Home / Críticas / Crítica- Comedown (2012)

Crítica- Comedown (2012)

“¿Otra de adolescentes atrapados en un edificio tratando de sobrevivir? Flojo guión, pero buenas ideas”

De la mano del director hindú Menhaj Huda nos llega un nuevo terror adolescente con unos muchachos que van a un edificio abandonado en el cual se encontrarán con un asesino maníaco. Seguro que os suena esta premisa.  Más aún cuando el año anterior a la salida de este título, y también proveniente del Reino Unido, la cinta de Joe Cornish, “Attack the block”, sorprendiese a crítica y público. Aunque hay que decir en defensa de Huda, que este ya había dirigido diversas tramas de adolescentes, y es que esta que nos ocupa no deja de ser un drama adolescente insertado en un slasher del nuevo siglo, con todo lo que esto conlleva.

Así el elenco está compuesto por un grupo de jóvenes actores donde podemos destacar la presencia de Jacob Anderson, visto posteriormente en la serie de Tv “Juego de tronos”, Sophie Stuckey, que participó en “La mujer de negro” también en 2012, o Adam Deacon, visto en “Cacería” en 2006, que comparten cartel junto al veterano Geoff Bell, al que vimos en la divertida “Botched” en 2007.

Si bien parece que estemos ante un clásico slasher, la realidad es que no es del todo cierto. Porque estamos ante un título que adolece de un guion algo pobre, el cual cuenta con algunas incongruencias demasiado remarcadas, al igual que parte de la idea original es algo “bochornosa”. Porque que el killer de turno se enfade con los chicos por matar a unas palomas, en vez de por invadir su edificio, por ejemplo, está bastante mal tratado. Y no es por el concepto de las palomas, es por el cómo se trata dicho concepto, queda demasiado ridículo.

Por otra parte sorprende, y para mal, las excesivas licencias que se toma Huda para con los distintos perfiles, especialmente con el de Lloyd, interpretado de forma simplona, y algo sobreactuada, por Jacob Anderson. Porque si bien se molesta en mostrarnos cómo sus amigos le drogan sin que este quiera, los síntomas le van y vienen al antojo del director, y este matiz resalta en exceso, al igual que lo forzado de la mayoría de compañeros de Lloyd. Eso sí, si bien este grupo forma un grupito muy habitual del subgénero, con el chulito, el grandote y tonto, la chica “liberal”, o el drogata, aunque aquí lo son todos, el elenco defiende bastante bien sus personajes, algo a destacar. Porque aunque el guion sea algo calamitoso hay que reconocer a esta cinta que sirve como entretenimiento a la perfección.

También tenemos un diseño de arte muy interesante. De hecho la caracterización del edificio, si bien recuerda por momentos a cintas del torture porn, tipo “Saw” o “The collector”, guarda un estilo algo personal, y ciertamente no es en absoluto original pero sí cumple la mezcla de estilos. Al igual que la fotografía, la cual sin ser maravillosa realiza una labor más que competente, mezclando tonos grisáceos con rojos de forma bastante acertada. Igualmente el montaje cumple, aunque le achaco la falta de ritmo de la cinta, uno de los pequeños lastres de la misma, y es que este matiz a los ya comentados por menores del guion, son lo más flojo de esta producción.

No quiero dejar de remarcar la labor de Huda, el cual realiza una dirección muy competente, se le nota que no es su primer título con adolescentes de por medio. Así guarda ese estilo tan inglés en títulos del estilo, y es que del Reino Unido provienen muchos títulos de pandillas de barrio, siendo este un pequeño subgénero que controlan muy bien. Y Huda se mueve como pez en el agua en este aspecto.

Aunque uno de los matices, sí, otro, menores de este título es el perfil y comportamiento del killer, pilar fundamental de una cinta de este tipo, el slasher. Porque Huda nos muestra un killer por momentos cercano a los clásicos del género, y que nunca pueden morir, vamos, tipo mutado, y tipo humano de lo más actual, donde no da la talla. Así tenemos un killer que asesina brutalmente a algunos muchachos, pero que en una pelea cuerpo contra cuerpo sufre lo indecible, amén de las licencias que se toma aquí el bueno de Huda, y si bien no quedan muy mal, si dejan en mal lugar al killer, pilar, me repito, de este tipo de cine. Y del “final” de este killer mejor no decir nada, porque la trampita usada está demasiado vista, y desluce bastante la parte final. Final, por otra parte, demasiado forzado.

Sí es de agradecer la violencia de algunas de las muertes, ya que si bien no son muy destacables si cumplen con solvencia. Genial la referente a la pistola de clavos, me hizo recordar a “Nailgun massacre”, una joyita de serie B ochentera. De hecho en algunos momentos Huda se acerca al torture porn mas actual, aunque en estos detalles no queda muy bien parado debido a lo flojo del montaje.

En definitiva, estamos ante un slasher algo torpón pero que, curiosamente, funciona. De hecho, resulta un entretenimiento, quizá justo, pero efectivo. Cierto es que no pasará a los anales de la historia, pero cualquier aficionado lo disfrutará, aun con todos sus peros, que no son pocos. Pero Menhaj Huda supo darle un toque personal que, qué demonios, funciona.

Óscar Arias

La Mansion del Terror - 6.4

6.4

Género; Survival - Slasher

User Rating: Be the first one !

Busque También

Crítica- Ártico (2018)

No son pocas las cintas de supervivencia que se han ubicado en entornos helados. O quién no recuerda el final de la maravillosa criatura de Frankenstein en el polo Norte. En esta ocasión el director novel brasileño Joe Penna decide llevar a estos rincones “inhóspitos” al veterano actor Mads Mikkelsen,

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *