Crítica- Bloodshot (2020)

“Buena adaptación que peca de efectos digitales y de un guión muy simple”

De manos de la compañía de cómics Valiant, no todo es DC y Marvel, apareció este Bloodshot allá por al año 1992. Quien se supone que era la máquina de matar definitiva, ya que gracias a los nanitos, ahora nanobots, regenera y tiene una fuerza sobrehumana, entre otros poderes. Aunque perdió la memoria, o se la lavaron, y lucha para poder recuperarla. Y, muy sorprendentemente, el guión de esta adaptación cinematográfica es bastante fiel a la historia original. Aún introduciendo diversos elementos en pos de actualizarla.

La dirección recayó en las manos de Dave Wilson, que debuta con este largometraje después de haber rodado diversos cortos de animación sobre el universo de Star Wars. Pero el gran reclamo de la cinta es el actor Vin Diesel, uno de los actores de moda en Hollywood dentro del cine de acción moderno. A este le acompañan Guy Pearce, al que vimos en “La máquina del tiempo” en 2002, ente muchas otras, la mexicana Eiza González, vista en la reciente “Paradise Hills” o Toby Kebbell, que participó en “Un monstruo viene a verme” en 2016, por citar uno de sus trabajos.

He de reconocer que desde que supe de la aparición de esta peli la tenía algo de miedo. Recuerdo haber leído los cómics de Bloodshot hace años, y no los recordaba en absoluto. Pero después de vista y de revisados algunos de los mismos he de decir que estamos ante una interesante adaptación. La cual quizá peque de actualizar tecnológicamente al personaje, ya que los ecos de “Matrix” o “Terminator” no acaban de ayudar mucho. Aunque el personaje original podía usar la tecnología, que conste en acta.

Por otra parte la historia es consistente. Nada original, pero sigue la historia del personaje original, y juega con el espectador. Y si bien todo lo relativo a la pérdida de memoria queda algo cutre, debido a lo manido del tema, cumple. Lástima que el elenco no ayude en exceso. Diesel me parece un actor muy plano, y en esta cinta vuelve a demostrarlo. Y Eiza González realiza una labor muy hierática que no ayuda. Si, muy guapa, pero más preocupada en lucir palmito que en defender su personaje.

Pero, algo sorprendente, los que funcionan son los malos del asunto. Tanto nuestro Mad Doctor como los soldados que “limpian” los destrozos de Bloodshot cumplen a las mil maravillas. Así con el transcurrir de la historia vamos teniendo más ganas de ver la lucha final. Aún con la inmovilidad de Diesel, que debería haber dado más viveza y energía al personaje. No creo que sea una buena elección de casting, he de decir.

Lo que no puedo olvidar es la mejor escena de toda la película. La referente a la “muerte” de la mujer de Ray. Con una manera de meter el tema “Psycho Killer”, de los Talking Heads, que queda de fábula. Ayudado, como no, por una interpretación formidable de Toby Kebbell. Que en su corta aparición hace la mejor interpretación, de largo, de la cinta.

La acción es contundente. Aunque abusa en exceso del los efectos digitales. Y aquí debo hacer un inciso. Y no muy positivo. Y es que el tramo final nos muestra varias luchas de Ray contra los otros soldados y la dirección abusa de los planos cortos, donde podemos ver que los actores son digitales. No entiendo el porqué de esta decisión, ya que es muy cantoso y desvirtúa toda la acción. Aparte que hay momentos lentos mezclados con otros rápidos. Realizados en el montaje, lo cual tampoco acaba de ayudar. Da la sensación de caos. Sumado a la “actuación” de Diesel, pues nos deja con ganas de más de mucho mas.

Y es que esa es la sensación, a grandes rasgos, que me dejó este título. El poder haber visto algo grande, algo que mirase a la cara a Marvel y DC. Pero se molestaron más en posturitas y efectos digitales excesivos, que en contar una gran historia repleta de acción y gore.

Porque el gore es la gran baza de esta cinta. Veremos mutilaciones, desmembramientos o rostros reventados y recompuestos. Pero no se, queda todo muy simple. Como sin fuerza. Y claro, nos deja con ganas de algo más. Que Marvel ya se puso las pilas con el gore en “Deadpool”, y esta podría haber tirado por esa vía. Es como los “malos”, que si bien son interesantes da la sensación que pudieron dar mucho mas de si como personajes.

Por lo que tenemos una interesante historia de superhéroes alejada de DC y Marvel, lo cual se agradece enormemente. Lástima de la poca originalidad y el abuso de los efectos digitales. Quizá algo de valentía y menos tratar de acercarse al cine mainstream le hubiese venido mejor. El personaje da para mas, vamos da para franquicia. Pero sin Diesel y sin tanto efecto, en primer plano, digital.