Crítica- Rec 2 (2009)

“Secuela innecesario que cambia zombies por demonios”

Gracias al éxito de público y taquilla de Rec 2007, Jaume Balagueró y Paco Plaza vendieron los derechos para que la industria estadounidense realizase un remake, así surgió la interesante Cuarentena, 2009, aunque tenían en mente realizar alguna continuación mas, así nace esta Rec 2. Sigue cronológicamente lo acontecido en la original, tan solo han pasado 15 minutos, pero en esta ocasión el cine mas puramente zombie se traslada al demoníaco y de posesiones, lo cual a atraído a nuevos aficionados y ha decepcionado a otros tantos seguidores de [Rec].

Debido al éxito de la original han contado con un presupuesto mas elevado, notándose en la factura técnica, además han vuelto a contar con un elenco escaso donde repiten Manuela Velasco, actriz que debe su fama actual gracias a [Rec], Javier Botet en el papel de la niña de Medeiros, y varios de los protagonistas de la original que vemos ahora completamente infectados. El resto del elenco es habitual de las series de televisión españolas, aunque podemos destacar a Pau Poch, visto en Eskalofrío, 2008.

Un grupo de élite entra en el edificio infectado acompañado de un “doctor”, pero pronto estos serán atacados por los infectados del lugar y así irán comprendiendo que es lo que ha pasado en el edificio y quién es en realidad el Dr. Owen. Al mismo tiempo un grupo de jóvenes se introduce en la casa con el afán de grabar algo, pero se verán envueltos en la vorágine homicida del edificio donde parece ser que una presencia demoníaca ha conseguido tomar el control. Además Ángela Vidal, la reportera desparecida, dará señales de vida.

Mucho se ha dicho ya sobre el fenómeno [Rec], sobre su remake norteamericano y su reciente secuela, que es posible que sea seguida por una tercera entrega. Siendo lo mas destacable el incremento en el presupuesto lo cual provoca directamente una mejora de las calidades técnicas, aunque he de decir que el sonido me resultó bastante decepcionante, algo habitual, por otra parte, de la gran mayoría de producciones patrias.

Si hay que destacar el buen trabajo de la fotografía, cámara, atrezzo, vestuario y decorados, todo muy estudiado y bien organizado, lo cual es de agradecer. Lo que pasa es que el guión da un giro de 180º, pasando de un universo zombie a uno demoníaco, envuelto en innumerables trampas y licencias argumentales que dejan al espectador algo confuso. En mi caso algo abatido. Dentro de los aficionados hay dos opiniones claras sobre este título, o que es una pasada y una grandísima secuela, o que es un pequeño insulto a la original y que no produce ni provoca los mimos niveles de tensión ni desasosiego. Yo me encuentro mas cercano a esta segunda opinión, aunque no del todo.

El cambió argumental me pareció malo, en todos los sentidos. El giro, del todo tramposo y excesivamente deudor de El exorcista, especialmente de la tercera entrega. No me pareció correctamente hilvanado y me deja con mas dudas que antes, aparte no comprendí los distintos saltos arguméntales. Pasamos de los Tedac a los niños, que aportan mas bién poco a la trama, sin mas y sin mucho sentido. Además la mayoría de interpretaciones son bastante malas, algunas incluso rayando el patetismo, siendo este elemento otra de las causas del porqué esta cinta hace todavía mejor a su original y queda algo desvirtuada.

Al menos los niveles de gore se mantienen, pero están bastante peor diseminados que en la original, aunque hay que reconocer que tanto Balaguero como Plaza sabían que querían mostrar, tanto en lo referente a sustos como a argumento. Así se les nota en muy buena forma en todas las secuencias referentes a la niña pequeña, lo mejor de largo de todo el film, cosa que no pasa en otros momentos clave.

De hecho el perfil del Dr. Owen, interpretado de forma excesivamente fría por Jonathan Mellor, es muy burdo, con giros inverosímiles y formas que no concuerdan con nada de lo visto en el resto del metraje, y de los Tedac mejor ni hablar.

Por otra parte puede haber muchas opiniones enfrentadas sobre la nueva visión de la Niña de Medeiros, ya que pasamos de una película de zombies a una de posesiones demoníacas donde el demonio tendrá un peso específico atroz. Pero no queda del todo conseguido, dejando al espectador algo aturdido debido al cambio argumental tan grande, que sumado a unas formas algo menos dinámicas deja una título inferior y, que en cierto modo, hace mas interesante a su predecesor.

Eso sí, el final, que vuelve a usar el estilo de [Rec], deja las puertas abiertas para una tercera entrega, algo que Balaguero y Plaza estaban decidiendo. Yo optaría por dejarlo estar, no se puede estirar lo que no se debe estirar, mas aun cuando esta secuela resulta bastante inferior a la original, aunque muchos tengan el valor de introducirla en el exclusivo grupo de las grandes secuelas, que cosas.

Balaguero y Plaza retomaron el título que les ha catapultado a la fama dentro del cine de género, aunque Balaguero ya era suficientemente conocido, ya que los trabajos de Plaza no llegaron a calar tanto como los de su compañero. Cambiando por completo la trama y la línea argumental lo cual les ha supuesto nuevos fans y decepcionar a otros, nunca llueve a gusto de todos. A mi me resulta un trabajo superior técnicamente pero inferior artísticamente, prefiero los zombies a estos “demonios”. Lo que si está claro es que esta secuela a tenido menos repercusión de la que se esperaban sus responsables. Yo solo espero, sinceramente, que no haya mas continuaciones y que esta interesante dupla de directores españoles nos sorprenda con algo original, ya que [Rec] no era la cinta tan original que algunos trataron de vendernos pero tanto Balaguero como Plaza son dos grandes directores de género.

Óscar Arias