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Crítica- La sangre de Wendy (2014)

“Entretenida versión hispana, en bajo presupuesto, de las tropelías tarantinianas”

El director Samuel Gutiérrez, el cual ya había trabajado como asistente de dirección en la serie de Tv “El internado”, aparte de rodar algún que otro corto, debuta con un guión propio llamado “La sangre de Wendy” donde nos muestra una especie de explotación del cine de Tarantino sin ningún tipo de tapujo. Las cosas claras. De hecho, el primer título barajado fue el de “Serie B”, pero debido a otra película que compartía este título se cambió por el de “Serie Z”, cambiando, otra vez, al definitivo “La sangre de Wendy” ya en la postproducción.

Para lograr rodar esta cinta tuvo que recurrir al, tan en boga, crowdfunding, el cual le ayudó a recaudar un pico, y después de un largo tiempo de edición y postproducción, casi de un año, esta cinta ha visto la luz. Pero ya salió al mercado, y tuve la oportunidad de asistir a su preestreno en Madrid.

Apuntar que la cinta cuenta con un elenco interesante, y, en gran medida, visto en otros productos recientes del cine hispano de bajo presupuesto. Así, si bien la cinta está protagonizada por el reciente ganador de un Goya, Javier Pereira, y Silvia Vacas, vista en “Pixel theory”, estos están acompañados por  Darío Frias, de la serie de Tv “Mis adorables vecinos”, o la reciente “Omnívoros”, el veterano Pablo Viña, visto en la mítica serie “Amar en tiempos revueltos”, el genial Manuel de Blas, que decir de este genio tantas veces visto en este cine que tanto amamos, o las jóvenes Irene Rubio o Ana Rujas que se están dejando ver en otros bajos presupuestos de género.

¿Y qué nos depara esta explotación del estilo de Tarantino? Pues una película entretenida pero muy desigual. Y es que cuenta con un montaje muy extraño, y por momentos, algo descuidado, el cual puede producir confusión en el espectador. Y es que tenemos demasiados cambios de secuencia con negros muy largos, negros en los que cortan la banda sonora de forma demasiado abrupta, el uso del fade out hubiese sido todo un acierto. Aparte que estos excesivos momentos negros, y como están montados, no se acercan en absoluto al cine de Tarantino, y es que el genio de Tennessee es un director muy difícil de imitar, mas aún con limitaciones presupuestarias.

Porque la película, que está compuesta por dos capítulos, sí, al más puro estilo Kill Bill, cumple su función, que es la de entretener. Lástima que el capítulo primero sea muy superior al segundo, con todas sus limitaciones y errores.

De hecho, esta primera parte es una gran explotación del cine “Road Movie” tarantiniano, del tipo “Death proof” y “Planet terror”. Con un guión interesante, aunque quizá le falte algo más de mala leche, o tener un tono marcadamente mas gamberro y bien salvado por el elenco. Y es que la dupla Frías-Pereira resulta ser todo un acierto, y si bien se echa en falta algo más de dinamismo o velocidad en la acción, los tres cuartos de hora que dura este capítulo pasan volando, lo cual dice mucho, y positivo, de esta parte.

Y es que en ella tendremos persecuciones, folleteo, bares demoníacos, ¿Visteis “Abierto hasta el amanecer”? Y aunque nos dejan con ganas de algo más, cumple a las mil maravillas. Más aún sabiendo el bajo presupuesto con el que contó Samuel Gutiérrez. Además es todo un acierto que la trama trate de un bucle temporal, y, aunque haya bastantes momentos algo inconexos, o demasiado raros para el espectador, insisto, que ésta primera parte es todo un descubrimiento.

Además veremos a un Manuel de Blas totalmente sobreactuado que nos deja uno de los mejores momentos de toda la película. Y es que es todo un lujo poder seguir disfrutando de estos veteranos actores que tantas horas de cine de género nos han legado. Bravo por Gutiérrez. Y no voy a comentar en que personaje de Tarantino está basado, porque, al menos, me vienen dos, aparte de tener toques del cine de Rob Zombie, y otras gamberradas setenteras.

El segundo capítulo nos muestra una despedida de soltera en clave de brujería. Y en este momento la cinta pierde un poco lo ganado en la primera parte. Porque el ritmo es algo desigual y da un bajón considerable, y hasta vemos al cuarteto de actrices algo desorientadas. Así, los momentos donde aparece Pablo Viña ganan en presencia y poder cinematográfico.

Aparte, y como es de esperar, vuelven a nuestro cerebro varias películas. Algo que jamás vi como negativo, más aún si no es copia pura y dura. Y no pude dejar de pensar en la reciente “Las brujas de Zugarramurdi”, la mítica “La noche de los brujos”, y hasta, en su tramo final, en “Los señores de Salem”. Un pequeño popurrí podríais pensar. Pues no lo es tanto. Creo que lo que falla es el ritmo y el montaje con tanto corte brusco, el cual, como ya apunté, creo es el lastre de esta película. De hecho, los créditos iniciales cuentan con los clásicos avisos setenteros, pero son cortos y quedan muy raros. Lo mismo que con los cambios de formato, los cuales  pueden resultar interesantes y acertados, pero en varios momentos lo que logran es confundir al espectador, y es que Tarantino solo hay uno.

Y aunque en este tramo tengamos algo de lesbianismo, a la escena erótica potente del film le falta algo de fuerza… O quizá más erotismo, o desnudos… pero algo falta…  Porque tenemos gore, no gráfico, planos poderosos, la crucifixión de Cristina, y momentos de cómic, que no quedan mal pero que desentonan y remarcan en exceso la pasión de Samuel Gutiérrez por el cine de Tarantino.

Por lo que tenemos una recomendable película española de bajo presupuesto que copia, claramente, el estilo de Tarantino, y, en menor medida, el de Robert Rodríguez. ¿Y gustará a los seguidores de estos? Pues esa respuesta no la tengo, lo que tengo claro es que, al menos, les sorprenderá. No es la clásica tontería teen de presupuesto que llega a las salas. Y es que tenemos que abogar mas por los nuevos directores hispanos, solo necesitan una oportunidad.

Y aunque sea una explotación algo descafeinada por momentos, es del todo recomendable. Y, seguramente, tenga su gran público en festivales de género. De todos modos el tiempo dirá.

Óscar Arias

La Mansion del Terror - 6.4

6.4

Género; Terror - Comedia - Acción - Zombies - Brujería

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