Crítica- La bestia de la cueva maldita (1959)

“Floja monster movie de los cincuenta”

Òpera prima de Monte Hellman, quièn rodarìa varias cintas de gènero, como El terror, Posesión alucinante o La iguana, aunque se centrò mas en la direcciòn de cintas de acciòn y el drama. Dentro del gènero estuvo vinculado en labores de guiònista o producciòn. En esta se une a la moda de las monster-movies con la sombra de Roger Corman en la producciòn, de hecho està producida por su hermano Gen. Contando con los actores Michael Forest, que participò en diversos poliziescos italianos de los setenta, Sheila Noonan, The incredible petrified world, Frank Wolff, Los frios ojos del miedo o The demon, y Wally Campo, La pequeña tienda de los horrores o Historias de terror.

Un grupo de ladrones liderado por Alexander se hace pasar por excursionistas para poder robar un banco, entonces entraràn en contacto con Gil Jackson, un monitor de esquì, para hacer mas veraz su coartada. Pero provocaràn una explosiòn en una mina que despertarà a un monstruo que comenzarà a sembrar el pànico por la zona, al mismo tiempo Gipsy, la chica de Alexander, intimarà con Gil creando mas conflictos, si cabe, dentro del grupo, que sigue acosado por el temible monstruo.

Producciòn de finales de los años 50, como no podìa ser de otro modo dentro de la moda de las monster-movies y producida por los Corman, es decir bajo presupuesto asegurado. Pero en esta ocasiòn Hellman no es capaz de rodar una interesante pelìcula.

El guiòn hace cientos de aguas, la puesta en escena es muy floja, excesivamente floja. Las distintas secuencias no tiene conexiòn, la direcciòn es lenta y plana, el monstruo no està tratado y, aunque tienen el acierto de no mostrarlo en demasía dejàndonos asì la posibilidad de imaginarlo mejor de lo que realmente es. Pero no consigue provocar sensaciòn de terror, unido, ademàs, a la direcciòn lenta y plana, como ya comentè, nos deja un producto menor, del cual son salvables los ùltimos quince minutos.

La historia de los ladrones que van a la montaña y despiertan a una criatura es aceptable, no asì las formas, atropelladas e ilògicas en demasiadas ocasiones. Aparte el monstruo tarda demasiado en aparecer y cuando lo hace no consigue despertarnos del pequeño letargo en el que estamos sumidos, ya que la historia se centra mas en la trama de amor (Gil- Gipsy) y desamor (Alexander- Gipsy), que en el propio monstruo y las posibles repercusiones que tendrà en el mundo. Vamos que parece que se da por hecho que nuestros “héroes” acabaràn con todo, sin mas.

Otro punto negro es la direcciòn artìstica, que resulta inexistente, provoca unas actuaciones aceptables pero nada interrelacionadas. Es decir, parece que cada actor diga su texto sin mas, sin tratar de crear algo y menos aùn de mezclarse con el resto del elenco, vamos un despropòsito total.

Pero, curiosamente, esta cinta sigue siendo recorda y està, hasta, considerada, no se si de forma justa o no, ya que creo que esta producciòn en su època no llamarìa mucho la atenciòn, hay decenas de tìtulos muy superiores y del mismo tipo de presupuesto. A mi solo me vale como otra cinta de sci-fi que ver en una tarde de gran sesiòn de monster- movies.

Floja sci-fi de los cincuenta, que pierde demasiado metraje en una trama poco interesante y que deja al monstruo, su gran reclamo, demasiado escondido durante todo el metraje, y que cuando lo saca no consiguen hacer despegar a la pelìcula. Ademàs, le sobran minutos, esta llega a los 78, cuando este tipo de cine se caracterizaba por su escasa duraciòn, aquì sobra metraje y falta protagonismo del monstruo. Una pena.

Óscar Arias