Crítica- Transylmania (2009)

“Flojísima spoof movie centrada en el universo vampírico”

En la última década han surgido innumerables spoof- movies, parodias de películas, sobre el cine de terror a raíz del éxito de la saga Scary movie, 2000. Así nos llega esta Transylmania escrita y dirigida por los hermanos Hillenbrand que ya habían rodado varias comedias, siendo la saga Doom daze bastante conocida y donde algunos han querido introducir como tercera entrega a esta que nos ocupa. Algo que han desmentido los directores, quienes ya se habían introducido dentro del cine de género con Piñata survival island, 2002, o King cobra, 1999.

En esta ocasión se rodean de su crew cómica habitual, así casi la totalidad de intérpretes ya han rodado otras comedias con el cuerpo técnico, aunque dentro del género podemos destacar a varios. Como Oren Skoog, [Zombie town, 2007], Patrick Cavanaugh, [Campamento sangriento, 2000], James Debello, [Ghouls, 2008], Tony Denman, [Wolf girl, 2001], David Steinberg, [Willow, 1988], Musetta Vander, [Mansquito, 2005], Irena A. Hoffman, [Methamorphosis, 2007].

Rusty, todo un nerd, tiene una novia Rumana preciosa que decide ir a ver gracias a un Erasmus de seis meses. En su viaje le acompañará un grupo de amigos, pero una vez allí todo se complicará ya que la novia de Rusty será una jorobada, además este se parece muchísimo al vampiro Radu que está tratando de devolver a la vida a su amada aún con las trabas de la caza vampiros Teodora Van Sloan.

Era de lógica esperar alguna spoof movie de género centradas en el universo vampírico, de hecho en el 2009 también vio la luz Stan Helsing, y es que gracias al éxito de la saga Crepúsculo o Underworld son muchos los que han mostrado interés en el cine vampírico. Así que mejor oportunidad entonces para rodar una spoof- movie vampírica pensarían los hermanos Hillenbrand, quienes nos brindan una de las peores cintas del estilo que jamás vi. No encuentro nada, absolutamente nada, salvable o mínimamente digno. Bueno algún destape gratuito y algún que otro gag que te hace sonreír, pero es mayoritariamente hastío y tedio lo que produce esta película que hasta hace buenas las de nuestros Martes y Trece o Chiquito de la calzada, casi me hizo mas gracias Bracula, 1997. El guión de esta es patético, algo de esperar por otra parte, lo que pasa es que al menos te esperas una buena consecución de gags o situaciones cómicas, y nos podemos morir esperando.

Lo que me preocupa de este tipo de cine es lo poco que se lo toman en serio sus responsables, ya que si bien la primera Scary movie, 2000, tenía su gracia el nivel de este tipo de películas ha decaído hasta límites insospechados, provocando así que su visionado sea mas bien amargo, eso que estamos ante una comedia.

Lo curioso es la cantidad de largos que quieren parodiar, tenemos momentos que supuestamente homenajean a Re- animator, 1985, Hostel, 2006, o hasta Frankenhooker, 1990, pero sin demasiada gracia. Hasta intentan introducir algún pequeño homenaje de la genial El jovencito Frankenstein, 1974, o al menos eso dicen los hermanos Hillenbrand, aunque me pregunto yo que largo de Brooks vieron y donde se supone que tiene esos homenajes, porque esto me parece mas bien una broma.

El elenco ¿cumple? Es que no sabría saber si este tipo de interpretaciones es lo que buscaban los Hillenbrand. Eso sí, el grupo está formado por caracteres arquetípicos, las gemelas, los fumetas, el nerd que solo piensa en sexo, la novia mojigata que es la “cazada” por el vampiro, la cazadora de vampiros súper explayada, el caza vampiros falso, un vampiro, otro Radu, que parece imbécil, o sus vampiresas, que al menos están bastante buenas, menos una que parece algo yonkie, y nos muestran sus encantos.
Poco mas se puede decir de este título que prácticamente carece de principio o de final, todo es, supuestamente, una consecución de gags y situaciones cómicas que no vi durante todo el metraje.

Otra spoof movie de género, en esta ocasión centrada en el género vampírico, que no es mas que otro bodrio que no hace ningún tipo de gracia, salvo en contadísimas ocasiones. Ni tan si quiera viéndola con un grupo de amigos, cervezas y demás se logra disfrutar este pequeño engendro. Lo que mas me sorprende es la cantidad de títulos de este tipo que pueblan las estanterías en los últimos años, por lo que tienen que tener su público, algo que, de verdad, no logro entender, porque las comedias o comedietas antiguas de género son infinitamente superiores a esta. Vamos Abbot y Costello, o The three stooges, o casi cualquier producto mexicano en clave de comedia le da mil vueltas a esto.

Óscar Arias