Crítica- El bosque maldito (2019)

“Otra cinta de niño “demoníaco” que juega a la trampa de forma tan lenta que ni el final nos despega del asiento”

El debutante director irlandés Lee Cronin, que ya había participado en la antología “Minutes past midnight”, consiguió presentar su debut en todo un Festival de Sundance, donde consiguió que la todopoderosa distribuidora A24 cogiese las riendas de la película. Lo cual la catapultó a poder ser estrenada en diversos países, el problema es que al venir de dicha distribuidora ya se la puso el San Benito de ser la “nueva” The Hereditary” o la nueva “The Babadook”. Algo que juega totalmente en su contra.

Y es que estamos ante la enésima cinta de niños malignos, maquiavélicos, poseídos, o como querías decir. Es lo mismo que lo mismo da. La única salvedad es que todo se enfoca en una especia de folk-horror con aires irlandeses, lo cual de la su cierta personalidad a la cinta, pero que no es suficiente para subirla a los altares del género.

De hecho, es un título que si bien cumple no pasará a los anales de la historia. Será otra cinta más de niño “cabroncete”. Que cumple, si. Que es especial, no. Ni de lejos. Así aunque el libreto, escrito entre el propio Cronin y Stephen Shields, cuyo trabajo mas destacable fue la serie “Zombie Bashers”, tiene fuerza y sabe aunar la tradición irlandesa con el terror, este no acaba de despegar. Si se agradece que no haya innumerables “scare jumps”, una de las pequeñas lacras del cine de terror actual, pero si se echa en falta algo más de terror o creación de momentos angustiosos.

Porque si, la actuación de Seána Kerslake [Dollhouse (2012)], como madre cumple a las mil maravillas. Nos podemos poner en su situación y con buenas maneras vamos adentrándonos en su duda, miedo y agobio. Algo que también ocurre con la actuación del pequeño James Quinn Markey [Serie Vikingos], que si se desmarca como una de las grandes actuaciones de niño “demoníaco”. No para estar en el top 10, pero si cerca, las cosas como son. Pero todo el tema de la suplantación va cocinándose tan lentamente, que por momentos nos saca de la historia.

Y este es un matiz muy común del cine de terror actual. Sobre todo el de este tipo. Abusar de “scare jumps”, que este no lo hace, e ir contando la historia de forma lenta y pausada, como tratando de enfatizar el tramo final. Y si, es correcto. Pero no deja de ser tramposo, ya que al final de cuentas nos da la sensación de haber sido testigos de demasiadas secuencias de total relleno. Las cuales, o entras en el juego que proponga la película de turno, o no hará más que sacarte. Imposibilitando que el final, por muy sorprendente que sea, nos despierte y atraiga del todo.

Porque esta cinta es muy de este estilo. Se cocina a fuego lento, y el final es todo lo que falta, aunque sea a pequeñas dosis, durante el resto de la trama. Porque, por ejemplo, ¿No daba para mas la vieja? Especialmente después de su primera aparición. ¿El agujero no podría haberse mostrado o usado algo durante toda la primera hora? El marido de la vieja, un más que solvente James Cosmo, [Braveheart, 1995], ¿no os pareció del todo desaprovechado cuando, por fin, hace acto de presencia y cuenta la historia? Y así varios elementos.

Dicho lo cual, la cinta no es mala. En absoluto. Pero no me parece la gran cinta de terror de este año 2019. Ni de lejos. Una buena propuesta, si, desde luego. Pero aparte de tener una más que correcta fotografía, aunque los exteriores quedan más interesantes e intensos que los interiores, y una banda sonora muy destacable, no acaba de ser un gran título de terror. Es algo del montón. Lo cual no es negativo, en lo más mínimo.

Porque si quizá se hubiese explotado algo lo relativo a la suplantación de la personalidad, su interacción con los otros niños se queda a mitad de camino, o el porqué del propio agujero, la cosa hubiese mejorado. Apuntar que el título original es “The houl in the ground”, pero ya sabemos cómo se las gastan en España con la traducción de los títulos..jajaja

Vamos, que si Cronin hubiese sido más valiente y atrevido si podríamos estar ante la gran película de terror del año. Pero no es así, por mucho que la A24 nos la quiera vender como tal. Y es que muchas veces el hype creado por un título juega en su contra, y a un servidor le ha pasado esto. Ya que si bien me parece un título correcto y recomendable, no es, para nada, una joya. Entretiene, cumple y listo. No creo que aguante en mi memoria demasiado tiempo.

Eso sí, esperemos que Cronin siga en el cine de terror, maneras apunta. Ahora que haga algo más valiente, con más presupuesto y más directo. Que ya empieza a cansar el cine de terror actual con sus o cien “scare jumps” o ritmos lentos hasta el tramo final.