Crítica- Catman in boxer´s blow (1993)

“Otro despropósito a manos de Catman”

Secuela de Catman in lethal track dirigida de nuevo por Godfrey Ho bajo el pseudònimo de Alton Cheung y con otros volviò a encargarse de la mayorìa de elementos tècnicos. Otra vez tenemos dos cintas en una y en esta tenemos aùn menos metraje de Catman.

La parte de acciòn hongkonesa es del mismo tipo que la anterior y empieza exactamente igual, lo ùnico que tiene muchas màs peleas, estàn luchando todo el rato. Me diò la sensaciòn de no tener un final y està como cortada, aunque sinceramente no la prestè excesiva atenciòn. Comentar que usa el mismo elenco que en Catman in lethal track, solo cambia a los personajes de posiciòn aunque no a todos ya que algunos siguen haciendo el papel de buenos y otros cambian de bando y tienen màs protagonismo. Comentar que es bastante màs salvaje que la anterior y muestra algo de sangre, pero vamos que no era lo que me interesaba de esta cinta. Apuntar que da la sensaciòn de haber sido rodada bastantes años antes que el trozo de Catman, al igual que pasase con su predecesora.

Centràndonos en nuestro heroe decir del argumento que volvemos a tener a Sam y a Gus, en esta parte si dicen su nombre, que se enteran por mediaciòn de su jefe que los ex-hombres de Cheever, el rival de la parte anterior, tienen una bomba que puede destruir el mundo y, claro està, tendràn que atraparlos.

Es todo una locura sinsentido fatal rodada con un guiòn absurdo y posturitas de Jonathan Isqar que son para morirse de risa. Ademàs tiene unos errores brutales que provocan la carcajada por no llorar. Por ejemplo, cuando hablan con la chica, que creen amiga, la mataràn a escasos tres metros suyos y ni se enteran, tendràn que ir a tocarla para darse cuenta, pero es que en esa misma escena despuès de perseguir en vano al asesino vuelven a por la chica y ha desaparecido. Encima es de los malos, y es que ya nos la habìan enseñado al principio de la cinta.

Otra es cuando durante un tiroteo Gus dispara en el hombro a uno de los malos y solo se ve la sangre en el supuesto agujero de salida, por delante no existe, eso sì ¡Sangra como un cerdo! O cuando disparan a Gus y le dan por muerto. Le han dado unas 6-7 balas y no sale ni una gota de sangre, y claro tendràn que enseñarnos que es que llevaba el chaleco antibalas puesto.

O lo que canta el extra de nuestro Catman, ya que si el autèntico tiene el pelo oxigenado vemos aparecer en un par de escenas a otro moreno, y no es que fuesen escenas peligrosas. Y algunas màs hay. Pensareis que no es tanto, pero es que su duraciòn no llega ni a la media hora. Vamos despropòsito tras despropòsito.

No se a quièn le puede gustar este producto, o este hìbrido mejor dicho, casi lo que deberìan hacer es extraer las escenas de Catman de ambas cintas y hacer un mediometraje, porque no da para màs. Aùn asì serìa algo caòtico ya que estàn realizadas de forma peor que un amateur, sin ganas ni nada y eso que la idea del gato radioactivo es potente, pero los resultados, vistas ambas partes, son muy malos, y que lo diga yo que disfruto con estas “pelìculas” tiene telita.

Óscar Arias