Crítica- Fonda sangrienta (1987)

“Genial remake en clave de splatter de la primera película gore de la historia, Blood feast.”

Después de rodar un terror, El ser, y un par de comedias Jackie Kong decide embarcarse en una especie de remake de la precursora del gore, Blood feast de Gordon Lewis, pero en clave de comedia e introduciendo elementos de innumerables subgéneros, ya sea Sci-fi, luchadores, zombies, etc. El elenco es bastante desconocido, pocos actores han participado en mas producciones de género. Podemos destacar a Carl Crew, visto en Jeffrey Dahmer: El carnicero de Milwaukee, a Lisa Elaina, Hard rock nightmare, a Drew Godderis, Evil spawn, o a Roxanne Cybelle, El ser.

George y Michael son unos hermanos que regentan un restaurante de comida rápida, además son seguidores de la Diosa Sheetar, y guiados por el cerebro de su tío fallecido tratarán de resucitarla. Para ello necesitarán miembros humanos, así comenzarán a cazar mujeres y los restos que no necesitan los usan en su restaurante. Mientras una pareja de detectives les pisa los talones aunque la fiesta final donde la diosa resucitará estará plagada de sangre.

Una de esas películas que siendo cutrecilla resulta un divertimento total y absoluto y todo su metraje es cachondeo mezclado con gore a paletadas y decenas de guiños al cine de género. La comedia usada es mas que apropiada, rozando los límites del mal gusto en algunas ocasiones pero siempre resultando gracioso y divertido, que de eso se trata.

Solamente escuchando el fabuloso prólogo uno ya sabe lo que le espera y desde luego que no se nos miente, es gore con comedia sin mas. Tomando como referencia la gran Blood feast, con la cual guarda elementos del guión aunque es un remake muy libre y personal, pero al menos seguimos manteniendo a Sheetar y el intento de resucitarla a base de miembros femeninos, ¡que grandes¡

Y es que casi todo en esta cinta es perfecto, si perfecto. Cierto es que las calidades técnicas y la dirección no son muy destacables, pero con respecto al tipo de película que se quiere ofrecer es perfecto. Aquí lo que manda es el gore y la comedia bastante absurda, hay tanto que poder comentar que se necesitarían horas para poder hacerlo, lo mejor es verlo y disfrutarlo por uno mismo.

El elenco cumple a las mil maravillas, no son grandes actores ni realizan interpretaciones de Oscar pero bordan sus papeles. Los perfiles son muy divertidos, tanto los dos hermanos, la pareja de detectives, que es genial con la mujer negra y el guaperas blanco, ¡que es para verlo¡, la chica mojigata, o el tío, que después de introducirnos la cinta con una secuencia genial, donde se come sus testículos (¿?), aunque esto, menos mal, no se ve, es de lo poco que no se muestra de forma gráfica, que es un cerebro con ojos dentro de un tarro de formol, impagable.

Porque el catálogo gore es brutal, mejor verlo, y sí, parece que Henneloter se fijó en esta antes de rodar la genial Frankenhooker. Es destacable la de elementos nazis que tiene la cinta, siempre de forma cómica y burlona, muy en el estilo de la Troma. El combate de lucha es genial, me encanta este homenaje al cine de luchadores mexicanos, o el baile final, con esos músicos nazis que son un descojone.

La parte final, y todo el gore, es muy divertido, muy sangriento y muy mostrado, algo que agradecer, al igual que la incursión de zombies o demonios que suben, todavía, mas enteros a la película. Además, y como manda la tradición ochentera, se dejan las puertas abiertas para una continuación, que no se ha rodado y espero que nunca se ruede, esta película es demasiado buena como para tocarla. CULTO.

Genial remake en clave de splatter de la primera película gore de la historia, Blood feast. Aunque resulta una versión algo libre y muy cómica, decisión esta totalmente acertada que consigue crear una de las grandes joyitas del cine de género en los geniales ochenta, y no es decir poco. Cierto es que no es comparable con las grandes cintas, pero dentro del bajo presupuesto es indudablemente una de las mejores. Ya perdí la cuenta de la de veces que la vi, y siempre me divierte, algo que no consiguen muchas cintas. Puro CULTO.

Óscar Arias