así hasta Lara nos sacará un par de sonrisas, del todo previsibles, pero hay que conseguir sacarlas. Lo malo del guión es que el asunto del vudú pasa algo desapercibido debido a lo forzado de la escena de la novia y las muñecas. Eché algo en falta el remarcar más este asunto, más aún en esta época de zombies infectados y rápidos, cuanto se echa de menos a los zombies del Vudú…

Por otra parte es más que interesante ver como Lara se ha rodeado para este trabajo de buenos profesionales, así la fotografía, realizada por Jon Aguirresarobe destaca por sí sola, al igual que el montaje. O la misma dirección de Lara, quién va a callar muchas bocas con este interesante trabajo. Aunque eché en falta el uso de algún tipo de filtro en la post producción, porque la imagen queda algo plana.

El elenco, por otra parte, cumple sin ser ninguna maravilla. Destaca el veterano Lee DeBroux, visto en cintas como Robocop, o Vampirella. Y es que contar con un veterano, que encima tiene el mejor personaje, da unos puntos extra al corto. Se nota que Lara es aficionado y esto lo conoce perfectamente. De hecho su sacerdote tiene algunas frases de guión geniales, aparte de tener una genial pose con la escopeta y el momento del crucifijo, sacando de la escopeta y las balas, es un grandísimo detalle.

Porque Amalia Holl me resultó algo forzada y sobreactuada, y Kevin Hoffer tiene un perfil que no concuerda con su propia persona, no parece un ligón ni mucho menos. Pero este es otro homenaje al cine de los ochenta, que es lo que el director pretendió en todo momento. Aunque la escena de la “Chorba- agenda” esté algo estirada.

Los zombies son muy del tipo los vistos en las series norteamericanas, tipo Buffy o Ángel, y las decenas de películas norteamericanas que los han copiado. Pero cumplen a la perfección, siendo algo estúpidos, por cierto. Se nota que Lara adora a los zombies y sus ataques son potentes y sangrientos, como debe ser. Encima el final es genial, además ver sonreír, sin quererlo, a Amalia Holl al final queda a las mil maravillas.

Solo un detalle del final. La actriz Ana Corbí hace una cameo al final de la cinta ya que, al parecer, no pudo participar en el corto. Pues bien, esta escena me encantó. Es más, Lara debería hacer un corto con ese estilo, a lo Batman de los 60, y con esa monja, que sí recuerda a la reciente Machete, pero que tiene un poder asombroso. ¡¡Julián nos dejaste con ganas de más!! En definitiva, un gran trabajo de Julián Lara, quién demuestra que es capaz de hacer trabajos cinematográficos de calidad. Después de este trabajo, que es un más que correcto y recomendable cortometraje, queremos ver el salto de Lara a la gran pantalla en los USA. Veremos, todavía, que tal le va a este trabajo en el circuito de festivales, seguramente algún que otro premio consiga.