Crítica- La cosecha (2007)

“Más terror religioso insustancial en esta nueva intentona de la Dark Castle”

La productora Dark Castle empezó su andadura allá por el año 1999 con la idea de hacer remakes de clásicos del cine de terror, especialmente del cine de Wiliam Castle, de ahí su nombre. Pero con el paso del tiempo comenzó a realizar producciones propias. Así en 2007 surgió la idea de esta “La cosecha”, otro título sobre de terror religioso con guión de los gemelos Hayes, que contó con Stephen Hopkins, responsable de Pesadilla en Elm Street 5 y Depredador 2, entre otras, como director y con la ganadora de dos osar de la academia Hilary Swank como protagonista y gran reclamo. A esta le acompañan David Morrissey, visto en Centurión en 2010, Idris Elba, que participó en 28 semanas después ese mismo año y recientemente en Thor, la joven AnnaSophia Robb, el veterano Stephen Rea, de V de Vendetta (2005) entre otras, William Ragsdale, siempre recordado por Noche de miedo en 1985, o David Jensen, de La niebla en 2007, entre otros.

La historia no es nada original. Nos cuenta como una investigadora se dedica a buscar respuestas a través de la ciencia a diversos casos religiosos. Así viajará a un pueblo donde parece que sus creencias científicas se verán en entredicho, con niña “demoníaca” y un pueblo muy creyente y extraño…

Pero lo que nos depara esta cinta es un producto entretenido sin más, nada más. Y así tenemos otro film de la prometedora Dark Castle que se queda a mitad de camino de demasiados lugares. Porque Stephen Hopkins realiza una dirección aceptable, las calidades técnicas son apreciables, la fotografía, montaje, diseño de arte, y banda sonora no destacan pero si cumplen, algo que agradecer. Pero la cinta acaba fallando, acaba siendo un producto insustancial más. Quizá sea debido a lo manido del tema, pero la relación entre personajes y sus diversas tramas argumentales no acaban por crear ninguna empatía en el espectador, más bien indiferencia, y esto no es lo que se pretendía, o se debería pretender, con este título.

Así vemos a una Hilary Swank tratando de salvar su personaje, y casi a la película, con poca fortuna. Y no es debido a una mal trabajo por su parte, ni mucho menos, es debido a lo atropellado del guión y, quizá, del montaje final. El cual resulta, en demasiadas ocasiones, muy tramposo. Porque partiendo de una escena inicial, que recuerda al estilo de El exorcista, salvando las enormes distancias, pasamos a otra cinta más de “terror religioso” y su conflicto con la ciencia. Y esto está muy visto por el espectador, lo cual provoca que de no tener un guión bien compacto, algo que esta cinta no tiene, el aburrimiento pueda hacer acto de presencia.

Pero aquí Stephen Hopkins si cumple con su labor y así tenemos pocos momentos tediosos, aunque alguno hay. Quizá otro de los puntos negativos es que la cinta tarda demasiado en arrancar con solvencia, y aunque tengamos diversas escenas dinámicas y poderosas estas quedan demasiado aisladas para con el conjunto de toda la película. Así la relación laboral, y más bien de hermanos, entre Katherine, Hilary Swank, y Ben, Idris Elba, está muy bien tratada en algunos momentos y en otros resulta del todo empalagosa.

Aparte la actuación, o más bien perfil, de David Morrissey está excesivamente estereotipado y no da pie a la sorpresa que debiera. Además que su propia interpretación es algo forzada e histriónica en exceso en su parte final. Igualmente la joven AnnaSophia Robb, la niña perseguida por el pueblo, está demasiado tiempo en segundo plano, cuando debió tener más repercusión en la primera parte de la cinta, y no solo huir sin más.

Así lo único que nos va alegrando la vista son la consecución de las plagas, algunas algo forzadas y otras muy efectivas. La de las ranas en el pantano rojo es genial, aunque pudo estar algo más estirada y aprovechada. Quizá la Dark Castle peque en exceso de querer tener productos para todos los públicos, y por eso nos quedamos, en demasiadas ocasiones, a mitad de camino de alguna escena realmente poderosa. Eso que en otras producciones suyas hemos visto gore bien violento. Eso que aquí teníamos a todo un Greg Nicotero y a la gente de la KNB, los cuales, para variar, realizan un más que destacable trabajo. Pero este no es suficiente para salvar a esta cinta de sus trampas y fallos argumentales.

Además toda la parte final está plagada, para variar, de trampas, y  muchas de ellas pueden llegar a desesperar al espectador que esté más a favor de la cinta. De hecho todas estas trampas están vistas mil y una veces ya. Y aunque el elenco y el propio Stephen Hopkins tratan de dar contundencia y crear una atmósfera terrorífica esta no se acaba de conseguir debido a las continuas trampas argumentales.

Así aún teniendo un tramo final muy dinámico la trampa final, como dejando las puertas abiertas a una continuación, nos acaba de dejar algo desilusionados con lo visto, que, a todas luces, pudo dar bastante más de sí.

Por lo que tenemos un producto entretenido sin más que abusa de las trampas argumentales y que no acaba de arrancar en ningún momento. Es triste ver como una productora centrada en el cine de género no trata de hacer algo más personal y acaba siendo más de lo mismo. Y es que no solo vale tener un presupuesto adecuado y un elenco y equipo técnico de nombre, hay que hacer algo consistente por sí mismo. Y esta “La cosecha” naufraga en demasiados puntos.