Crítica- The thirst; Blood wars (2008)

“Vampiros cutres con historia que daba para mas”

Primera pelìcula de gènero de Tom Shell, màs conocido por su faceta de actor, Beverly hills vamps, Los surfistas nazis deben morir o Evil laugh, o productor, dentro del underground USA. Contando en esta ocasiòn, como no podìa ser de otra manera, con Tony Todd, Candyman, La noche de los muertos vivientes o Hatchet, como gran reclamo dentro del elenco, aunque el protagonista es A.J. Draven, actor de poca trayectoria que ademàs se encarga de las coreografìas de lucha.

Del resto del elenco podemos destacar a Jason Connery, Wishmaster 3 o Destino al infierno, Allison Lange, El estrangulador de la colina, America Olivo, Bitch slap o Viernes 13, Mark Ryan, voz de uno de los Transformers, Mark Holton, Hoboken hollow, y un cameo de C. Thomas Howell, El estrangulador de la colina, La guerra de los mundos o Carretera al infierno.

Will es un chico pacifico de un instituto que empieza a tontear con Jayne, pero a esta la acosa Darren, un Centuria, una especie de magos que mantienen una lucha eterna contra los vampiros, que abandonò la congregaciòn. Pero en la zona hay un grupo de vampiros liderados por Julien. Un dìa Will mata por error a Darren y Amelia, una vampira, le muerde para asì transformarle, casi ningùn vampiro habìa matado a un Centuria. Will irà notando cambios en èl, y la lucha entre los Centurias, en busca de venganza, y los vampiros va a comenzar. Will està en el medio y quizà solo quiera acabar con todo matando a Amelia.

Curiosa pelìcula independiente con un argumento algo visto, pero interesante. Nos deja buenas sensaciones de comienzos para ir desinflàndose con el paso del metraje. Las calidades tècnicas son normalitas, flojas en determinados momentos, como buen producto Indi.

El dinero se fuè mas en contratar a un par de actores de nombre que en otros menesteres. Asì notamos la falta de localizaciones, una fotografìa descuidada y una creaciòn de atmòsferas plana y, en demasiados momentos, nula. Vamos un producto mas de ese estilo cinematogràfico de Estados unidos, que personalmente tanto me gusta.

Pero esta cinta se pierde y llega un momento donde se cree merecedora de algo mas y es donde sucumbe. Con los pies en la Tierra y siendo mas modestos hubiese quedado bastante mejor.

Ya que las interpretaciones son correctas, algo sobreactuadas en algunos casos pero en lìneas generales cumplen. Hay momentos en los que vemos a Tony Todd como pensando que diablos hace él en un producto como este, aunque en los ùltimos años parece ser, que al igual que Englund aunque con peor ojo, participa en diversas producciones de este tipo. Para asì quedar en la memoria de todos los fans.

Por otro lado la interpretaciòn de A.J. Draven durante la primera parte de la cinta es bastante sorprendente, algo tìpica, pero bastante buena, algo que no deja de sorprendernos. Se mete en el personaje, mantienen sus tempos, pero de repente, al igual que le pasa a la pelìcula, todo cambia, y el acto de presencia de artes marciales, en la lìnea Buffy o Angel, acaba de estropear la pelìcula.

Ya que vemos a A.J. Draven luchando contra vampiros, con coreografìas, suyas, muy pobres y fatal rodadas y montadas, algo que no ayuda en nada a la pelìcula. Como pasa con la labor de Amelia, la vampira responsable de todo, que no tiene importancia en gran parte del metraje, pero que en su final resultarà ser un carácter vital para el devenir de esta historia, y posible saga.

Parece como si quisiesen crear un tipo de Blade, cazador de vampiros, pero en plan chabacano y cutròn. Porque la confrontaciòn entre los vampiros, Will y los Centurias, personajes fatal tratados y muy poco utilizados, es bastante lamentable.

Solo una localizaciòn, el uso de un par de càmaras y un rodaje lento y poco dinàmico, eso si al final tendremos mensaje final, para unas posibles continuaciones. Cosa que està bien pensado, pero esto ya esta visto, y, desgraciadamente, mucho mejor.

Cinta de vampiros que luchan contra una especie de monjes donde aparece un “vampiro” que quiere acabar con los de su reciente raza, todo contado dentro del campo del indi yankee pero tomàndose en serio. Es decir, acaban estropeándolo todo y nos queda un producto a todas luces menor y que si hubiese sido mas macarra y sin vergüenza hubiese sido mas entretenido, al menos. La idea es buena, tipo Blade, pero no asì las formas. Si les va medianamente bien posiblemente sigan la saga, quien sabe…

Óscar Arias