Crítica- Terror caníbal (1981)

“Una de las peores cintas del gènero de canìbales selvàticos”

Coproducciòn dirigida entre Alain Deruelle, habitual del cine porno y softcore, y Julio Pèrez Tabernero, actor poco prolìfico, habitualmente secundario, que antes había rodado Sexy cat. Contando con guiòn de Jess Franco, aunque años despuès haya renegado de el, sin contar con protagonistas como tal donde podemos destacar a Pamela Stanford, Mondo canibal, Exorcisme o Helga, she wolf of Spilberg, o los habituales de las explotaciones del tio Jess y las coproducciones con Italia Silvia Solar, Antonio Mayans y Oliver Mathot.

Unos ladrones habituales deciden raptar a la hija de un empresario creyendo que seria un trabajo sencillo. Se esconderàn en la casa de un amigo comùn, este les informarà que hay una tribu de canìbales en los alrededores y que se anden con cuidado, pero Mario violarà a la mujer del dueño de la casa quièn emprenderà su venganza, llamarà a los padres de la niña mientras azuzarà para que los canìbales realizan el trabajo sucio, devorar a los raptores.

Una de las mas flojas cintas de canìbales jamàs filmadas, con un guiòn y aspectos tècnicos pobrìsimos y una de las caracterizaciones de los canìbales mas despreocupada y cutre jamàs vista. Llevan peinados a la ùltima, barbas perfiladas, grandes patillas, zapatos o zapatillas, y es que se nota que están sacados de alguna taberna de Alicante, que es donde se realizò el rodaje. Vamos que tratan de hacernos creer que estamos en alguna selva sudamericana, cuando ademàs en el puerto marìtimo del principio aparecen varias banderas españolas en los distintos barcos. Vamos todo un despropòsito.

Y es que tenemos una explotaciòn ultracutre del reciente cine de canìbales perpretado en Italia, quizà cercano a Cannibal feroz, pero a años luz de sus calidades, y ya es decir. Al menos tenemos sexo guarro, aunque la violaciòn està fatal rodada, con la mujer agarràndose a las cuerdas ya que Gerard Lemaire no sabe atarla, y gore, en diversas escenas de canibalismo que no son todo lo intensas que debieran, y mas aun teniendo en cuenta que estaban saliendo cintas brutales desde Italia.

La caracterizaciòn de los canìbales y sus formas son tan burdas que no crean ninguna expectación por el producto que estamos viendo, y ni siquiera los primeros planos de la casquería son interesantes. Como apunte comentar que se usò un cerdo muerto para estas tomas, aunque no hay violencia con animales, algo habitual en este subgènero.

Las actuaciones son bastante pobres y no se podrìa destacar a nadie, la cinta en sì es excesivamente cutre. Trata de subirse al carro del reciente gènero de canìbales pero la explotaciòn que realizan està desangelada y no ofrece nada de interés. Ademàs de contar con un final calamitoso y una de las mùsicas menos acordes a una pelìcula que jamàs escuché, parece de verbena. Un despropósito tras otro.

Una de las peores cintas del gènero de canìbales selvàticos, que hasta tiene planos de otra cinta de Jess Franco, El canibal. No està cuidada y se nota en exceso la baja producciòn y la desidia generalizada de esta producciòn, sin cuidar ningun detalle, creando un producto menor que solo se puede disfrutar si nos interesa este subgènero. Sino no es necesario malgastar 90 minutos en verla.

Óscar Arias