Crítica- Campamento sangriento (1988)

“Gran secuela que es puro entretenimiento”

Cinco años después de rodar Campamento de verano, 1983, Michael A. Simpson vuelve a retomar el personaje que le dio a conocer dentro del género, Angela Baker. Pero en esta ocasión cambiando completamente el estilo y las formas, pasando de un título lento y con diversas sorpresas a un clarísimo homenaje al slasher ochentero, realizando así uno de los títulos mas entretenidos, que no buenos, de dicha época.

En esta entrega el papel de Angela es interpretado por Pamela Springsteen, hermana del conocido cantante Bruce Springsteen, cuya carrera cinematográfica fue muy escueta y prácticamente acabó con esta saga. Está acompañada por Renée Estevez, hija de Martin Sheen, a la que también vimos en Intruder, 1989, Brian Patrick Clarke, [Exorcism, 2003], el veterano Walter Gotell, conocido gracias a su personaje del General Antonio Gogol, enemigo de James Bond en diversas partes de su franquicia, aparte de un gran número de jóvenes aspirantes a actores, algo habitual dentro del slasher ochentero.

Angela se ha escapado de la Institución mental donde estaba recluida, se ha hecho una operación de cambio de sexo y ahora está en un campamento de verano como monitora. En dicho campamento se cuenta su historia, pero lo que no sospechan es que pronto Angela comenzará a acabar con todos los campistas que la molesten o incumplan las normas. Así solo Molly, ayudada por Sean, tratarán de hacerla parar, pero la ola de asesinatos de Angela no tiene fin.

Por mucho que se diga estamos ante una de las mejores secuelas del slasher ochentero. Si es cierto que el estilo y formas cambian radicalmente con respecto a la primera entrega, Campamento de verano, 1983, pero los continuos homenajes al género, los veremos de Viernes 13, 1980, Pesadilla en Elm street, 1984, La matanza de Texas, 1974, Psicosis, 1960, Inocentada sangrienta, 1986, y algún otro, están tan perfectamente introducidos en la historia que no hacen mas que alegrar al aficionado que consigue pasar unos 90 minutos muy entretenidos. Estando, no debemos de obviarlo, ante un slasher normalito, pero que gracias a esos homenajes, sus altas dosis de destapes y sus grandes cantidades de gore, consigue destacar y situarse, por méritos propios, dentro de los productos mas interesantes de la década, que no es poco.

Algo que siempre me sorprendió es la gran interpretación de Pamela Springsteen, da un toque muy personal al asesino, que conocemos a los pocos minutos de empezar la película. Casi consigue crear un personaje sempiterno, de hecho la productora trató de emparentarla con Jason o Freddy, algo que, quizá, estaba fuera de su alcance. Si hubiesen aceptado su papel secundario ahora sería, todavía, mas conocida y reconocida, ya que hasta empezado el S. XXI esta saga estaba bastante olvidada, aunque ahora se la considere casi de culto, con todo merecimiento. El resto del elenco cumple, poco mas hay que decir sobre este aspecto, simplemente agradecer a todo el elenco su profesionalidad.

Pero debemos detenernos en los elementos que hacen de esta película un puro entretenimiento. Los homenajes al género, décadas después llegarían títulos como Scary movie, 2000, pero nuestra Ángela ya hizo chascarrillos fáciles con los killers del género, y sin tantísima comedia absurda. Así tendremos muertes que son homenajes brutales a las películas anteriormente citadas, destacando los referentes a Freddy y Jason, aunque el resto no se queda muy atrás. Además los niveles de gore y sadismo son bastante elevados, lástima de las versiones censuradas, ya que contemplamos un catálogo brutal, mejor verlo que contarlo, en serio. Hay que agradecer a Michael A. Simpson su valentía y mala leche a la hora de afrontar estos momentos.

Igualmente hay que destacar las altas dosis de destape que podemos contemplar en esta producción, la mayoría del elenco femenino nos deleitará con sus pechos, en mas de la mitad de las ocasiones de forma totalmente gratuita, algo de agradecer. Lo cual unido al elevado gore nos deja un título bastante potable, pero además el estilo de la película está muy bien conseguido, y aunque sea muy distinta a su predecesora, algo que la acarreó no pocas malas críticas, esta casi me divierte mas, aunque sean estilos muy distintos.

Eso sí, el final siempre me dejó con ganas de un poquito mas, es bastante potente y dinámico, pero viendo el resto de la cinta quizá me esperaba algo con mas mala leche.

Secuela de una de las sagas slasher mas olvidadas en su tiempo y que ahora ha conseguido su merecido estatus. Obviamente en esta entrega las puertas quedaron abiertas para futuras continuaciones, y aunque no tuvieron el éxito económico que pretendían si pudiera hacer una secuela directamente, ya pasados los años aparecerían dos producciones mas, aunque una de ellas es un documental de la trilogía primigenia. Desde aquí solo me queda agradecer a la gente de Fangoria el rescatar estas producciones y ayudar a situarlas en el lugar que se merecen. Cualquier aficionado al slasher ochentero, o al cine de género mas desenfadado y con múltiples homenajes, que no se pierda esta bajo ningún concepto.

Óscar Arias