Crítica- Legend of the Werewolf (1975)

“Interesante, aunque poco original, cinta de licàntropos”

Otro terror dirigido por Freddie Francis, en esta ocasiòn para la productora Tyburn, la cual no fuè capaz de plantar cara a la Hammer ni a la Amicus. Recordemos que Francis rodò The evil of Frankenstein, Doctor Terror, El jardìn de las torturas o Condenados de ultratumba entre otras tantas. Con un elenco habitual de la època, encabezado por el genial Peter Cushing, poco se puede decir de este magnìfico actor, acompañado por David Rintoul, El jorobado de Notre Damne (1977), Hugh Griffith, El retorno del Dr. Phibes, Ron Moody, La señora McGinty ha muerto, Roy Castle, Dr. Who y los Daleks, Renee Houston, El fantasma de la òpera(1962), Norman Mitchell, Revenge of Billy the kid, David Bailie, El hijo de Dracula o la saga de Los piratas del caribe, o Hilary Labow, The Rocky Horror Picture Show.

Etoile fuè robado por lobos a sus padres y fuè criado por estos, de joven fuè acogido por un pequeño circo ambulante del que tuvo que acabar huyendo para acabar como Guardián de un Zoo en Parìs. Allì conocerà a Christine, de la cual se enamorarà, pero no sabe que es prostituta y que los días de luna llena el mismo se convierte en hombre lobo, asì en el primer ciclo acabarà con los clientes de Christine. La policía comenzarà a investigar y el mèdico forense, el Doctor Paul Cataflanque, llegarà a la conclusiòn que un hombre lobo es el responsable, el querrà ayudarle para asì investigarle, pero la policía lo quiere muerto.

Explotaciòn descarada de la genial La maldiciòn del hombre lobo de la Hammer, Kevin Francis creò la Tyburn para comeptir con la Hammer y la Amicus y de hecho usò a mismos tècnicos y actores para sus dos producciones. Lamentablemente se basò en exceso en productos ya vistos lo cual no le reportò buena fama, aunque esta cinta no es tan mala como se dice, mas bien todo lo contrario.

Ciertamente las similitudes con La maldiciòn del hombre lobo son muy exageradas, hasta el hombre lobo es muy parecido. Quizà este que nos ocupa tenga algo menos de bello. Aparte las localizaciones, la atmòsfera y demàs son muy parejas, aunque la decisiòn de introducir a Cushing como mèdico forense que parece un Sherlock Holmes en toda regla sube enteros, y de que forma, al còmputo general de esta producciòn.

Me gustò mucho varios planteamientos del guiòn. Ese intento de crear una cinta real con una historia ficticia està realmente conseguida, las explicaciones sobre la posibilidad de la existencia de un hombre lobo y como està tratado todo este tema es asombroso, no deja nada a la sorpresa y explican todo claramente, de diez.

Al hombre lobo no le veremos claramente hasta la parte final de la cinta, donde Francis nos deleitarà con unos primeros planos de los dientes y el ceño de la bestia. Estos ùltimos parecen “robados” de La maldiciòn del hombre lobo, nuevamente aparece este tìtulo, y es que las similitudes son exageradas, ademàs la visiòn de la bestia se nos muestra en tonos rojizos, que resultan algo saturados, que es algo bastante visto.

Las actuaciones brillan a gran altura, Cushing borda su papel, Ron Moody idem y los jòvenes David Rintoul y Lynn Dalby cumplen de forma solvente. Hay que destacar aparte la genial planificaciòn policial, algo exagerada y forzada pero bien desarollada, algo de agradecer que deberìan ver los nuevos directores de gènero.

Vemos algunos ataques de la bestia, y hasta tendremos algo de gore, mordiscos en primer plano o disparos certeros. La parte final es muy tìpica aunque la idea de la ayuda que ofrece el Doctor Paul es muy interesante, aunque todos podemos presuponer como acaba toda la trama, ¿no?.

Interesante, aunque poco original, cinta de licàntropos inglesa, muy deudora del estilo Hammer y rodada por el habitual Freddie Francis. Tiene bastantes malas crìticas, algo con lo que no estoy en absoluto de acuerdo ya que la cinta es un puro entretenimiento, y aunque, ciertamente, sea muy similar a La maldiciòn del hombre lobo, por si sola logra captar nuestra atenciòn y hacernos disfrutar, que de eso se trata.

Óscar Arias