Crítica- Addicted to murder 3; Bloodlust (2000)

Para esta tercera, y ùltima, entrega de la saga Addicted to murder Kevin J. Lindenmuth se uniò a Tom Vollmann, del que se puede destacar su Dead meat, cada cual se encarga de la direcciòn de una parte de la cinta, Lindenmuth de lo rodado en Nueva York y Tom Vollmann de lo rodado en Chicago, lo correspondiente a la prisiòn, y es que esta cinta tiene similitudes con las clàsicas pelìcuals de sketches.

El elenco es habitual dentro del cine de Lindenmuth salvo los que participan con Vollmann, aunque realmente no hay ningùn caracter protagonista y nuestras dos hermosas vampiras de la original no apareceràn en esta, quedando tan solo Mick McCleery.Joel està en plena cacerìa de los vampiros relacionados con Angie, al mismo tiempo estos tiene encontronazos con una especie de demonios que quieren acabar con ellos, aunque Joel es mucho mas peligroso.

En otro momento seremos testigos del final de Santana, un vampiro cruel y despiadado que se oculta en la carcel, aunque su nuevo compañero se las ingeniarà para acabar con el.Punto final, hasta la fecha, de las andanzas de Joel, contando con algo mas de presupuesto, aunque grabada tambièn en video, tenemos una correcta continuaciòn, aunque la diferencia de directores se nota bastante y el estilo de la saga cambia, en la primera parte, la rodada por Lindenmuth, tenemos todas y cada una de las calidades vistas en las dos entregas anteriores, flashbacks, trozos en blanco y negro y escenas de sus predecesoras, pero la parte de Vollmann es muy distinta, no guarda ya el estilo de Lindenmuth y aunque mantiene la caldidad se hace ciertamente extraño y algo pesado, por otra parte aparecen mas monstruos, de nuevo caretas mostradas en un segundo tèrmino, y unos efectos realizados por ordenado, que resultan efectivos sin mas.

Al menos la cinta dura unos 75 minutos, como Addicted to murder 2, y los saltos temporales son muy bruscos, de hecho en el final vemos morir a Santana y acto seguido nos situan un año despuès y vemos como Joel se dispone a dar caza a Santana, del todo ilògico, ¿no? Pues como esto hay varios detalles, es mas la continuidad es muy libre, excesivamente libre, veremos a Tricia enfrentarse con un demonio la que la sal lo elimina para luego ser encontrada por Joel y dejarla en manos de otro demonio.. muy raro.. Por otro lado Lindenmuth vuelve a meter secuencias de entrevistas, pero en esta ocasiòn las finiquita dejando que una de sus vamprias elimine al entrevistador, de los mejores detalles de toda la cinta.

La parte de Vollmann es muy del estilo carcelarias pero con vampiro- demonio de por medio, aprovechàndose de un carcelero corrupto y haciendo la vida imposible a su nuevo compañero de celda, con momentos algo tediosos. Lo que pasa es que durante todo el metraje nos da la sensaciòn que estamos ante secuencias, o cortos, unidos sin ningùn sentido. Aùn asì es un interesante final para esta recomendable saga vampìrica deudora del estilo de El ansia.

Final de la saga Addicted to murder, siendo la entrega mas floja de las tres, quizà debido a la incursiòn de un segundo director o a prestar menos atenciòn en la unificaciòn de todos los elementos ya que da la sensaciòn de estar contemplando escenas inconexas de los mismos protagonistas. De todas formas su escasa duraciòn ayuda ha hacer mas digerible esta entrega.